Entrar a «Con-cierto Olvido» es recorrer la trayectoria histórica de Yuyachkani. Los siete asientos en el escenario muestran las representaciones que nos ofrecerán los miembros del colectivo. Actos que reflejan un estado de sosiego, de clamor, de memoria; historias de un teatro que se encarna entre la música y los diálogos.
Yuyachkani grupo de teatro cuyo nombre proviene del quechua y significa “estoy pensando”, “estoy recordando”, genera en su visión la participación entre la memoria íntima y grupal. Desde el primer toque de la batería, acompañada con los cantos, el saxofón, la guitarra y el violín, comienza esta entrega de la vida, de lo que ellos son, “Esto es lo que somos”, nos dicen y uno se queda mirando esa verdad en el rostro del artista, una realidad que nos refleja el sentir del teatro.
Memoria de un tiempo que amenazó con quedarse para siempre:
Los artistas interpretan monólogos con base en fragmentos de diferentes historias que, en cierta forma, puede ser difíciles de entender si no conoces el repertorio de Yuyachkani. Estas narraciones forman parte de una historia que Yuyachkani no quiere olvidar, no solo para que las veamos en un escenario, sino para que siempre tengamos estos recuerdos presentes y busquemos que hechos así nunca más se repitan; porque al final los que más sufren no somos nosotros, sino aquellos que menos oportunidad tienen de ser escuchados.
La obra ya no busca el descubrimiento propio; en esta te ves obligado a recordar tu pasado, encarar hechos y sucesos que deseas olvidar. Años difíciles para los peruanos, épocas que muchos solo conocemos a través de narraciones que nuestros familiares nos han contado, pero que justamente Yuyachkani busca que se vuelvan reales y que podamos sentir un poco de la angustia, miedo y tristeza que en esa época se sentía.
Creo que quiero al Perú
Yuyachkani ha dejado una parte del Perú en cada país que recorre, ese Perú añejo que se perdió en las fronteras vivas y asimiló los coches bombas, porque con cierto olvido queremos recordar la historia peruana. Porque, si conocemos el pasado, podremos proyectar el presente y tal vez ayudar a alguna Rosa Cuchillo y su lamento por el hijo ausente, a Los músicos ambulantes en su peripecias por un futuro mejor o también a Miguel Rubio, uno de los fundadores de Yuyachkani, quien dirige «Con-Cierto Olvido» tratando de hacerte pensar, recordar episodios del Perú que se quedaron en portadas de periódicos o en un simple comentario.
Porque en cada función alguien habla, habla el recuerdo de un fallecido o el migrante peruano que viene con la esperanza de una vida mejor a la temible Lima. No hay fragmentos en Con-Cierto Olvido que no tengan un trasfondo social. Vemos la labor del grupo humano que se esconde detrás de una máscara para dejarnos con una reflexión. Para conocer un poco más al Perú.
Por: Carla Anamaria, Elizabeth Condori, Maricielo Pérez.
Newton Mori sobre el personaje de la Paisana Jacinta
Cuando salió el primer sketch, nosotros teníamos un espacio con un conjunto de organizaciones de mujeres indígenas que se llamaba “El taller permanente de mujeres indígenas, andinas y amazónicas”. CHIRAPAQ venía acompañando ese proceso de formación de liderazgos, y las mismas señoras manifestaron su malestar con la manera cómo se representaba a la mujer indígena. En esa oportunidad, se formuló un documento dirigido al canal y a Jorge Benavides; contábamos con el respaldo de la señora Beatriz Merino que incluso intercedió para tener una reunión en el congreso de la República entre las organizaciones de las mujeres y el imitador, la cual se concretó. Después, ha habido en las sucesivas veces que se ha presentado y relanzado el programa; siempre CHIRAPAQ se ha manifestado en contra de esta representación y también ha contado con el apoyo de otras asociaciones indígenas que se han manifestado.
A mí no me gusta… y si escribo esto es por compromiso. ¿Cuántas veces hicimos algo solo por obligación sin darnos la oportunidad siquiera de conocer la magia y esencia que trae consigo una actividad artística?
