lunes, 21 abril 2025
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Tratamiento mediático sobre Venezuela en la prensa digital peruana*

Análisis de contenido de El Comercio y La República en Twitter

Resumen

Este trabajo estudia los mensajes periodísticos que sobre la situación de Venezuela presentó a la prensa peruana en la red social Twitter en el segundo semestre de 2017. El contenido de dichos medios se analizó sobre la base de la teoría del encuadre. Los resultados indican que El Comercio, medio de encuadre de derechas, a comparación de su par La República, aborda con mayor preocupación encuadres cargados de información visual (fotografías o videos) con énfasis en el interés humano (gente que sufre las consecuencias de la crisis), lo cual generaría rechazo al régimen que impera en dicho país. Por el contrario, La República, inclinado más hacia la izquierda política, tiende a otorgar más importancia a la atribución centrada en la habilidad de un gobierno o grupo para resolver problemas, lo que llevaría a pensar en las oportunidades con que cuenta una gestión como la que administra Nicolás Maduro.

Introducción

Desde que Pedro Pablo Kuczynski asumiera la presidencia del Perú en julio 2016, su gobierno ha mantenido una tensa relación con Venezuela, emitiendo no solo pronunciamientos sobre la crítica situación política de esa nación ‘boliviariana’, sino también impulsando, como en julio 2017, la creación de una “liga de países amigos” (el Grupo de Lima), con el fin de promover una transición democrática.

La reacción del gobernante venezolano, Nicolás Maduro, no se hizo esperar. Por ejemplo, luego de que su par peruano convocara a los cancilleres latinoamericanos a una reunión en Lima para discutir la situación de Venezuela, este insultó a Kuczynski de “inmoral”, “agente” de los Estados Unidos, un gobernante “que mueve la colita como un perrito”. Además, dijo que “no es ni peruano”.

A partir de dichos incidentes, la prensa preocupada por los temas que afectan a un “auditorio heterogéneo” (Gomis, 2008; Gutiérrez Coba et al; 2011), tienen el reto de convertirse en “conciencia social” (Caminos Marcet, 1997) con el fin de captar y retener el interés público (Bennet, 1995) por medio de una “idea organizadora central” (Tankard, 2001) o frame (De Vreese, 2005), de tal manera que: “promueva una definición del problema determinado, una interpretación causal, una evaluación moral y/o una recomendación de tratamiento para el asunto descrito” (Entman, 1993, p. 52).

De acuerdo con Sádaba (2001) y Rodrigo Alsina (2005) los periódicos son aparatos ideológicos donde la sola generación de noticias supone construir realidades. Al respecto, los diarios nacionales El Comercio, que se encuentra situado ideológicamente en la derecha tradicional y La República, como medio cercano a la izquierda, han presentado en sus ediciones digitales temas y encuadres sobre Venezuela que posiblemente se correspondan con estas respectivas líneas editoriales, lo cual ofrecería, como consecuencia a sus lectores, diferencias en cuanto a la cobertura informativa. Para Lazasrsfeld y Merton, citados por Méndez Rubio (2008), estos impresos constiturían “medios aptos para la propaganda”, donde “propaganda está siendo tomada como eje en torno al cual giran las consideraciones relativas al vínculo entre comunicación y sociedad” (Méndez Rubio, 2008, p. 47).

Aunque en las bases de datos, no hemos encontrado investigaciones que hayan abordado, a través de la identificación de los encuadres noticiosos enmarcados en la teorías subjetivista del construccionismo (Aruguete y Zunino, 2010), las representaciones o imágenes que existen sobre un  régimen como el venezolano o sus consecuencias en un medio local; sin embargo, existen trabajos como el de Igartua & Humanes (2004), quienes en una investigación sobre las imágenes de América Latina en los diarios españoles, sostienen que en  la prensa se están usando estrategias discursivas que asocian, principalmente, a países como Venezuela y Colombia con acontecimientos negativos (conflictos armados, sucesos, accidentes, desastres naturales, etc.) y con encuadres de conflicto e interés humano.

Ante la falta de estudios que ofrezcan resultados relativos a la representación que los principales medios nacionales tienen sobre Venezuela, esta investigación pretende agrupar y analizar el trabajo de los diarios en mención en el segundo semestre de 2017, pero a través de la red social Twitter.

