«Periodismo de datos es un conjunto de información que, no solo por su volumen sino por la data o el contenido, nos permite analizar más allá de un hecho específico…». Elizabeth Salazar.
Elizabeth Salazar nos cuenta cómo ha vivido el proceso de cambio en su profesión, el periodismo. Además, nos brinda su visión del futuro del periodismo de datos en el Perú.
¿Qué es periodismo de datos?
Los datos en el periodismo siempre han existido y la labor del periodista debe, por lo menos, basarse en ello. ¿Cuál es la gran diferencia, o las grandes diferencias, entre lo que se conoce actualmente como periodismo de datos y el periodismo tradicional?
Cuando hablamos periodismo de datos no hablamos del dato como aquel que nos pasaba una fuente o que nosotros observábamos cuando ocurría algo irregular en la calle y empezábamos a investigar. Periodismo de datos es un conjunto de información que, no solo por su volumen sino por la data o el contenido, nos permite analizar más allá de un hecho específico… Y, como es tanta la información, ya no la puedo tener en un USB. No es un papel que yo llevo, no es una evidencia; son datos, son números y el periodismo de datos lo que hace es limpiarlos, analizarlos y ver dónde está el problema. Una vez que lo tienes, recién sales a la calle y te pones a reportear. Es un brazo más dentro de la técnica de reportero.
Justamente hacia ese punto, el salir a reportear, van dirigidas muchas críticas para el periodismo de datos. ¿El periodismo de datos implica, necesariamente, un periodismo de escritorio?
Ese es el que hace mal el periodismo de datos. El periodismo de datos es como tu fuente documental, tus fuentes personales… O sea, el periodismo tiene que cubrir tu fuente documental, tus fuentes personales, la observación del periodista, buscar al protagonista… ¿Y qué viene a ser el periodismo de datos dentro de esto? Una herramienta más, porque, como describíamos al principio, el tipo de noticias son diferentes.
Si yo quiero analizar algo sistemático, algo más macro, tengo que recurrir al periodismo de datos. Pero ¿qué pasa luego que la data yo la analizo? Yo puedo decir “en tal región está ocurriendo más esta problemática” o “en estos años se concentró más este fenómeno”, entonces tengo que buscar a gente que me ayude a validar esto o, en todo caso, a desmentir. Porque las cifras pueden mentir si tú no las sabes interpretar, y para interpretar necesitas contrastar esa información; salir a la calle. Ensuciarse los zapatos no es excluyente del buen periodismo de datos.
Resultados del periodismo colaborativo
Acabas de hacer referencia, creo yo, al periodismo colaborativo, que se ha desarrollado a gran magnitud en casos como Odebrecht o Panamá Papers. Uno de los proyectos recientes de Ojo Público, y del cual formas parte, es la Red Investigativa Regional, que busca impulsar el periodismo colaborativo y de investigación en diversas regiones del país a través de alianzas estratégicas. Hasta el momento, ¿qué resultados importantes ha obtenido este proyecto?
Cuando hablamos ya de periodismo colaborativo o de periodismo transnacional ya no estamos hablando de un solo medio que trabaja; estamos hablando de dos o tres medios de comunicación que quieren trabajar en la misma línea. El caso Odebrecht, se ha trabajado con colegas de otros países porque la ruta del dinero cruzaba las fronteras…
El periodismo colaborativo que se está trabajando desde Ojo Público, si bien el periodismo de datos no está bien desarrollado en el interior del país y estamos dando capacitaciones y charlas al respecto para incentivar que se haga, es tender lazos de re-publicación y de difusión por medios de las regiones porque a veces ellos tienen historias muy importantes que no saben cómo enfocarlas para que generen un interés nacional porque no le dan el contexto debido…
Segundo, hay temas de importancia que no pegan aquí porque no tienen el eco, entonces, el hecho de que haya una alianza de difusión es importante para ellos; y es mutua… Y también las historias que ellos puedan tener, más allá del contenido y el enfoque, e incentivar que ellos empiecen a ver sus historias como macro, como sistema de manera que se puedan insertar en el periodismo de datos.
Como bien has mencionado, el conocimiento técnico es primordial para llevar a la práctica esta disciplina periodística, es por ello que se necesita el apoyo de programadores o diseñadores web. Sin embargo, ¿estamos hablando de conocimientos que en algún tiempo deberán ser inherentes al periodista?
Sí, definitivamente. Ya no se va a concebir un periodista que no puede entender de manera mínima como es un lenguaje de programación. Porque si no entiendes, ¿cómo vas a poder dialogar con un programador para explicarle que es lo que quieres? Lo más cercano que teníamos en el impreso era conversar con el infografista… Con el programador se va mas allá: tú le puedes decir “quiero que se vea así bonito, que se mueva la figurita de acá para allá” pero, ¿cómo le das los datos tú para que él los presente de esa manera, es decir, cómo estructuras tu tabla de Excel, cuántas columnas, cuántas filas, variables, le pongo un código, de manera que cuando él lo reciba lo entienda y se replique de la manera que yo quiero?
También es importante conocer el tema multimedia. En otros países se está haciendo mucho trabajo acerca de videos, audios, cómo informar de la mejor manera aprovechando todos los recursos que te da la web…
El caso «Ojo Público»
En el portal en el cual laboras, Ojo Público, se ve que intentan llegar a nuevos públicos a través de formas de narrativa como publicaciones interactivas o cómics multimedia ¿Cómo se mide el impacto generado por estos productos comunicativos?
En realidad toda noticia en cualquier formato que se presente siempre va a buscar generar un cambio sobre todo si son temas sociales: buscar que se corrija quizá o que se asista o que haya algún cambio positivo.
Pero no todas las noticias lo tienen. A veces tienen que pasar muchos años para que algo tenga un efecto y depende mucho del contexto, de las autoridades que estén y las políticas que se lleven en ese momento en un determinado país. Lo mismo pasa cuando tienes un formato multimedia: no cambia porque sigue siendo el mensaje.
Lo que sí puedes obtener es que haya más lectores comprometidos, e informados de lo que ocurre. Lectores que no son de texto amplio pero que pueden ver un video corto, multimedia o que interactúan con alguna aplicación… El cambio social no pasa de manera íntegra por la nota periodística sino por la atracción de la gente, en ese sentido, sí hay más impacto visual sobre todo en las uso de redes sociales y llega a más gente de que si fuera un texto plano.
Para que se llegue a ese tipo de periodismo en el país se requiere una formación técnica. Los recursos técnicos en las universidades nacionales, por lo menos, son escasos y, por ello, el profesional tiene que “buscárselas” por sí mismo. En tu caso, como egresada de San Marcos, ¿cuál fue el punto bisagra para dar un giro de la formación tradicional a este nuevo tipo de periodismo?
En realidad, aprendí mucho más en capacitaciones en el exterior cuando trabajábamos en medios impresos como El Comercio. O teníamos la oportunidad, por nuestra cuenta, de ir a talleres o conferencias para ver lo que está pasando en el mundo, como se está desarrollando el periodismo de datos en otros países. He ahí un poco la inspiración… Pero luego dije: ¿Cómo lo hago? En los talleres puedes tener una idea, pero en tres o cinco días no puedes ser un experto. Cuando salimos del impreso y empezamos con Ojo Público esto ya era una obligación. Lo que nos quedó era correr contra el tiempo y empezar a empaparnos; y en la práctica es donde nos dio todo el conocimiento que hoy estamos poniendo en marcha.
Entrevista: Frank Capuñay
Fotografía: Fabrizio Peceros
Lima, 23 de julio de 2018
@MediaLabUNMSM