Estuve viendo Imagina Shakespeare. Una propuesta sobre la identificación del público con los personajes de una obra de teatro. En el escenario, un personaje que representa a muchos niños y adolescentes y representa un asunto serio de la vida en este siglo: la relación con la tecnología y la No comunicación Vivencial. Algo para pensar… y es que el teatro – a decir de Alberto Ísola, director de la obra – más allá de ser un escenario con una butacas, luces y sonido, es un espacio de comunicación, de entendimiento, de reflexión.
Shakespeare, el personaje central, además de dramaturgo es actor, relata a Pablito, el espectador sin interés, detalles de algunas de sus más grandes obras. En Enrique V, resalta el elemento más importante para disfrutar de las historias, (y también en el escenario de la vida), la Imaginación; en Romeo y Julieta, uno de los elementos principales es la Poesía, el arte de embellecer el mensaje, transmitir emociones, sentimientos, deseos, de una forma sublime y bella (…) Solo tú nombre es mi enemigo. (…) No seré ni Romeo, ni Montesco si eso te molesta, desde ahora solo llámame “Amor”. Por supuesto el elemento más importante de esta representación fue el amor, y la lucha contra la adversidad, la renuncia de todo y hasta el propio sacrificio por alcanzarlo.
La propuesta de Noche de Reyes nos lleva a pensar ¿cuán complicado debió ser para la época el ser hombre e interpretar a una mujer que se hace pasar por hombre? En esta comedia, los papeles se invirtieron y el actor hizo de una dama, y la actriz, de una mujer que se hace pasar por hombre: lo sublime de la coquetería, el romance y sobretodo la risa.
En Hamlet experimentamos el misterio, la intriga, el suspenso. Shakespeare se transforma en el fantasma del padre de Hamlet para decirle que fue asesinado por su hermano. La venganza, la avaricia, el poder, los celos, llevan de la mano a los personajes que tras una serie de acontecimientos y de una épica batalla nos conducen a enfrentar el dilema: ¿ser o no ser?
A este punto, aunque sumergido con entusiasmo en todas y cada una de las historias, Pablito, el personaje de la audiencia, está cansado y no quiere convencerse a sí mismo que le está gustando algo que hace unas horas no llamaba ni un poco su atención: el teatro.
Imagina Shakespeare es una compilación de obras seleccionadas a partir de la reflexión sobre tópicos cotidianos, aquellos con los que nos encontramos día a día, en cada esquina de la calle. Y que nos ayuda a entender la razón de los valores como respeto, tolerancia, identidad, originalidad, imaginación, amor.
La dirección estuvo a cargo del maestro Alberto Ísola y el elenco lo integraron Alfonso Santistevan, en el papel deWilliam Shakespeare, Martín Velásquez como Pablito, Jely Reátegui y Renato Rueda como los amantes Romeo y Julieta, La Dama y el mensajero, Hamlet y el tío, y la tripulación del barco que azotó la tempestad. Un elenco de primera que se divirtió y logró transmitir esa frescura, esa diversión, ese amor a veces olvidado pero que late sin cesar, eternamente, por el teatro.
Ingresar a los ensayos permite ingresar al universo de los artistas en acciones previas a la puesta en escena. Y se puede descubrir el compañerismo y el nivel de comunicación de todo el equipo. Un trabajo arduo en el que permanentemente están siendo dirigidos y corregidos por el Maestro. En Retablo afroperuano encontramos más de un significado. Y lo compartimos.
Por: Johana Perleche
Ahora pueden alzarlas con libertad y disfrutar la jarana bailando como mejor saben
Sí sienten nervios antes de salir al escenario. Se dice que un bailarín que no los siente deja de ser artista pues lo que haces te deja de gustar
Prepárense para mover los pies, tronco, manos… todo el cuerpo con un Toro mata con chispas de flamenco
La coquetería se muestra a flor de piel en la mayoría de danzas afroperuanas
La cotidianidad se expresa en la danza. A veces ellas son más difíciles de lo que pensamos.