Para desarrollar esta investigación se plantean los siguientes objetivos:

  • Identificar los encuadres noticiosos que la prensa peruana ha utilizado en Twitter para elaborar su información sobre Venezuela.
  • Determinar hasta qué punto es similar o diferente dicho tratamiento según la línea ideológica de cada medio.

Método

De acuerdo con los objetivos de la investigación, se trata de un trabajo exploratorio-descriptivo que estudia tuits noticiosos al “nivel de texto” (Amadeo, 2002) que, como todo discurso verbal, integran “frases organizadas con un sentido global dado por la intención o finalidad” (Peralta y Urtasun, 2007). Se tomarán como unidades de análisis todos los textos periodísticos (entre julio y diciembre de 2017) de los diarios El Comercio y La República que cubrieron asuntos políticos, económicos, sociales acerca de Venezuela en Twitter.

Cuadro 1

Protocolo para el análisis de contenido

VariableCategorías asociadas
1. Encuadre del tuitAtribución de responsabilidad Interés humano Conflicto Moralidad Consecuencias económicas
2. ValoraciónPositiva Negativa Neutra
3. Interactividad del tuitNúmero de respuestas Número de mensajes compartidos Número de tuits marcados con el ícono de “Me gusta”
Elaboración propia

Para las categorías asociadas hemos decidido utilizar la tipología de encuadres genéricos propuestos por Semetko & Valkenburg (2000).

Cuadro 2

Criterios de elección de los tuits para la muestra del estudio

1. Pertenencia a las siguientes cuentas de Twitter: @larepublica_pe y @elcomercio_pe
2. Inclusión en cualquier parte del texto del tuit de las palabras-clave: ‘Venezuela’ o ‘Maduro’  
3. Fecha de aparición: entre el 1 de julio de 2017 y el 31 de diciembre de 2017.  
Elaboración propai

Al emplear estos tres criterios resultó un corpus de 93 tuits, 59 %, perteneciente a El Comercio y 41 % a La República.

Resultados

Se encontraron 93 tuits que aparecieron en 46 fechas. Estos días representan el 25 % del total del segundo semestre del año. La media es de dos mensajes diarios. Sin embargo,  se puede observar cuatro días en los que se publica un número de tuits muy por encima de dicha medida (5 de julio,  5 y 8 de agosto, y 15 de diciembre). Cabe destacar, que dos de los picos más altos pertenecen a El Comercio. En general, todos estos datos concentran el 22 % de la muestra. Este significativo volumen de tuits nos llevó a construir otra tabla para detectar las razones que motivaron el alto interés informativo de la prensa peruana hacia la situación de Venezuela en los días citados.

Análisis informativo de los días con mayor número de tuits publicados

Día 5 de julio de 2017: 8 tuits

En esa fecha, Día de Independencia de Venezuela, el diario El Comercio, a través de su cuenta oficial en Twitter, dio a conocer el ataque que sufrieron cinco diputados opositores por parte de colectivos chavistas, seguidores del presidente Nicolás Maduro, cuando estos inrumpieron con violencia el local donde funciona el Congreso. Además de textos y fotos, el medio enlazó videos donde mostraba cómo la horda afín al gobierno de turno atacaba a estos parlamentarios.

Resulta particularme curioso que en ese mismo día, el diario La República, a diferencia de su par, no le haya dado al hecho la cobertura que merecía. Bajo el hashtag #LOÚLTIMO dio a conocer, como si fuera una llamada informativa, dicho caso. Acompañaba a este, otro tuit en el que una fiscal del Ministerio Público denunciaba la puesta en marcha de un golpe de estado a manos de un empresario opositor al chavismo. Sin embargo, el titular redactado por el propio medio difiere del contenido, pues a lo que hace alusión esta autoridad, tomando en cuenta este antecedente ocurrido en 2002 contra Hugo Chávez, es manifestar cómo el máximo tribunal de su país, además de “ilegítimo”, actúa como “brazo ejecutor del Ejecutivo para disolver poderes”, convirtiéndose, de esta forma, en un caso “más grotesco” que el ocurrido contra el fallecido Chávez. (La República, 5 de julio de 2017)

Día 5 de agosto de 2017: 4 tuits

Todos los mensajes que dio a conocer La República fueron diferentes. El primero de ellos, informa que Rusia pagó, por adelantado, a Venezuela, más de 1000 millones de dólares para futuras compras de petróleo. El segundo tuvo que ver con el acuerdo de Mercosur de suspender de manera indefinida como miembro a ese país hasta que no “libere a todos los presos políticos”. Las otras dos estuvieron referidas, sin mayor explicación, al traslado del entonces máximo líder opositor, Leopoldo López, a su residencia, y a la sublevación de un grupo de militares contra la autoridad de Maduro.

