El director uruguayo José Serebrier dirige la Orquesta Sinfónica Nacional. Foto: Gran Teatro Nacional
¿Cómo conviertes el amor a tu país en una gran obra de arte? Xiaogang Ye lo logró, y trajo al Perú una vasta colección de composiciones que contaron la historia que él consideró merecedora de ese honor, por su importancia y trascendencia.
El Gran Teatro Nacional, una vez más se hizo con la dicha de recibir a grandes artistas que en una magnífica muestra de intercambio cultural hicieron de una noche de invierno en Perú inolvidable para muchos, presentando “La historia de China”
La Orquesta Sinfónica Nacional, cumpliendo 80 años, el Coro Nacional junto al Coro Nacional de Niños y el director uruguayo José Serebrier, quien fue ganador de un Grammy en 2004, dieron vida a la creación del ya reconocido compositor contemporáneo chino Xiaogang Ye, quien estrenaba en este país su repertorio.
El teatro estuvo lleno, muchas miradas marcadas de experiencia y la mirada curiosa de jóvenes se dirigían hacia un escenario iluminado que brillaba por los grandes instrumentos que la orquesta nos tiene acostumbrados, más otros adicionales provenientes de la región. Pero el verdadero brillo lo dieron los grandes artistas que salieron a escena con vestidos de Gala y ternos, un risueño director extranjero y eventuales invitados que dieron la fórmula necesaria para contarnos una gran historia.
La forma sublime de dirigir de Serebrier fue fundamental para sentir la dulzura de la música que llegaba a nosotros con gran fuerza y energía. La Orquesta se encargó de dar vida a aquellas notas que nos transportaban a China, pues según palabras del propio director «mi historia es parte de la historia China”. Se contó así con una amplia variedad de temas históricos, topográficos y románticos de diversas regiones del lugar.
Por momentos, se sentía una pequeña pérdida de la armonía como la entrada de algunos instrumentos que rompían con esta, u otros que opacaban por sobre encima a los de cuerda. Como si cada instrumento fuera por su parte y luego se unieran nuevamente.
La presentación de artistas como Li Yuhe en el violín y Yuan Jie en el piano, fueron de las más ovacionadas por el público; la frescura, pero a la vez profesionalismo y el gran talento de los jóvenes chinos lograron complementar perfectamente en la función.
A la muestra artística asistieron tanto extranjeros como nacionales, en Perú no se acostumbra a escuchar en vivo un repertorio como ese, eso llamó la atención de los peruanos que vieron el espectáculo como una oportunidad para conocer y acercarse culturalmente al ya mencionado país oriental, y ¿qué mejor que la música y su extraordinario lenguaje para hacerlo?.
Texto: Sebastian Hidalgo Soria
Fotografía: Gran Teatro Nacional
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Lima, 25 de agosto de 2018