Por: Frank Capuñay Laynes, Shanna Taco Loaiza, Bruno Amoretti Aliaga.
El tratamiento del suicidio en la prensa en diversas ocasiones se torna relevante para los estudios sobre el procedimiento del elemento noticioso . Más aun cuando los involucrados son personajes mediáticos, pues el espacio para el alcance a los distintos públicos puede llegar a ser muy vasto. La responsabilidad de las áreas de redacción para colocar palabras, frases y oraciones en torno a este tema suele ser soslayado por el libre albedrío de los redactores, quienes, excediendo sus líneas éticas, rompen con los límites de precaución que circundan a este tipo de contenido. Por tanto, ¿qué recomendaciones se deben seguir para abordar las noticias sobre suicidios con precaución? En el presente texto se desarrollarán algunas de las sugerencias sobre esta cuestión en relación con un caso muy cercano: el suicidio del expresidente Alan García.
La prensa y el tratamiento de suicidios
La catedrática española López Talavera¹ sostiene que el rigor por alcanzar la mayor verdad y la deontología —entendida como la garantía del «deber» (deontos) en los medios— es la seña de identidad que deben seguir los periodistas para distinguirse de los “productores de información” que actualmente inundan las redes sociales e internet. La ética, por consiguiente, rige delimitando los marcos de acción del quehacer periodístico.
Pese a las reglas y deberes éticos en los medios de comunicación, estos, por lo general, no tienen una línea de tratamiento en casos como el suicidio. Esto último suele ser invisible para los medios. Como regla tácita, solo hay espacio en el impreso, o unos minutos en radio o televisión, cuando se trata de una celebridad o personaje público. Incluso en estos pocos casos mediáticos, no se hace el tratamiento correcto, a pesar de que una noticia no se reduce a ver de qué se trata, sino de cómo se trata, tal y como sostienen Olmo y García².
Gould³ señala que las representaciones de suicidas elaboradas por los medios están muy relacionadas con más suicidios en una misma comunidad. ¿Sabrán los hombres y mujeres de prensa de esta relación? ¿Por qué dar pie a declaraciones que vanaglorian al suicida?
El Instituto Poynter⁴, por ejemplo, recomienda en estos casos no señalar los medios de muerte, elegir una voz pasiva, usar a los actores indirectos, entre otras sugerencias. Los medios peruanos han fallado eventualmente en estos aspectos. ¿Se repara en que, prácticamente, una persona se suicida por día en el Perú, según el Ministerio de Salud? En el 2018, se reportaron 1.300 intentos de suicidio, y, en lo que va del año, se han registrado aproximadamente 110 casos⁵. Así pues, es necesario un correcto uso de la información en noticias de este tipo.
Sin ir muy lejos en el tiempo, el tratamiento del deceso de Alan García es un ejemplo pertinente. Este caso ha tenido gran impacto y demuestra la poca responsabilidad de los medios nacionales para con el tratamiento sobre el suicidio de un personaje mediático. El reciente 17 de abril, la noticia de la muerte de Alan García sacudió las salas de redacción de los diarios limeños. El expresidente venía siendo investigado por lavado de dinero, cohecho y colusión agravada a raíz de las revelaciones de corrupción en las obras del Metro de Lima, la Carretera Interoceánica Sur, entre otras. Todo ello en el marco de la detención preliminar en su contra a raíz del escándalo internacional de la empresa Odebrecht⁶.
Es por ello que el acercamiento a las imágenes de las primeras planas de 6 diarios peruanos en su versión física del día jueves 18 de abril, un día después del suicidio del expresidente, ha permitido hacer el estudio sobre las recomendaciones ya señaladas de Poynter.