El Comercio no tuiteó durante el día.

Día 8 de agosto de 2017: 5 tuits

Se trata del segundo día donde más tuits se publicaron. Todos estos mensajes, mostrados únicamente en El Comercio, trataron sobre el pronunciamiento que hicieron los cancilleres de catorce países de América sobre la ruptura del orden democrático en Venezuela. Entre las figuras más visibles estuvieron los entonces funcionarios de Relaciones Exteriores, Ricardo Luna (Perú) y Luis Videgaray (México). Si rescatamos las expresiones más notables de estos referentes figuraron, además de “quiebre” de la democracia, está también la de calificar de “dictadura” al gobierno de Maduro. A través del Acuerdo de lima, como destaca un tuit, estos cancilleres han manifestado que solo reconocerán a la Asamblea Nacional de Venezuela, cuyo poder ha sido desconocido por Maduro en 2017, otorgando a la Asamblea Nacional Constituyente de Venezuela, facultades pleniponteciarias por encima de los demás poderes de dicho estado.

Día 15 de diciembre de 2017: 4 tuits

Luego de cuatro meses, antes de finalizar el año, en la quincena de diciembre, se alcanzó el pico más notable de tuits. Como en el caso anterior, todos los mensajes aparecieron en la cuenta de Twittter de El Comercio. Lo particular de este caso es que todos estos tuits tuvieron como protagonista al showman, Andrés Hurtado, quien, en ese tiempo, conducía un popular programa de espectáculos en la TV. Los mensajes trataban acerca de su detención en el aeropuerto de Caracas y sobre la anulación de pasaportes de los más de cien niños que iban a viajar con él para reencontrarse con sus padres en Navidad.

Análisis de las valoraciones

En cuanto a las valoraciones podemos en general advertir que en El Comercio ha habido un equilibrio entre las noticias de carácter positivo y negativo, ambas con 41 %, las de tipo neutro obtuvieron un 15 %. Por lo general, este medio valoraba muy bien todas aquellas noticias que tuvieran que ver con liberación de presos políticos, pronunciamiento de organismos internacionales como la ONU y el Grupo de Lima sobre democracia, corrupción y crisis humanitaria; las negativas estaban conformadas por la visibilización de hechos de violencia contra opositores, el deshabastecimiento de alimentos, las deudas económicas, el ausentismo en algunos comicios electorales o las expulsiones de funcionarios.

En el caso de La República, vemos que más han predominado las noticias sobre Venezuela de tipo positivo (55 %) que negativo (29 %) y neutro (16 %) juntos. Los tuits positivos contenían mensajes como subida del sueldo mínimo por parte de Maduro, declaraciones de políticos peruanos sobre la lucha por la democracia en Venezuela, el rechazo de nuestro país a la intervención militar de Estados Unidos, la repatriación de compatriotas, entre otros. En cuanto a lo negativo, estos se centraban en los intereses de la administración Trump por invadir Venezuela, la suspensión de Mercosur a Venezuela, la manipulación de elecciones. Ausentes de la agenda estuvieron los hechos de violencia contra líderes de la oposición y los problemas económicos.

Dentro del periodo analizado, los dos medios han trabajado sus noticias desde diferentes frames. Mientras para El Comercio el más notable ha sido el de interés humano, La República decidió encuadrar sus noticias desde la atribución de responsabilidad. Si bien este último enfoque fue tomado en cuenta de manera similar por su par periodístico, en cuanto a sus especificaciones más concretas, es posible notar algunas diferencias. Así, El Comercio encuadra la atribución por la responsabilidad que tiene un régimen, grupo social o individuo en cuanto al origen de un problema; por su parte, La República, prefiere enfatizar, más bien, la habilidad que tiene una institución en cuanto a la resolución de un problema.