De 3 a 5 segundos en el mismo lugar, se apagan las luces y otros 3-5 segundos más para salir de escena y que entren los bailarines de la siguiente danza
Termina el ensayo y todos los bailarines se acercan al público para darle las gracias por asistir a verlos.
Al final del ensayo, Fabricio Varela, director del Elenco Nacional de Folclore, siempre tiene algo que decir… y corregir.
Cuando dejé de escuchar los aplausos, miré a mi alrededor y tuve una extraña sensación que hasta el momento es difícil de explicar. Vi gente saliendo, un escenario apagado y butacas vacías. En otras circunstancias habría seguido al mar de personas para encontrarme rápidamente con mis compañeros a la salida; sin embargo, esta vez no fue así. Les cuento por qué.
El Elenco Nacional de Folclore (ENF) ha logrado poner en escena una línea de tiempo que describe y detalla la historia de los afroperuanos, desde las costumbres propias de los primeros africanos en llegar al Perú – pasando por su sufrimiento como esclavos – hasta la impresión en la historia de las diversos expresiones propias del mestizaje con las diversas comunidades peruanas. El espectáculo rinde homenaje a grandes maestros del arte afroperuano como Amador Ballumbrosio, Nicomedes Santa Cruz, Victoria Santa Cruz. Esto es Retablo afroperuano.
Retablo es el emblema insignia del ENF, puesta escénica que se encarga de revalorar y difundir la cultura peruana a través de la danza y música folclórica. Cuenta con dieciséis temporadas en diferentes versiones: Retablo de Carnaval, Retablo de Fiestas Patrias, Retablo de Candelaria, Retablo de Marineras, Retablo Sinfónico y ahora, Retablo afroperuano.
Cada vez que nos referimos a ritmos afroperuanos, ¿qué es lo primero que piensas? De seguro se te viene a la mente el conocido tema musical Le dije a papá o el festejo como danza. En realidad, no está mal, pero no son las únicas expresiones que han perdurado hasta el día de hoy . Te contamos que este Retablo incluye Megritaron Negra, poema rítmico de Victoria Santa Cruz que transmite el sentir de una comunidad con una historia muy dura, y no solo hablamos de la esclavitud en la época colonial del siglo XVI, sino también de la actualidad, pues nadie está libre de un acto discriminatorio que hoy por hoy, no ha sido erradicado.
Asimismo sucede con Jarana para Vicente que genera ganas de bailar y formar parte de esa familia que celebra el cumpleaños del abuelo con una marinera limeña, un baile que muestra el mestizaje hispano-amerindio-africano. Aquí no solo vemos baile sino que también escuchamos décimas en Guitarra llama a cajón de Nicomedes Santa Cruz, que nos enseña la estructura de dicha danza.
Al escucharRaíces del festejo – Le dije a papá compuesta por Pepe Vásquez, un importante difusor de la música costeña peruana, se te pone la piel de gallina, cantas o tarareas la música por el simple hecho de conocerla y sentirla como parte nuestra. Lo mismo ocurre con Toro Mata, ¿quién no ha entonado alguna vez dicha versión de Caitro Soto? “Toro mata rumbambero, ¡ay! toro mata”. Debo confesar, que la primera vez que vi la coreografía, me desagradó en absoluto, quizás porque ya estaba acostumbrada a una versión anterior. No entendí al instante el propósito de este nuevo esquema; sin embargo, con un poco más de observación comprendí que buscaban una armonía entre los elementos afroperuanos e hispanos. En especial, este cuadro, ya no tiene la indumentaria típica: las faldas largas o las blusas coloridas, sino vemos vestimenta diferente y moderna, similar a lo que podemos usar en un día común. Es una visión de las danzas afroperuanas con los ritmos latinos y contemporáneos que puede captar, en particular, a esa persona que no gusta del folclore.
Este Retablo no solo es especial porque, para tristeza de muchos, es el último, sino también porque los artistas exploran otras disciplinas como el canto, la actuación y la declamación. Si bien una persona relacionada a las artes escénicas no necesariamente hace de todo: actuar, cantar o bailar; puede ponerle el empeño para lograr un buen resultado, debido al amor y la pasión que tiene y, mejor aún, si asume nuevos retos para enriquecer su vida artística.