Usar fotos neutrales del individuo
El diario más antiguo e importante del Perú⁷, El Comercio, publicó esta fotografía en su portada el 18 de abril. Si tenemos en cuenta que, para Barthes⁸, los procesos de significación en las imágenes siempre revelan algo nuevo, este diario no escapa de esta definición. Según el semiólogo francés, la fotografía consta de “órdenes de significación”. Así, en el primer orden podemos encontrar el significado denotado, mientras que en el segundo orden, el significado connotado. En este último, los significados son introducidos por la intervención humana: iluminación, poses, ángulos, filtros, etc. En ese sentido, en esta fotografía se puede observar al expresidente sentado en un sillón con los brazos apoyados en un escritorio. Su rostro refleja suavidad y hasta cierta melancolía. El filtro en blanco y negro de la imagen logra completar el mensaje: muerte y sosiego en un mismo espacio.
Como mencionan Olmo y García, los medios están en el deber de publicar y brindarle relevancia a otro tipo de información complementaria, más allá de detalles, horas, formas y lugares. Hablamos, entonces, de servicios de salud mental, líneas de ayuda disponible, incidencia en la relación entre depresión y comportamiento suicida, y consideración hacia la depresión como condición tratable.
En este otro ejemplo, se observa cómo la portada del diario Ojo viola en múltiples aspectos las recomendaciones que Poynter nos brinda respecto al tratamiento del suicidio. La fotografía —en realidad, un montaje— es, por lo menos, sugerente: se observa a García en actitud suplicatoria, con las manos juntas, en un gesto de oración litúrgica. La mirada hacia arriba, los ojos vidriosos y la boca semiabierta connotan una posición trágica para el expresidente. Por último, el fondo azulino con nubes blanquecinas alrededor terminan de englobar el tratamiento. Según Barthes, el mensaje connotado, en tanto valor cultural, es el modo en que el emisor ofrece al lector su opinión sobre aquel. En esa línea, el diario pretende dar un mensaje: conmover al lector.
Según la OMS⁹, existen suficientes evidencias para concluir que ciertas formas de coberturas periodísticas de suicidios están asociadas con un aumento estadísticamente importante de los mismos. El impacto, según este organismo, es mayor en la población joven. Bajo estas premisas, el tratamiento de la imagen cobra vital importancia, pues, como afirma Vizcarra¹⁰, “el periodista influye en la conciencia de la sociedad”. Los encargados de diseñar y armar las portadas de los diarios poseen responsabilidad política e ideológica; por tanto, el sentido de responsabilidad debe ir más allá de presentar los hechos con sensacionalismos. Se trata, por ende, como concluye Gould, de no retratar el suicidio de una manera heróica o romántica.
La portada del diario La Razón genera una oportunidad para la transmisión indirecta de un “contagio suicida” (Gould, 2001) ya que en primera plana vemos, nuevamente, un montaje fotográfico: García sonríe, levantando la mano izquierda y haciendo un gesto de saludo. No pasa desapercibida la franja presidencial que cuelga el exmandatario, la cual remite a una imagen de grandeza y relevancia.
A su costado y encima de él, se colocan fotografías del velatorio en la Casa del Pueblo: congregación multitudinaria de partidarios, ataúd cargado por congresistas cercanos al exlíder y simpatizantes vociferando frente a micros y cámaras. Siguiendo a Barthes, la paradoja fotográfica implica una coexistencia de dos mensajes: uno con código (el tratamiento fotográfico) y otro sin él (el análogo fotográfico). Esta paradoja conlleva a una de sentido ético: cuando se pretende ser “objetivo”, los valores culturales se resisten a esa copia de lo “real”. Es así que, para la portada del diario La Razón, todo lo anterior contiene un mensaje implícito: una despedida ilustre y memorable a un personaje (también) eminente y significativo. Esta cobertura sensacionalista debe evitarse, pues el uso inapropiado de estereotipos religiosos, culturales o políticos terminan por afianzar el vínculo heroísmo-suicidio.
Como señala Gould, la teoría del contagio conductual precisa que toda persona tiene una motivación preexistente para realizar un comportamiento particular que es, a su vez, compensado por un gradiente de evitación, de tal manera que existe un conflicto de aproximación-evitación. Hasta ahí podemos señalar la naturalidad de la mayoría de conductas humanas. Sin embargo, la aparición de suicidios en los medios de comunicación —y su peculiar tratamiento— puede servir para reducir el gradiente de evitación, esto es, las restricciones internas del observador en contra de realizar acciones suicidas.
