Orgullo, historia y danza

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Con el objetivo de construir una identidad nacional mediante la danza folclórica, el Elenco Nacional de Folclore (ENF) vuelve a los escenarios, en el mes patrio, con su obra emblema: Retablo. Esta versión, Retablo de Fiestas Patrias, cuenta con la participación de más de cincuenta artistas en escena, entre músicos y bailarines, dirigidos por Fabricio Varela, director artístico del ENF. En esta ocasión, la finalidad del espectáculo es acercar a la comunidad peruana a nuestra historia bajo el marco del 197 ° aniversario de la Independencia del Perú.

La función está dividida en dos partes: la primera cuenta pasajes históricos como las diferentes batallas por la independencia, la llegada de los españoles y la esclavitud de los negros en las zonas altiplánicas; mientras que la segunda muestra la diversidad de nuestra cultura haciendo un pequeño y breve viaje por las tres regiones del país.

El cuadro inicial narra las hazañas heroicas de personajes desconocidos, que dieron su vida por conseguir la tan anhelada liberación. En Soldados, lo más impactante es la coordinación de los bailarines al emular las maniobras de los militares durante la guerra en algún lugar de la geografía andina. Los diferentes cánones y figuras complejas asombran al espectador haciendo que este pueda visualizar un paso distinto en cualquier punto del escenario. Por otro lado, la interpretación de las bailarinas en Rabonas demuestra el sentir de aquellas mujeres que se alejaban del seno familiar por defender a la patria.

Otro pasaje que merece ser recordado es Tundique. Aquí se ve la explotación de los esclavos  traídos de África, en el siglo XV, para llevarlos a trabajar en las minas del Altiplano, siendo sometidos no solo a los maltratos del caporal sino también a condiciones climáticas extremas. Frente a los abusos del capataz, los esclavos alzaran su voz de protesta siempre acompañados de la viuda, personaje que simboliza la esperanza y la libertad.

Este episodio es una buena introducción para desarrollar la danza posterior: Morenada. Con ella se reprodujo la Festividad de la Virgen de la Candelaria en Puno, fiesta de todos los años en el mes de febrero y que personas de diferentes lugares llegan para bailarle a la mamita Candelaria. Cada bloque desfiló de manera justa los trajes de luces, distinguidos por los elementos que lleva como las lentejuelas, plumas, máscaras y cetros, además de sus colores llamativos.

El siguiente segmento de la obra tiene una temática distinta que no necesariamente guarda relación con las primeras escenas. Si bien su fin principal es mostrar al público las diferentes costumbres del país, este cambio violento entre ambos bloques pudo causar confusión en el espectador pues no continua con la línea establecida en la parte inicial del espectáculo.  

Asimismo, el ENF propone un bloque especial dedicado al compositor don Augusto Polo Campos. En él, el marco musical interpretó las piezas musicales “Y se llama Perú” y “Contigo Perú”, que fueron entonadas al unísono por el público. Esto generó gran emoción ya que dichos temas han sido adoptados en la cotidianidad peruana como especie de himnos que desbordan gran sentimiento por la patria.

Por último, nuestro baile nacional, la Marinera norteña, expresión dotada de gracia, elegancia y picardía, fue uno de los momentos más esperados de la noche. Desde el inicio con el bailarín, en el medio del escenario haciendo gala de su destreza, hasta la coreografía, que resalta la complicidad y enamoramiento de las parejas, cautivaron a los asistentes.

Este espectáculo nos enseña que hay más factores por los cuales debemos sentirnos orgullosos, que el fútbol no es lo único que nos da alegrías, también está la variedad de nuestra cultura en sus diferentes manifestaciones. Una sala llena de personas nos demuestra que el público quiere más de su cultura y Retablo es un claro ejemplo de ello, pues acerca al espectador a sus raíces.   

En la actualidad, el sentimiento de peruanidad se ha referido a esa superficial creencia de comer ceviche, tomar inca kola o llevar un polo de la Marca Perú; sin embargo, el Perú no solo es un plato de comida o una bonita danza, es la historia que hay detrás de su territorio, de su gente que, aun sabiendo que existen muchos problemas por resolver, no pierde la esperanza de ver realmente libre al Perú de todo acto de violencia, discriminación o corrupción.

Por Andrea Cáceres y Claudia Rojas

silvia.caceres1@unmsm.edu.pe

claudia.rojas2@unmsm.edu.pe

Fotografía: Gran Teatro Nacional

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