Es notorio el esfuerzo que hacen tanto los bailarines como los músicos y su director artístico, Fabricio Varela Travesí, pues es un trabajo constante y de cooperación. Es admirable como lo dejan todo en el escenario, cómo viven cada canción y letra pero, sobretodo, el amor que ponen al interpretar pieza tras pieza. Uno los observa y se pregunta ¿cómo hacen? ¿viven bailando todo el tiempo? ¿de dónde les nace tanta pasión? Es inexplicable. Por ello buscamos respuestas entre los integrantes de ENF y uno de ellos nos dijo: “es una alegría montar un espectáculo para la gente, que puedan ver las formas de expresión, que rescaten algo de lo que exponemos y que sea de su agrado. Lo hacemos con mucho cariño”.
Sin duda, un espectáculo que ha servido como acercamiento a nuestras raíces, a lo hermoso de nuestra cultura peruana.
Vas en el autobús de camino a la universidad o al trabajo, es hora punta y llevas media hora en el mismo lugar. Compruebas la hora en tu reloj y notas que ya es muy tarde. ¿A quién no le ha pasado? Ya no sabes qué pensar y en vez de enfadarte, prefieres distraerte. Sacas el celular, te colocas los auriculares y comienza a sonar una melodía que te hace olvidar de la bulliciosa y caótica ciudad de Lima. En ese momento, el ritmo y la letra de tu canción favorita provocan en ti una sensación muy distinta a la que tenías minutos antes. Es probable que te hayas dado cuenta del cambio de ánimo, por lo que solo esbozas una pequeña sonrisa.
Y es que la música tiene ese poder increíble de brindarte más de una emoción a la vez. Puede hacerte reflexionar sobre algún pasaje de tu vida, ser compañera en tus momentos de paz y tranquilidad, así como llenarte de alegría, incluso hacer bailar al más duro de tu círculo de amigos. Entre tantos estilos y géneros, hay una en especial que suele ser poco aceptada por los jóvenes, ya que se tiene la errónea creencia que solo es música para personas mayores. Estamos hablando de la habitualmente llamada música clásica que en realidad es música académica del siglo XX.
Durante el siglo XX, época de grandes cambios sociales y avances tecnológicos, el arte, en especial la música, rompe esquemas tradicionales y crea nuevas técnicas de composición y adopta como característica principal la diversidad del lenguaje musical, es decir, no hay un género dominante. Surgen nuevos estilos como el modernismo, que tiene influencia progresista de los finales del siglo XIX y busca en el arte la ruptura de las formas clásicas ya conocidas, por ejemplo.
El viernes 16 de febrero, la Orquesta Sinfónica Nacional del Perú (OSN) presentó su Gala de Apertura para la Temporada de Verano 2018 en el Gran Teatro Nacional. Este evento contó con artistas invitados como Juan Carlos Lomónaco, director titular de la Orquesta Sinfónica de Yucatán (México), y los pianistas peruanos Carmen Escobedo y Diego Puertas. Recordemos que este año, la OSN cumple ochenta años de existencia, por ello, se preparó este recital de gran calidad musical que cautivará a más de uno. Un espectáculo, sin duda, para grandes y chicos.
No es la primera vez que comparten escenario, Diego Puertas y Carmen Escobedo ya han sido cómplices en conciertos pasados como aquel en conmemoración de la Fiesta Nacional de Francia en el año 2009; sin embargo, esta ocasión es diferente, es especial. Ellos interpretan Concierto para dos pianos de Francis Poulenc.
Esta obra musical fue estrenada en Venecia el 5 de setiembre de 1932 bajo el marco del Festival Internacional de Música de Venecia con la Orquesta de La Scala de Milán. Según Lomónaco: “Contiene elementos impresionistas de influencia francesa y momentos clásicos que nos recuerdan a Mozart. Es una obra muy rica en toda esta gama de estilos, presentada al público en solo veinte minutos”.