El segundo frame es el de conflicto, el único encuadre en donde ambos medios coinciden cuanti y cualitavamente pues cuando tratan de encuadrar noticias desde este enfoque se inclinan por informar más por el lado de reproches que por el lado de posturas diferentes o haciendo alusión a ganadores o perdedores.

El frame interés humano revela la gran brecha existente entre ambos medios. Si este enfoque pertenece a una cuenta, pues esta es la de El Comercio (85 %). En sus 23 notas, acompañados de duras imágenes, los temas han estado vinculados a liberaciones y reencuentros protagonizados por presos políticos. Asimismo, el medio ha prestado importancia a las huidas de los perseguidos por el régimen madurista o, bien, cómo trataban de sobrevivir en Venezuela los propios ciudadanos. En el caso de La República, los pocos tuits daban cuenta de la escapada del exalcalde de Caracas, opositor a Maduro, Antonio Ledezma.

Frame e indicadores de interés humano en tuits destacados por su interactividad.

Moralidad es el frame menos trabajado en los textos. Apenas dos notas aparecieron publicados en la cuenta de El Comercio. Básicamente, en vez de ofrecer prescripciones sociales que indican cómo se debe actuar, se han orientado a ofrecer algún tipo de mensaje moral.

El último frame es el de consecuencia económica, el segundo encuadre con menos tuits de la lista. El 67 % pertenece a El Comercio, 33 % a La República. En el caso del primero, los mensajes aluden a los costos asociados al problema; mientras en el segundo, a solo mencionar ganancias o pérdidas.

Conclusiones

A partir de los resultados presentados, hallamos grandes diferencias en cuanto al tratamiento que hicieron, en sus respectivas cuentas de Twitter, los diarios El Comercio y La República sobre la situación de Venezuela.

El Comercio, en tanto medio de la derecha, tiende a trabajar más asuntos relacionados a la atribución de responsabilidad y el interés humano que al conflico, la consecuenica humana y la moralidad. Es clara su reacción contra el régimen de Maduro y su identificación con la causa de los opositores.

En cambio, La República, medio tradicionalmente identificado con la izquierda, enfoca sus tuits más en la atribución (sobre todo en cuanto a la habilidad de un régimen para solucionar sus problemas) que en el conflicto, el interés humano y la consecuencia económica. De ninguna manera se ocupa de cuestiones morales. Todo eso, en su conjunto, hace difícil la identificación del medio con una causa, aunque, como se ha expuesto, las valoraciones que hace de los hechos son más positivas en cuanto al gobierno de Maduro que las de su competencia.

Finalmente, en cuanto a interactividad, El Comercio, maneja mejor su cobertura en redes que La República dado que este reúne más tuits y, por ende, más reacciones como comentarios, retuiteados e identificaciones con los íconos del “Me gusta” que su otro par periodístico.

Referencias bibliográficas

Amadeo, B. (2002). La teoría del Framing. Los medios de comunicación y la transmisión de significados. Revista de Comunicación, 1, 6-32.

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Bennett, W. L. (1995). The Politics of Illusion. New York: Logman.

Caminos J.M. (1997). Periodismo de investigación. Teoría y Práctica. Madrid: Editorial Síntesis.

DeVreese, C. (2005). News framing: Theory and tipology. Information Desing Journal. 13, 51-62.

Entman, R. (1993). Framing: Toward a clarification of a fractured paradigm. Journal of Communication, 43(3), 51-58.

Gomis, L. (2008). Teoría de los géneros periodísticos. Barcelona: UOCpress.

Gutiérrez Coba, L.M., et al. (2005). Manual de géneros periodísticos, teoría y práctica. Bogotá: Universidad de la Sabana

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Méndez Rubio, A. (2008). Perspectivas sobre comunicación y sociedad. Valencia: Universidad de Valencia.

Peralta, D. y Urtasun, M. (2007). La crónica periodística. Lectura crítica y redacción. Buenos Aires: La Crujía.

Rodrigo Alsina, M. (2005). La construcción de la noticia. Barcelona: Paidós.

Sádaba, T. (2001). Origen, aplicación y límites de la “teoría del encuadre” (framing) en comunicación. Comunicación y sociedad. 14(2). 143-175.

