Este artículo forma parte de nuestra serie sobre desinformación en tiempos de pandemia.
#ContraLaDesinformación.
Una serie de directrices para realizar fact-checking fueron difundidas por UNESCO en colaboración con el Ministerio de Información, Publicidad y Servicios de Radiodifusión de Zimbabue para hacerle frente a la desinformación sobre la Covid-19. Conocer las fuentes, el tiempo y contexto son algunos de los pasos a seguir para que todos puedan obtener la información correcta de las fuentes correctas.
¿Qué o Quién lo dice/difunde?
En primer lugar, UNESCO recomienda verificar la credibilidad de la fuente de información. Por ejemplo, si se trata de un post en redes sociales es recomendable ir a los enlaces que se muestran antes de compartirlo. Luego de conocer que se trata de una fuente fiable es importante reconocer en qué datos se basa la información y qué tipo de pruebas presenta para sustentar lo que se afirma.
Otro punto importante es conocer quién dice o a quién se le atribuye dicha información. Investigar si el autor es conocido, una autoridad o experto en el tema, si tiene un sitio creíble y si, finalmente, existe tal persona.
Más allá de la fachada
Los titulares pueden ser engañosos, por ello, para entender acerca de qué trata una información es mejor leer la historia completa. Leer más allá del titular también permite reconocer si se trata de una broma, de información con contenido satírico o de una información seria. Ello incluye revisar la fecha de la historia o información puesta en cuestión. En el siguiente ejemplo, se muestra como una publicación mencionaba que en Argentina se estaban “liberando” presos para evitar contagios, cuando en realidad se había optado por la prisión domiciliaria como en otros países.
Captura de Pantalla (Fuente: AFP Factual)
El #Yocreo de la desinformación
En ciertas ocasiones, una persona siente la necesidad de compartir cierta información porque se asemeja a las creencias. costumbres, actitudes y comportamientos que se han interiorizado. Ese razonamiento motivado suele imponer las creencias de uno antes que criticidad. Al respecto, UNESCO recomienda comprobar estos prejuicios y creencias para que no afecten nuestro juicio frente a la información adquirida. Ello implica acudir a los expertos en el tema o autoridades encargadas, así como utilizar otros medios o plataformas de verificación de datos.
Si bien, parece una tarea compleja, actualmente han surgido plataformas como AFP Factual, organización dedicada a la verificación de información sobre el coronavirus. Una plataforma intuitiva y dinámica, que tiene presencia en redes sociales como Twitter y con presencia en WhatsApp para que todos puedan acceder a información verificada.
Se reúne verificaciones de información de varios países de Latinoamérica y España. (Captura de Pantalla)
Replicar una cadena en WhatsApp, compartir un post o retuitear lo que tal personaje escribe se ha convertido en parte de la rutina diaria. Hacer que sea así de sencillo compartir información verificada está en manos de todos. Decidir qué información se comparte es como decidir el salir de casa en cuarentena: Solo cuando es necesario, cuando sabes que es seguro o cuando puedes salvar una vida.
Referencias:
Andreas Vlachos, Sebastian Riedel. (junio de 2014). Proceedings of the ACL 2014 Workshop on Language Technologies and Computational Social Science.Fact Checking: Task definition and dataset construction. Association for Computational Linguistics, Estados Unidos: Maryland, pp. 18–22. Recuperado de https://www.aclweb.org/anthology/W14-2508.pdf
Factual.afp.com. (2017) ¿Quienes somos? Recuperado de https://factual.afp.com/quienes-somos
«COVID-19: Check the facts». Unesco. (s. f.) Recuperado de https://en.unesco.org/news/covid-19-check-facts.
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Lima, 14 de mayo de 2020