Esta entrevista forma parte de nuestra serie sobre desinformación en tiempos de pandemia.
#ContraLaDesinformación
¿Cuál es el futuro de los verificadores post pandemia? En esta tercera entrega, la periodista coordinadora de Chequeado y de la red Latam Chequea, Olivia Sohr, nos habla de la infodemia, el papel que juegan los medios de comunicación en la difusión de desinformación, los avances tecnológicos y la automatización de procesos en la verificación de información.
¿Qué papel deben jugar los medios de comunicación en el actual contexto de infodemia?
En este contexto, creo que el rol de los medios es sobre todo aportar información clara y confiable sobre los temas relevantes y separar qué cosas no son confiables o relevantes. Por ejemplo, mucha de la desinformación que circuló en un primer momento no era necesariamente gente mal intencionada que quería distorsionar la evidencia o presentar información sin evidencia. Sino, que todavía muchos estudios científicos estaban en proceso de elaboración sin haber sido revisado por pares, sin todas las medidas para que sean evidencia confiable y como había una avidez por saber todo lo que había sobre coronavirus, muchos medios reproducen estos estudios sin los cuidados necesarios para señalar que no se trataban de estudios confiables y que eran estudios preliminares. Eso también suma a la confusión en un momento así.
Uno de los grandes problemas que tenemos es que no sabemos muchas cosas y es difícil para los periodistas que queremos hacer títulos categóricos y claros, decir: “esto es lo que se sabe y esto es así”. Tener que comunicar hasta donde sabemos con la evidencia disponible según lo que se estudió en tal lugar. Nos cuesta porque va en contra de lo que tratamos de hacer, pero en este caso la verdad es la medida responsable en la forma en la que vamos a comunicar, porque no podemos dar certezas sobre cuestiones que están en plena investigación.
¿Cómo afecta el avance tecnológico en la verificación de la información?
Nosotros estamos trabajando en Chequeado hace años en automatizar parte de nuestros procesos para hacerlos más eficientes y más rápidos. Hoy tenemos un sistema que se llama el Chequeabot, que es un bot que toma las cosas que se publican en muchos medios de comunicación: discursos presidenciales, versiones taquigráficas del congreso y un montón de otras fuentes. Revisa todo eso y nos dice que hay cosas —que circularon en los últimos días, en la última semana, el periodo de tiempo que sea — que son chequeables (…).Estamos trabajando en otras partes del proceso, por ejemplo, uno de los grandes temas que tenemos es WhatsApp porque, como saben, no hay estadísticas por buenas razones: son comunicaciones privadas (…). Por ello, estamos trabajando en nuevas formas y tenemos una línea de WhatsApp donde recibimos mensajes de nuestra audiencia, nuestra comunidad y estamos trabajando en mejores formas de sistematizar esa información para trabajarla mejor y tener una idea más clara de qué es lo que está circulando.
(Con respecto a la automatización) No creo que los humanos nos quedemos sin trabajo en esa línea, porque una vez que se identifica, después viene un montón de trabajo periodístico a hacer. Pero sí, sobre todo, en las primeras fases de identificación de las desinformaciones y en algunas partes de la búsqueda de fuentes nos puede ayudar un montón la tecnología para hacer mejores nuestros procesos.
¿Qué otros agentes de la comunicación son capaces de difundir desinformación?
Creo que el otro gran actor, aparte de los medios de comunicación y la ciudadanía, son las plataformas y redes sociales. Digo plataformas porque incluyo a YouTube que no necesariamente es una red social, pero es un lugar donde circula mucha desinformación. Facebook, Twitter, TikTok, WhatsApp, Reddit, Instagram y todos los lugares donde la gente intercambia mensajes —la mayoría personales— (…), se prestan para que circulen desinformaciones. Son actores “súper” relevantes y las políticas y las decisiones que ellos tomen sobre cómo circula la información en sus plataformas afecta un montón la circulación, o no, de la desinformación.
Pienso que otros actores importantes son los amplificadores, que pueden ser influencers, actrices, modelos, actores, cantantes, y en algunos otros casos periodistas y políticos como Trump o Bolsonaro. Estos son casos de políticos que han amplificado desinformaciones de forma muy clara, lo que los convierte en actores claves, ya que son los que llevan la desinformación de un grupo —relativamente pequeño— de usuarios que lo vieron en redes sociales, a un público masivo. Por lo tanto, puede ser muchísimo más dañino que quienes crearon la teoría conspirativa o la desinformación en su origen.
Por supuesto, el Estado y la información pública también juega un rol en esto, porque muchas veces nosotros para desmentir esas desinformaciones necesitamos acceso a buenos datos y a información confiable. En eso también juega cuánta información confiable provee el Estado. No es el único actor, por supuesto hay otros más. No es solo el Estado el que debe responder a las desinformaciones pero es uno de los actores clave.
¿Crees que los medios especializados de fact-checking son el futuro del periodismo?
No necesariamente, porque el fact-checking es un tipo de periodismo bastante específico que creo que es necesario, relevante e importante, pero no es el único. También hay mucho que hacer en crónicas periodísticas, en cobertura del día a día. El fact-checking se demora un poco más de tiempo en poder producir sus notas, justamente porque va a buscar las fuentes originales, va a buscar al detalle y hace el análisis más en profundidad, eso requiere más tiempo y no podemos esperar que todo el periodismo tome tanto tiempo en hacer una nota de fact-checking, sino no tendríamos cobertura diaria de lo que va ocurriendo. Con lo cual, creo que el fact-checking es un complemento a otros tipos de periodismo. Considero que sirve y ayuda: es un formato que sirve para comunicar rápidamente información, pero no necesariamente me parece que sea el único y el central en el futuro sino una forma más de periodismo que colabora a una mejor comprensión de la realidad.
¿Cuál crees que sería el futuro para los verificadores post pandemia?
Esto ya es predicción personal, pero probablemente lo que ocurra cuando acabe la pandemia —si es que algún día llega a acabar, esperemos que así sea—, es que vamos a volver a las desinformaciones más comunes, y de hecho es lo que hemos ido viendo. Por lo menos acá en Argentina cuando arrancó toda la pandemia mucha de la desinformación estaba vinculada al virus en sí, cómo se transmite, cómo se cura y con el tiempo lo que fuimos viendo es que las desinformaciones se fueron volviendo más políticas y más elaboradas: “vieron que acá el gobierno muestra que hizo un hospital, pero en realidad no lo hizo”, “vieron que acá es donde la oposición dice que se hizo una marca pero en realidad no” y muchos más vinculados al virus, pero también bastante partidarias en la forma en la que se presentan, y probablemente lo que vaya a ocurrir es que las desinformaciones van a seguir existiendo, quizás bajen en volumen, ojalá, pero lo más probable es que simplemente cambien de forma.
Esta entrevista fue realizada por:
@Kelly Cárdenas Ortega: kelly.cardenas1(at)unmsm.edu.pe
@Sergio Crispín Buiza: sergio.crispin(at)unmsm.edu.pe
@Jesús Huamán Durand: jesus.huaman13(at)unmsm.edu.pe
@Milagros Otárola Ccochachi: milagros.otarola(at)unmsm.edu.pe
@Genjy Simon Ríos: genjy.simon(at)unmsm.edu.pe
@MediaLab UNMSM
Lima, 21 de setiembre de 2020