Se trata de una composición dividida en tres movimientos: el primero de ellos contiene la influencia de Stravinsky y su lirismo íntimo, además de su gusto por los ritmos estridentes de Satie; el segundo remonta los pasajes lentos de Mozart y en el último, se congenian diversos estilos en la que es reconocible la influencia de la música de salón parisino.
Cada nota sonó en correcta armonía y mantuvo vivo, de inicio a fin, el objetivo principal: alcanzar la perfecta interpretación. Los niveles de concentración fueron cautivantes, la pasión por la música se reflejó en los rostros de cada protagonista y ese sentimiento de amor fue presenciado por el público espectador que guardó silencio y esperó el momento preciso para ovacionar a los solistas.
Sin perder el entusiasmo, los músicos siguieron atentos a las indicaciones del personaje delante de ellos. Ningún error fue omitido por Lomónaco, que cada vez que sale al escenario disfruta cada segundo, se olvida del exterior y cumple la labor de transmitir al público su mayor pasión: la música. “Una vez iniciado el concierto, estoy inmerso en ella y es lo mejor que puedo hacer porque así el público disfrutará de esta magnífica agrupación y de un momento tan emocionante en unos de los mejores teatros de América”, relata.
Con la siguiente pieza, los sonidos siguieron entrelazándose y formaron el aforo donde el violín, el chelo, la viola, el violonchelo, el oboe, la flauta, la percusión y el contrabajo se convirtieron en los siguientes protagonistas de la velada.
Sinfonía N.° 2 es una obra estupenda de la literatura musical compuesta por Sergei Rachmaninoff entre los años 1906 y 1908. Su estreno fue el 8 de febrero de 1908 en San Petersburgo bajo la dirección del propio compositor. Esta pieza representa en su totalidad al autor y su personalidad romántica con la herencia de la sinfonía rusa y de la obra de Tchaikovsky, a quien consideró fuente de inspiración.
Las notas jugaban entre sí, la conexión con el público seguía intacta mientras el “lenguaje internacional de la música” permitía comprender hasta el más mínimo compás. Luego de dos horas, la función estaba por acabar. Fue una experiencia única. Los aplausos se escucharon en todo el espacio y al salir del teatro, se podía observar cómo las personas se retiraban sonrientes.
En la actualidad, con toda la tecnología que manejamos, el ser humano ha dejado de disfrutar de estos placeres que te dan las artes escénicas. Ya sean la danza, la música, el teatro o el arte en general, cada una de estas disciplinas contribuye a la construcción de la sensibilidad humana. Juan Carlos Lomónaco, al finalizar la entrevista, nos dejó una frase que ha calado el corazón de esta humilde autora y que resume, a mí parecer, uno de los principales problemas de las personas. “El ser humano es el único capaz de trascender a través, desafortunadamente, de la destrucción y del arte. Puede destruir una ciudad, el mundo incluso. Un animal no puede hacer eso, nosotros sí tenemos esa terrible posibilidad, pero también podemos trascender dejando una catedral o un cuadro de pintura. Esa es la lección del ser humano”.
Está clarísimo. ¿Tú cómo deseas trascender en el mundo?
Por Andrea Cáceres Huamaní
Fotografías: Natalí Conde
Lima, 5 de abril de 2018
Las trompetas nunca dejarán de sonar mientras los músicos sigan sintiendo pasión por ellas.
Bajo la dirección de Lomonaco se demuestra que la música es universal y que las palabras sobran.
Son los instrumentos de viento los que dan un sonido tan dulce y delicado en una orquesta.
Las lecturas constantes de las partituras junto a la práctica, hacen al maestro.
Las cuerdas cobran vida con la dirección del maestro Juan Carlos Lomonaco.
Carmen Escobedo y Diego Puertas, figuras representativas del quehacer musical peruano.
Sin palabra alguna, solo la música como intermediaria: la armonía surge entre el director y la orquesta.
La percusión en una orquesta no deja escapar detalles, por el contrario muestra toda su fuerza en la interpretación.
