El movimiento corporal nos envuelve en la historia

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Cada una es un apoyo de otra. Tienen la mirada hacia lo alto y los brazos tendidos. ¿Acaso oran para no perder la fe ante tanta penumbra?

¿Cómo se sienten al apreciar una obra artística? Cuando escuchamos la tercera llamada y se apagan las luces, formamos parte de ese nuevo mundo del cual no sólo seremos espectadores sino también partícipes de una escena artística, adentrándonos en la musicalidad, en los movimientos del baile y en la historia de la actuación.

Esa sensación la vivimos cuando fuimos a ver El jardín del fauno y otras cuatro creaciones coreográficas, Paquita, Reus, Purple Bend I, But I never saw another butterfly again. Todas estas piezas constituyen una obra escénica que apostó por elevar el nivel técnico de sus bailarines y exploró nuevas formas de lenguaje escénico como la gravedad y la velocidad. Esas técnicas fueron mostradas por el director artístico del Ballet Nacional del Perú, Jimmy Gamonet, en la Segunda Temporada 2018 de esta compañía en el Gran Teatro Nacional.

Esta propuesta del maestro Gamonet se ve reflejada en la coreografía de Reus, representación de un juicio, en el que los bailarines se mueven de manera instintiva reflejando el personaje de acusado, juez y jurado y en la que este último tiene un mayor desplazamiento en el escenario donde expresa el poder que tiene sobre el acusado. La naturalidad del desenvolvimiento corporal de los bailarines logra que el espectador sienta tristeza, enojo y confusión en cada paso, salto y palmada que va al ritmo de la melodía.

Purple Bend I es una pieza artística que no tiene una historia explícita, es decir, el espectador le da sentido a la coreografía según lo que aprecie. Al inicio se presentó como una escultura que comenzó a cobrar vida. Además del movimiento minimalista que desarrollaron el dúo de mujeres, también se observó un trabajo abstracto porque el desenvolvimiento corporal de las dos jóvenes no tuvo una conexión con la línea melódica de fondo.

But I never saw another butterfly again, es una coreografía que tiene como eje temático el Holocausto donde una madre busca el cuerpo de su hijo. En la escena, los colores de la vestimenta, azul y morado, y la kinestésica de las bailarinas honra la intención original del compositor que es sentir el momento de tristeza y esperanza que pasa la madre. Tristeza por la pérdida del hijo y esperanza porque recuerda que ella junto a otras madres, todavía están vivas.

Se observa en Paquita, un estilo de danza llamado «danza divertimento» que es la agrupación de movimiento y secciones donde primero se presenta al cuerpo de baile integrado por los solistas y los principales; después vienen las variaciones en las que se muestra el nivel técnico de los solistas y principales y al final se vuelve a mostrar al cuerpo de baile. Se trata de un ballet de repertorio internacional muy conocido. Para entenderlo se debe agrupar las piezas de baile como un rompecabezas.

El jardín del fauno se compone de una serie de danzas festivas que giran alrededor de Pan, una criatura que es mitad humano y mitad animal. Los seres vivos bailan y celebran la vida en el bosque. En esta pieza artística, las luces son importantes porque balancean el espectáculo y sirve para diferenciar los periodos del día, en la mañana con un color rojo, el color naranja en la tarde y la noche de un color azul.

Escrito por: Carolina Amable

Fotografía: Natali Conde

Correo: carolina.amable@unmsm.edu.pe

 

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