Usar titulares neutrales y la voz pasiva
En esta portada del Diario UNO el texto también rompe con las reglas de estilo o tratamiento sobre la noticia. “Era su única salida”, “Eludió la justicia con el suicidio” o “Desenlace fue fatal…” son algunas de las frases que se destacan en la primera plana. No solo se cita al suicidio como una causa de muerte, sino, además, la irresponsabilidad al brindar la información refleja falta de sensibilidad del medio: “Apristas culpan al Gobierno, Fiscalía, Prensa, Gustavo Gorriti y Pedro Cateriano de haber disparado la bala”. Las especulaciones y la falta de explicación dentro de sus páginas a los señalamientos vertidos en la portada es una muestra de que no existe filtro o control de calidad para la publicación de los titulares.
Otras portadas
El diario Trome, no se aleja de esta línea e incurre en lo mismo: “Alán se mató”, “Líder aprista se disparó en la cabeza…”, “Prefirió la muerte antes que la cárcel” o “Apristas lloran en Casa del Pueblo”. En este caso, y muy similar al resto de portadas, las frases aparecen como una solución a un problema: hay una asociación del suicidio a expresiones como “salida”, “opción” o “solución”. Además, el diario añade, a través de una secuencia, los detalles de las acciones realizadas por el suicida. Si lo recomendable, según Poynter, es no pormenorizar el procedimiento del acto, el Trome hace todo lo contrario: lo coloca en primera plana.
El diario La República, por su parte, coloca en su portada frases como “Eligió el juicio de la historia”, o “Decisión fatal”. Nuevamente, se incide en lo mismo: la fatalidad, los detalles, las secuencia de los hechos y las decisiones o escapatorias. Los titulares neutrales en nuestro medio local parecen no existir. No se evita la cobertura en la portada, ni tampoco se evita proporcionar una descripción detallada del método o del lugar.
Por otro lado, elegir la voz pasiva o los actores indirectos, es lo más recomendable en este tipo de noticias, debido a que se reduce la “acción suicida”. Solo uno de los seis periódicos usó la voz activa de una manera menos explícita en sus portadas. Se trata del Diario UNO que, si bien el contenido no deja de ser tendencioso, el punto específico del acto suicida fue más sutil: “Apristas culpan al Gobierno […] de haber disparado la bala”. En esta oración se observa el uso de actores indirectos; sin embargo, al final, se utiliza la voz activa: “Según doctora González, García anunció su suicidio”.
Los otros 5 periódicos fueron directos con el delicado hecho: “Expresidente se disparó” (Ojo), “El expresidente de la República se suicidó” (La República), “El expresidente se suicidó” (El Comercio), “Alan García se mató” (La Razón), “Líder aprista se disparó” (Trome). Nuevamente, ninguno pudo evitar la voz activa.
Los medios de muerte en las primeras planas
La última recomendación de Poynter detalla que se debe evitar indicar los medios de muerte, sobretodo, en titulares, teasers, subtítulos o textos sociales. Sin embargo, los seis periódicos en análisis hicieron énfasis en el cómo del suicidio de García en los titulares de sus portadas. Cada uno estuvo acompañado de una variedad de descripciones. Cuatro diarios detallaron lo siguiente: “… se disparó en la cabeza” (Ojo), “… se disparó con su Colt 38” (La República), “… se mató a los 69 años de un disparo en la sien” (La Razón), y “Líder aprista se disparó en la cabeza” (Trome). En el caso de Diario UNO, si bien no se mencionó el disparo, este se dejó entrever en la siguiente descripción: “Apristas culpan al Gobierno, Fiscalía, Prensa, Gustavo Gorriti y Pedro Cateriano de haber disparado la bala”.
Solo El Comercio evitó mencionar el medio de muerte en la portada. Aunque si bien se mencionó el suicidio (“El expresidente se suicidó…”), el diario fue más pertinente al momento de mencionar el medio de muerte: “… fue operado de emergencia por graves lesiones en la cabeza”. Solo uno de los seis titulares y subtítulos analizados evitó dar detalles que, según las recomendaciones, deberían ser obviados en estos casos.