Al compás de las notas escritas en la partitura, el violinista embellece la interpretación
Tercera llamada. Luces apagadas, indicaciones de seguridad, sala totalmente llena. En una obra de teatro o en un ballet todo hubiese estado en penumbra, pero hoy resplandecieron las luces enmarcando un escenario con sillas y atriles vacíos. De repente ingresaron los músicos, instrumento en mano, seguidos por el director invitado, Bertrand Valenzuela, quien sin mucho preámbulo, inició la función.
Hadas corriendo por la platea baja y alta, abrieron su vuelo hacia los pisos más altos del teatro, impulsadas por los violines, quienes realizaron una excepcional interpretación de la Obertura de Sueño de una noche de verano, compuesta por Félix Mendelssohn. “Para mí es un privilegio dirigir a la Orquesta Sinfónica. Mi papá me llevó a los 10 años al Teatro Municipal a escuchar a la Sinfónica Nacional”, nos comentó el director durante el ensayo general, pocas horas antes del concierto. La pieza, conocida por la mayoría del auditorio, fue bien recibida, dando un buen inicio a la velada.
“La solista vestida de rojo fue mi favorita. Fue muy conmovedora” fueron las palabras de una joven con la que compartí el taxi de regreso a casa por pura casualidad. Estudiante de la USIL por el programa Beca 18, en Lima hace ya varios años, pero cuzqueña hasta los huesos, Elsa Nina me dio su opinión positiva, así como negativa del programa. Hablamos de El vuelo de la alondra, por Ralph Vaughan Williams. María Elena Pacheco, la solista vestida de rojo, interpretó la pieza dejando a la sala entera en conmoción.“Lo que trato y quiero es transmitir esa alegría y paz… que se sienta que la alondra está por ahí”, fueron sus palabras durante una breve entrevista con ella. Déjame decirte María Elena, lograste tu cometido y más.
La siguiente pieza fue el estreno mundial de Presto, compuesta por Juan José Chuquisengo. Velocidad, percusión, cuerdas y piano estuvieron acompañadas por la confusión del auditorio presente. Esta pieza me llevó a un estado de alerta; sin embargo, no concuerdo con el compositor al sugerir que este estado puede conllevar a la “alegría vital e incluso a la euforia”. Yo diría que me llevó a la confusión y me transportó a una escena de tráfico caótico. “No sabía qué escuchar, aunque la percusión me llamaba más la atención”, me dijo Elsa Nina de regreso a casa. “No me gustó”, agregó. Durante la pieza, llevada por la curiosidad, volteé a ver la reacción del público. No me sorprendió ver algunos ceños fruncidos, además de una señora en particular durmiendo en su asiento. Rescato de Presto momentos de mayor claridad en los que me sentí llevada por el ritmo y percusión, que fueron de mi personal agrado.
Hablar de cada una de las piezas de Strauss que fueron presentadas en este programa, abarcaría todo el espacio del que dispongo. Cada una de ellas nos transportó a Austria, tal vez a los conciertos de año nuevo tocados por la Filarmónica de Viena. “En estas piezas Vienesas hay mucha tradición. Cosas que no están escritas pero que se hacen por costumbre”, señaló el director, Bertrand Valenzuela. El público respondió entusiasta a estas piezas, cada aplauso estuvo lleno de regocijo y a mi parecer, fue el broche de oro que cerró el espectáculo. No es fortuito que llamasen Rey del Vals a Johann Strauss II. Al finalizar la polka Bajo truenos y relámpagos, la orquesta nos regaló una pieza adicional, esta vez por Johann Strauss padre. La Marcha Radetzky cerró con broche de oro el concierto. Con la participación del público dando palmas al compás de la música, los asistentes se despidieron de la Orquesta con una sonrisa en el rostro. Estoy segura de que aquellas personas que fueron por primera vez a ver un concierto, regresarán en una próxima oportunidad.
Por: Claudia Rojas Azabache
Lima, 5 de abril de 2018
¿Qué es barro? ¿No es más que agua y tierra? No lo creo así. Agua es vida y tierra es equilibrio. Entonces, si juntamos ambos, generamos barro. Me niego a pensar que Barro deba ser visto de mala forma, como inestabilidad, desequilibrio, vacilación, etc porque significa el equilibrio de la vida. Por lo tanto, no es algo sucio, que apesta y que nadie quiere, es uno más de nosotros y quizá más interesante de lo que podamos imaginar.
