Se paró, tendió la cama, le gusta el orden. “Eso lo aprendí de mi madre, allá en Alemania, aunque tal vez lo hice parte de mi rutina durante el servicio militar en Grecia” se dijo mientras recordaba el itinerario del día, sacar a los perros, preparar las loncheras, llevar a Raúl al colegio, cocinar y diversas cosas que pasan por su cabeza.Es griego de nacimiento, pero su corazón es peruano. Recorrió los dos pasillos que hay en la casa y llegó al patio, donde eufóricamente ladraban los perros, lo esperaban con ansias…