Olivia Sohr: “El camino para combatir la desinformación está en una ciudadanía más crítica”

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Esta entrevista forma parte de nuestra serie sobre desinformación en tiempos de pandemia.

#ContraLaDesinformación

En esta segunda entrega, la directora de Impactos y nuevas iniciativas del fact-checker Chequeado, Olivia Sohr, conversa con nosotros sobre los sesgos de confirmación, la propagación de desinformación y su impacto en los países democráticos.

¿Cómo nace y se propaga tan rápido la desinformación ?

Muchas de las desinformaciones […] nacen en pequeños grupos que, quizá, son relativamente marginales en Facebook, en WhatsApp o demás, pero uno de los problemas más grandes que tenemos con la desinformación es que de esos grupos salta a la población, muchas veces gracias a amplificadores que son artistas, cantantes, modelos y a veces medios de comunicación tradicionales que porque ven que algo está circulando mucho retoman esas desinformaciones y no son claros al desmentirlas y hacen que estas desinformaciones circulen más en la población, con lo cual hay también como un juego complicado en cómo cubrir las desinformaciones y, a la vez, no darles más aire y no darles más llegada. En eso nosotros tenemos todo un trabajo […], haciendo un equilibrio muy precario y revaluado todo el tiempo entre cuándo vale la pena salir a desmentir algo y darle más visibilidad y cuándo vale la pena no hacerlo para no darle más visibilidad justamente a algo que por el momento es marginal.

¿Por qué existe una gran cantidad de personas propensas a desinformarse?

Depende un poco del tipo de desinformación. Por ejemplo, en el caso de las teorías conspirativas, hay algunas cosas que a nosotros como humanos nos cuesta entender. Por ejemplo, que una mutación natural que se dio en una zona de China pueda tener bloqueado al mundo durante casi un año generando ciento de miles de muertos, y esa idea de que algo tan pequeño y azaroso pueda generar esto, nos cuesta entenderlo y, en consecuencia, como nos cuesta entenderlo mucha gente prefiere pensar que hay algo más planificado detrás; que esto no puede ser el azar y que hay un sesgo nuestro que nos cuesta entender que cosas pequeñas generen consecuencias muy grandes […]

Olivia Sohr

En el caso de las curas, también son las ganas de creer que hay algo que lo resuelve y en eso, creo que todos alguna vez caemos, en querer creer en alguna nota esperanzadora que dice que ya se inventó una cura y demás. Mi primera reacción es creer en que es así, después uno lo mira y dice “mmm… la evidencia no está muy clara”, “no me parece tan categórico como parece decir el título” y así uno lo empieza a investigar y dice “bueno, tal vez no es así”. Pero todos en el fondo queremos leer noticias esperanzadoras sobre el fin de esta pandemia por razones muy humanas y muy lógicas. Y así, creo que hay distintas motivaciones que pueden llevarnos a entusiasmarnos, indignarnos o atribuir causas a cosas que no lo son para generarnos más certeza y tranquilidad, en un momento en el que además es de mucha incertidumbre: no sabemos bien cómo funciona la enfermedad y no sabemos cuándo esto va a terminar. Buscar este tipo de certidumbre en la desinformación, que son mucho más categóricas que las noticias, quizá ayudan a muchos a sobrepasar el momento.

¿Considera que la desinformación podría afectar la creencia de las personas hacia una futura vacuna contra el Covid-19?

Sí, y de hecho pasó antes del coronavirus. Las desinformaciones sobre vacunas son un tema grave. […] Hay círculos que creen muy intensamente en estas desinformaciones y que jamás vacunarían a sus hijos. Después, hay círculos de gente que tienen dudas y, si están expuestos a estas desinformaciones, pueden terminar cayendo a “ese lado”[…]. 

Por lo cual, estas desinformaciones alrededor de Bill Gates: microchip, 5G y todo lo demás; si uno lo analiza de forma lógica hay cosas que se contradicen muchas veces dentro de esa misma teoría. […] Cuando la gente cree en esos tipos de cosas no está reaccionando de manera racional, sino que es una cuestión mucho más emocional y también de grupo de pertenencia. Aunque las vacunas demuestran ser eficientes y seguras, pasando por todos los procesos necesarios que garanticen su seguridad, el hecho de que haya gente que decida no ponerselas, porque vio estas desinformaciones, podría generar consecuencias terribles. […]. No solo son decisiones individuales, sino que necesitamos que el resto también esté protegido para nosotros estarlo.

¿Considera que la penalización ante la difusión de desinformación es una propuesta de solución viable?

No, creo que con los antecedentes no tan democráticos de la región, es más claro todavía.  Yo no le daría el poder a ningún gobierno para definir qué se puede publicar y qué no, y cómo penalizar a quienes publiquen falsa información […]. Me parece que eso es mucho más peligroso en términos de libertad y democracia a las consecuencias que podrían tener las desinformaciones. Creo que el camino para combatir las desinformaciones está más en una ciudadanía crítica que en un estado que regula la información que circula.

¿Considera que la desinformación está perjudicando la democracia de los países?

La desinformación sí menoscaba la democracia. Por ejemplo, en épocas electorales la desinformación puede colaborar a correr la agenda hacia cuestiones falsas y obligar a todo el mundo a tener que salir a desmentir algo falso y terminar discutiendo sobre eso, en lugar de discutir sobre otras cosas y embarra la cancha de la discusión democrática y hace que uno, como ciudadano, tenga que estar mucho más preocupado por saber si las cosas son verdad o no. No solamente estar informados, sino que una vez que se informa, saber si esa información es correcta o no. Lo cual hace que sea mucho más difícil para una persona que consume noticia quizá de manera más incidental, que no es alguien que esté siguiendo en el día a día lo que pasa, hace que sea mucho más difícil para esa persona estar informada y, por lo tanto, participar del debate público porque empieza a tener esta desconfianza normal, y está bueno que tenga  esa desconfianza, de “¿será cierto esto que me mandan o no?, ah no sé, bueno, ya está” y que esa desconexión con la agenda pública sea mucho más fuerte porque la cancha está más embarrada porque ni siquiera puedes saber cuándo algo es cierto y cuándo no.

Esta entrevista fue realizada por:

@Kelly Cárdenas Ortega: kelly.cardenas1(at)unmsm.edu.pe   

@Sergio Crispín Buiza: sergio.crispin(at)unmsm.edu.pe  

@Jesús Huamán Duránd: jesus.huaman13(at)unmsm.edu.pe  

@Milagros Otárola Ccochachi: milagros.otarola(at)unmsm.edu.pe  

@Genjy Simon Ríos: genjy.simon(at)unmsm.edu.pe  

@MediaLab UNMSM

Lima, 20 de setiembre de 2020

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