Esta obra nos da a entender que Barro es una persona igual de especial que cada uno de nosotros, sin importar raza, cultura o religión. Muchas veces este personaje generó desequilibrio en la escuela; sin embargo, nunca se derrumbó a pesar de tantos insultos o palabras hirientes que les decían sus compañeros.
Esta obra se desarrolló a partir de el análisis realizado en colegios limeños y chalacos para conocer de los problemas que acontecen los adolescentes hoy en día, lo cual fue una buena iniciativa de el programa de Formación de Públicos del GTN, el Ministerio de Cultura del Perú y el British Council Perú. Muchas veces hacemos daño sin darnos cuenta… y otras veces a propósito, sin pensar en lo que podemos causar con nuestras acciones. La solución es tener siempre presente que debemos ser empáticos y generar una autoestima fuerte en nosotros.
Cada vez que Barro era despreciado sentía como un cuchillazo en el alma, me sentía identificado, podía padecer al igual que el personaje. Sin embargo, me tranquilizaba saber que también hay personas en las que está el cambio, que nos pueden ayudar y no permitirán que nadie nos genere más daño. No puedo dejar que esto siga pasando, debo hacer algo aunque muchas veces no podamos identificar las consecuencias exactas del bullying. Me siento mal que con esto se produzcan personas que sufran de anorexia, bulimia, autoestima baja, entre otros. Por esto y otras cosas más, debemos luchar todos contra este fenómeno escolar.
Barro, a pesar de que fue atacado como si no tuviera sentimientos, siempre se mantuvo firme como la tierra y viva como el agua. No se dejó derrumbar, siguió adelante y pudo darle una lección a los malos de la obra, quienes entendieron que estaba mal lo que hacían.
Al inicio y término de la función hubo una dinámica por parte de tres jóvenes que empezaron ayudándonos a identificar nuestros gustos y cultura. Luego, finalizaron ayudándonos a acercarnos más a los actores y directora de la obra haciéndoles preguntas para conocer su trabajo más a fondo de esta función. La mayoría de los espectadores respondieron a lo que los presentadores de la obra preguntaba, muchos se sentían identificados tanto en el papel de barro como en el de los personajes agresores y también en los que ayudan. Nos dimos cuenta de que este problema es muy grande y debemos acabarlo a como dé lugar para no generar más inseguridades y problemas psicosomáticos en las personas que padecen de esto. Una buena cantidad de gente se paró y aplaudió esta función por esta gran enseñanza.
¿Cuantas veces los casos de acoso en el colegio y en la universidad, nos dejan perplejos, sin palabras, indignados?
«Barro» es una obra de teatro que nos lleva a los límites de la experiencia…y nos hace pensar.
Escrita por Neil Leyshon y dirigida por Vanessa Vizcarra, «Barro» es una propuesta teatral diferente.
Texto y fotos: Kenni Romero
En un colegio – que puede ser el tuyo – dos parejas de baile se preparan para competir
Baile urbano contra danza clásica. Entre ellos hay fuertes rencillas, harán de todo por ganar.
Cada vez es mayor la diferencia entre ambos grupos.
Falta muy poco para la competencia. …y de pronto aparece en el escenario un ser cubierto de… barro.
Es un ser de barro que trae consigo más preguntas que respuestas
¿Quién es el nuevo o nueva que llegó al colegio? Nadie la/lo tiene en sus redes sociales
Ellos no toleran la presencia de “eso” que llegó y en repetidas ocasiones le piden que se vaya.
Se muestran reacios ante su presencia pero hay un miedo por dentro… a lo desconocido
El miedo comienza a ceder y la sensibilidad por el otro comienza a aflorar
Pero llega el día de la competencia, barro se presenta generando desconcierto y rechazo entre los participantes.
“Barro” es empujada por Fran… ante este acto violento la pareja de baile de Fran decide actuar y ayudar
¿La competencia cede a la sensibilidad por el otro?
Escrita por Nell Leyshon y dirigida por Vanessa Vizcarra (en la foto)