Repensar la universidad peruana desde un enfoque intercultural: la experiencia de San Marcos en la Selva Central del Perú
Por: Jairo Valqui
jvalquic@unmsm.edu.pe
Después de casi una década de iniciado un proyecto de formación de docentes en Selva Central, 28 egresados de la Facultad de Educación de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos han aplicado su clase modelo para alcanzar el título profesional. Este hecho histórico representa un logro no solo para los jóvenes egresados, sino para toda la comunidad en general: unir esfuerzos entre el proyecto de una organización indígena y la labor de las universidades peruanas sí es posible. Desde la universidad sabemos que no es fácil: tenemos experiencias fallidas, pero tampoco es imposible.
Dentro de nuestra historia, una primera relación que establece la Universidad Nacional Mayor de San Marcos con poblaciones indígenas amazónicas en los procesos de formación universitaria se remonta a 1999 cuando se permite el ingreso directo de postulantes amazónicos a las diferentes carreras universitarias que San Marcos brindaba en ese entonces. Este vínculo, sin embargo, no fue producto de una reflexión académica que haya decantado en una propuesta de formación universitaria para poblaciones indígenas amazónicas del Perú; sino, por el contrario, este contacto tuvo un trasfondo político enmarcado en las contradicciones sociales de reconocimiento a nuestras poblaciones indígenas amazónicas que siempre han estado olvidadas (Cf. Valqui y Salazar, 2014).
San Marcos, al percibir la situación problemática en los 3 primeros años de implementada esta modalidad (Cf. Tejada, 2005), empezó a constreñir su proceso de ingreso hasta reducir el número de vacantes a las carreras que ofrecía. En el primer año se ofertaron en total 118 vacantes a las 45 carreras profesionales en sus 5 áreas académicas. Solo 3 años después, en el 2001, el número de vacantes se redujo considerablemente hasta disminuir al 30% con referencia al primer año y tan solo a 16 carreras profesionales en 2 áreas académicas: Humanidades y Económico Empresariales (ver el Gráfico 1).
Fuente: Informe de la Comunidad Nativa de la Amazonía-UNMSM, 2012
Lo que al parecer estaba ocurriendo es que sin el soporte de una propuesta académica sobre lo que significaba y significa formar jóvenes indígenas amazónicos en la universidad peruana, sin conocer cuánto de sus conocimientos y prácticas socioculturales están incluidas en los currículos de las carreras universitarias, con el limitado reconocimiento sobre muchas reflexiones que ya se venían dando, el sistema decidió eliminar esta relación entre la universidad y las poblaciones indígenas amazónicas en procesos de formación universitaria. En 13 años de la aplicación de esta modalidad de ingreso como se observó en el Gráfico 1, el número de postulantes y el número de ingresantes (Gráfico 2) disminuyó considerablemente. En el 2012, solo ingresaron dos jóvenes: uno a Ciencias Políticas y el otro a Odontología (Cf. Valqui, Cosar y Salazar, 2014).
Gráfico 2
Fuente: Informe de la Comunidad Nativa de la Amazonía-UNMSM, 2012
Pese a lo expuesto líneas arriba, la experiencia de San Marcos con el ingreso de estudiantes indígenas amazónicos fue paradigmática, pues permitió iniciar con las primeras reflexiones sobre los límites y posibilidades de la relación entre la universidad peruana y las poblaciones indígenas amazónicas (Burga, 2007). Algunas de estas consideraron llamar la atención sobre “la marginación de los pueblos indígenas dentro de las disciplinas académicas” (Montoya, 2007) o proponer “la presencia de las organizaciones indígenas en las propuestas universitarias” (Cortez y Marrou, 2005).
Parte de estas reflexiones permitieron lo que podría considerarse una segunda relación entre la UNMSM y los jóvenes indígenas amazónicos peruanos. Esta segunda oportunidad, al parecer, mucho más analizada tomó el nombre del Programa Descentralizado en Formación de Profesores en Educación Intercultural Bilingüe en la Selva Central entre los años 2008-2014 y se implementó en la Escuela Profesional de Educación. La estrategia de los convenios con las organizaciones indígenas, la cooperación con diversas instituciones, el Convenio 169 de la OIT y la experiencia alcanzada en los Programas de Bachillerato Diversificado sirvieron como plataforma para formalizar el Convenio Específico de Cooperación Académica y Científica entre la Asociación Regional de Pueblos Indígenas de la Selva Central (ARPI-SC) y la Universidad Nacional Mayor de San Marcos a través de la Facultad de Educación (RR 05695-R-07).
Este convenio permitió desarrollar e implementar el Programa Descentralizado de Formación de Profesores en Educación Intercultural Bilingüe, Nivel Primaria (RR 00913-R-07) dirigido a la población indígena ashaninka, yanesha, nomatsigenga y kakinte de la selva central. El Programa Descentralizado consideró que el espacio sociocultural donde se desarrollaría la propuesta debía mantener los lazos sociales de los estudiantes con las poblaciones amazónicas de la selva central de las cuales provenían.[1] La sede del Programa Descentralizado se ubicó en la comunidad nativa de Arizona Portillo en el distrito de Río Negro en la provincia de Satipo, Junín (ver Fotografía 1).[2]
Fotografía 1. Estudiante asháninka en las instalaciones del Programa Descentralizado en la comunidad nativa Arizona Portillo (Satipo-Junín)
La dinámica de la formación docente, que se prolongó por un periodo de 10 semestres académicos, incluyó en cada ciclo un trabajo de campo de 3 semanas en comunidades cercanas a las instalaciones del proyecto. Desde la concepción del currículo, se buscó “garantizar que los futuros maestros mantengan su vinculación con sus comunidades, logren reforzar sus conocimientos sobre la herencia cultural de sus pueblos y puedan analizar su problemática actual”. De esta manera, este diseño permitió mantener los lazos sociales entre los estudiantes y sus comunidades de origen, además de iniciar los procesos de investigación sobre sus propias realidades sociales y lingüísticas. La propuesta de formación consideró tres tipos de asignaturas: las asignaturas de carácter permanente (P), las asignaturas de carácter transitorio (T) que se dictaron en una de las etapas presenciales y las asignaturas de carácter mixto (M) que, además de las actividades en aula, implementaron investigación o prácticas de campo.
