«La vaca descarriada, la domadora de sueños o como sea que ella misma se haga llamar, se involucró con la teatralidad desde muy niña, cuando decidió “separarse” de su familia y “vivir” en la azotea de su casa; sus hermanos, adultos todos, no podían pasar todo el tiempo con ella, así que decidió jugar consigo misma, solitaria, imaginando que un simple sillón era un cohete espacial e inventándose rituales y melodías para hacer que una tarde soleada se convirtiera en una lluviosa».
Una entrevista realizada por Adrian Fernando León Vergara, NicoleTorres Chung, Antony Valencia Ruiz