Por: Genjy Simon Ríos. *Con la aparición de la “infodemia”, causada por la pandemia del coronavirus, el fact-cheking se presenta como antídoto contra la desinformación.
Por: Kelly Cárdenas. *Para el estudio de la infordemia se debe considerar, además, tres tipos de trastornos de la información: disinformation, misinformation y mal-information.
Por: Milagros Otárola. *Desde curas milagrosas, avistamiento de ovnis, desclasificación de archivos secretos de reconocidas agencias de inteligencia, hasta teorías de conspiración, todo circula por redes sociales y forman parte del conjunto de noticias que produce desinformación.
Por: Sergio Paolo Velarde. * El construir un fake como este requiere tiempo y esfuerzo. No es una casualidad de un ciudadano mal informado. Hay que buscar las fotos y videos en la red, crear las cuentas y empezar a divulgar.
Por: Genjy Simon Ríos. * Los problemas de la desinformación se originan por la poca rigurosidad que tienen los medios, y las personas que trabajan en ellos, al seleccionar sus fuentes de información. Mar de Fontcuberta (1993), define las fuentes como “personas, instituciones y organismos de toda índole que facilitan la información que necesitan los medios para suministrar noticias” (p. 58). En sintonía a la definición anterior, Borrat (1989) nos dice que cuanto mayor sea la cantidad, la calidad y la diversidad de informaciones que comunica y de las fuentes que cita, tanto mayor será su credibilidad y por tanto su influencia.
Por: Jesús Alexis Huamán Duránd. *La infodemia responde a un razonamiento motivado de las personas que las difunden por redes sociales, ya sea por la creencia de encontrar el anhelado antídoto o algún prejuicio colectivo.
Por: Sergio Crispín Buiza
* Gracias a internet, los receptores de información dejaron de ser completamente pasivos y se les dio la posibilidad de convertirse en prosumidores. Lamentablemente esta capacidad dejó al descubierto la existencia de una cantidad de usuarios con ciertas características: más centrados en sí mismos que en la sociedad; en búsqueda de autoafirmación; con resistencia a verse cuestionados. Son los denominados “trolls”.
Por: Bruno Amoretti Aliaga.
*La crisis mundial ha puesto de nuevo en evidencia que Twitter, Facebook, YouTube, y otras redes, pueden generar la promesa rancia de democratizar la información y de organizar comunidades. Sin embargo, algo que no pueden cumplir hasta ahora es drenar el pantano de información tóxica que lee el usuario común a diario.