Los docentes que trabajaron en el proyecto no solo fueron de la universidad, sino también de otras instituciones aliadas a la organización indígena y a la propuesta sanmarquina. Instituciones como el Programa de Formación de Maestros Bilingües (FORMABIAP), el Centro de Antropología y Aplicación Práctica (CAAAP), la Asociación Peruana para la Conservación de la Naturaleza (APECO), entre otras, apoyaron desde la construcción del currículo hasta el dictado de clases con el envío de sus especialistas a la zona del proyecto. Otro aspecto fundamental fue la incorporación de los formadores indígenas en el proceso de formación. El proyecto no solo incluyó la actividad académica de los docentes de la universidad o de instituciones aliadas, sino también la participación de los sabios indígenas pertenecientes a los pueblos atendidos por el Programa Descentralizado.
Fotografía 2. Formadora del pueblo nomatsigenga con estudiantes del Programa Descentralizado
La formación docente en este programa conjugó 5 ejes primordiales: Espiritualidad (atendiendo a la cosmovisión de las comunidades), Ecología y Desarrollo Productivo, Educación, Sociopolítica y Sociolingüística. El total de créditos fue de 227, de los cuales 223 fueron obligatorios y 04, electivos, tal como se precisa en el Currículo Profesional 2006 del Programa Descentralizado.
Un balance de esta experiencia nos muestra que uno de los principales desafíos que debe enfrentar la universidad peruana es su relación con los pueblos indígenas en los proyectos académicos y científicos. Esta relación no solo debe permitir la construcción de propuestas académicas más cercanas a la población objetivo, sino la creación de un puente que vincule activamente la práctica universitaria con la participación de los pobladores y sabios indígenas. Un eje intercultural debe cruzar por las propuestas de los vicerrectorados académicos y de investigación en nuestras universidades. Los procesos de admisión, por ejemplo, deberían ser diversificados y con similar convocatoria a todas las carreras profesionales que ofrece la universidad, demandando para ello políticas adecuadas como sería la incorporación de una prueba de competencia en una lengua indígena en un examen de admisión. Finalmente, creemos que esta experiencia ha contribuido en afianzar el compromiso que adquieren los jóvenes con sus pueblos y lenguas indígenas en impulsar todo proyecto de mejora en beneficio de su comunidad y del país.
Bibliografía
Burga, M. (2009). A propósito de los Estudiantes Indígenas Amazónicos en la UNMSM, 1999–2005. En Inclusión Social y Equidad en la Educación Superior, 3, 104-116. Disponible en http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=3779620.
Cortez, M. y Marrou, A. (2007). Facultad de educación de la UNMSM y organizaciones indígenas: una propuesta conjunta para aplicar programas de formación de maestros en EIB. En Vílchez, Valdez y Rosales (Ed.), Interculturalidad y bilingüismo en la formación de recursos humanos: educación, medicina, derecho y etnodesarrollo. (pp. 57-75). Lima: CILA-UNMSM.
Montoya, R. (2009). Ausencia de culturas indígenas en la educación superior peruana. En Inclusión Social y Equidad en la Educación Superior, 3, 119-132. Disponible en http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=3779670.
Tejada, L. (2005). Los estudiantes indígenas amazónicos de la UNMSM. Lima: UNMSM.
Valqui, J. y Salazar, K. (2014). Incorporación de la diversidad lingüística y cultural en la universidad peruana: San Marcos y las poblaciones amazónicas. Lengua y Sociedad, 14, 157-174. Lima: CILA-UNMSM.
Valqui, J.; Cosar, R. y Salazar, K. (2014). Desafíos y logros en la relación entre la universidad peruana y las poblaciones indígenas peruanas: el caso del Programa Descentralizado en EIB de la UNMSM y ARPI-SC. Desde el Sur, 6 (2), 45-56.
[1] Análisis anteriores sobre el contacto académico entre poblaciones indígenas amazónicas y la Universidad Nacional Mayor de San Marcos habían desvelado que el ambiente sociocultural hegemónico limeño incidía en la permanencia en el claustro universitario y en la identidad de los estudiantes (Cf. Tejada, 2005). En el análisis planteado por Burga (2009) sobre San Marcos y el ingreso de estudiantes amazónicos presentado en la introducción, se entiende que los estudiantes hubieran preferido una universidad cercana a su contexto y propone “la creación de una nueva universidad regional peruana, en la periferia de sus mundos geográficos y culturales, como paso intermedio a seguir estudios más avanzados en las universidades metropolitanas de Lima” (Burga, 2009, p. 115).
[2] Uno de los compromisos de ARPI-SC firmado en el Convenio UNMSM-ARPI fue el aporte del terreno para el desarrollo del Programa Descentralizado y su sostenibilidad mediante la cesión de 8 hectáreas de terreno donadas por la comunidad nativa de Arizona a ARPI-SC.
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