El ambiente que rodeaba al Gran Teatro Nacional era mágico y, no era para menos, dado que la presentación iba a estar llena de momentos agradables y con la misión de darnos un viaje no solo por el cine, sino también a través de los recuerdos.
El ambiente que rodeaba al Gran Teatro Nacional era mágico y, no era para menos, dado que la presentación iba a estar llena de momentos agradables y con la misión de darnos un viaje no solo por el cine, sino también a través de los recuerdos.