Conclusión
Los diarios peruanos presentan una tendencia hacia el incumplimiento de lo que distintos expertos y manuales periodísticos recomiendan al momento de informar o cubrir noticias sobre el suicidio, tanto a nivel de imagen, como a nivel de titulares.
Como bien precisa Kelly McBride del Instituto Poynter: “El contagio es real”. Una mejor práctica sobre el tratamiento del suicidio minimizaría este “contagio” del suicidio en el comportamiento de una persona altamente propensa a caer en depresión; sin embargo, la forma actual y tradicional en cómo los medios nacionales cubren dicho tema, puede influir de forma negativa al contribuir al “contagio”. Urge una reflexión dentro de las redacciones y estudios sobre si se hace un uso correcto de la libertad, pues, como indica Vizcarra, la libertad es peligrosa si no va unida a la responsabilidad, que en el caso del periodista, es una responsabilidad social. Por tanto, es nuestro deber promover un tratamiento respetuoso y libre de sensacionalismos sobre este tópico tan delicado en los medios.
Referencias:
¹López, M. (2016). Ética en los medios de comunicación: prensa, radio, TV y cine. Con recopilación de casos prácticos. Barcelona, España: UOC.
²Olmo, A. y García, D. (2013). El tratamiento de las noticias sobre suicidios: una aproximación a su reflejo en los medios de comunicación. Estudios sobre el Mensaje Periodístico, 20(2), pp. 1149-1163. DOI: https://doi.org/10.5209/rev_ESMP.2014.v20.n2.47056
³Gould, M. (2001). Suicide and the Media. Annals of the New York Academy of Sciences, 931(1), pp 200-224. DOI: https://doi.org/10.1111/j.1749-6632.2001.tb05807.x
⁴McBride, K. (2018). Best practices for covering suicide responsibly. Recuperado el 15 de mayo del 2019 de https://www.poynter.org/reporting-editing/2018/best-practices-for-covering-suicide-responsibly/
⁵Perú 21 (23 de abril de 2019). ¡Preocupante! Todos los días se suicida una persona en Perú. Recuperado el 15 de mayo del 2019 de https://peru21.pe/vida/suicidio-preocupante-dias-suicida-persona-peru-473768
⁶RPP. (17 de abril de 2019). Dirigentes apristas: Muerte de Alan García es consecuencia «de todo un mecanismo de persecución». Recuperado el 15 de mayo del 2019 de https://rpp.pe/lima/actualidad/dirigentes-apristas-muerte-de-alan-garcia-es-consecuencia-de-todo-un-mecanismo-de-persecucion-noticia-1192315
⁷Godoy, J. (2017). Entre liberales y conservadores. ¿Qué explica los cambios en la cobertura política del diario El Comercio durante el siglo XXI? (Tesis de maestría). Pontificia Universidad Católica del Perú, Lima, Perú.
⁸Barthes, R. (1986). Lo obvio y lo obtuso. Imágenes, gestos, voces. Barcelona, España: Paidós.
⁹Organización Mundial de la Salud (OMS). (2014). Prevención del Suicidio: un imperativo global. Washington D.C.: OPS. Recuperado el 15 de mayo del 2019 de https://apps.who.int/iris/bitstream/handle/10665/136083/9789275318508_spa.pdf%20;jsessionid=76BC83C4E77BFD6749ED945B64C24BBA?sequence=1
¹⁰Vizcarra, S. (2002). La responsabilidad social del periodista frente a la noticia como mercancía. Revista Latina de Comunicación Social, (46). Recuperado el 15 de mayo del 2019 de http://www.revistalatinacs.org/2002/latina46enero/4602vizcarra.htm
Por: Frank Capuñay Laynes: frank.capunay@unmsm.edu.pe / Shanna Taco Loaiza. shanna.taco@unmsm.edu.pe / Bruno Amoretti Aliaga: bruno.amoretti@unmsm.edu.pe
Lima, 02 de junio de 2019
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