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Tankard, J.W. (2001). The empirical approach to the study of media framing. En S. D. Reese, O. H. Gandy y A.E. Grant (Eds.) Framing public life: perspective on media and our understanding of the social world (pp. 95-106). Mahwah, NJ: Lawrance Erlbaum.

*Gonzales García, C. R. (2020). Tratamiento mediático sobre Venezuela en la prensa digital peruana: Análisis de contenido de El Comercio y La República en Twitter. Horizonte De La Ciencia10(19). https://doi.org/10.26490/uncp.horizonteciencia.2020.19.584


América Latina por el diario ‘The New York Times’*

Análisis de reportajes periodísticos en internet en 2017

Resumen

La presente investigación aborda el tratamiento informativo, interpretativo y opinativo que un importante e influyente medio internacional, The New York Times (edición en español), brindó sobre la realidad de América Latina a través de sus reportajes durante 2017. Para tal efecto, se hizo uso del esquema a nivel superestructural desarrollado por Teun van Dijk (1990) y de los juicios interpretativos y categóricos propuestos por Santamaría y Casals (2000) para analizar las historias publicadas por dicho diario en Internet a través de sus redes sociales. Entre los principales hallazgos, se encontró que este periódico destaca, a profundidad, el esfuerzo heroico de los latinoamericanos por la pacificación interna en determinadas zonas de conflicto, tanto de México como de Colombia. Asimismo, se vale de testimonios personales para denunciar casos de espionaje y medio ambiente.

Introducción

Tratar la estructura periodística, obliga a estudiar las formas que adoptan los discursos acerca de los hechos de la actualidad y las unidades redaccionales en general. Por una parte, tenemos las distintas formas con que cuentan los mensajes para su expresión, como son, para nuestro interés, la interpretación y la opinión. Por la otra, la que corresponde a la organización interna del relato a través de estructuras piramidales (el esquema convencional típico) o categorías de nivel superestructural propuestas por el esquema de van Dijk, y que más adelante explicaremos.

En principio, ese atender a la forma de un discurso se torna significativa cuando, a través de los géneros discursivos, hallamos tipos textuales que dependen de ciertas situaciones de comunicación, a saber: la narración, la descripción, la argumentación, la exposición, entre otras.

Estas estructuras, a su vez, se corresponden con actitudes de tipo informativo (expositiva como noticias y reportajes cortos), interpretativo (descriptiva y narrativa como crónicas y reportajes en profundidad) y opinativa (argumentativa como cualquiera de los artículos de un periódico: editoriales, columnas, críticas de arte, etc.).

Sin embargo, de acuerdo a la teoría de la hibridación de géneros, referida por los profesores José María Casasús y Luis Núñez Ladevéze (Velásquez Ossa, 2011), la interpretación, entendida como intención persuasiva de su creador, puede encontrarse en textos informativos. Ese mestizaje de géneros también se puede advertir en textos como la crónica, ya que esta puede contar con la inclusión de opiniones o evaluaciones por parte del autor.

Si la interpretación, como refieren Santamaría y Casals (2000) llega a ser una parte fundamental de las noticias y los fragmentos de comentarios, evaluaciones y reacciones de los hechos realizados por el periodista se incluyen en crónicas y otros géneros (Dellamea, 1995) las cualidades de la objetividad (explicación) y subjetividad (opinión) nos llevarían a examinar la naturaleza de los juicios que utilizan.

Santamaría y Casals hacen una diferenciación entre los juicios de textos interpretativos y los que pertenecen a los de tipo argumentativo. Así, los primeros, más orientados a lo objetivo, se disgregan en analíticos o apriorísticos, que ofrecen datos contextualizadores y antecedentes; sintéticos o a posteriori, los cuales intentan predecir ciertas realidades; hipotéticos y; disyuntivos o alternativos cuando plantean dos opciones. Por el lado de los opinativos, tenemos los categóricos que se dividen en juicios de hechos o de realidades; de intención; y de valor. Este último, a diferencia de los dos anteriores, no suele utilizar apreciaciones bastante subjetivas o ideológicas, sino básicamente juicios de hechos, personas y situaciones que refieren valores jerarquizados: políticos, sociales, éticos, religiosos (Santamaría y Casals, 2000).

En cuanto a la estructura organizacional, por tradición, se proponen tres estructuras básicas de textos que determinan la entrada, el cuerpo y el final de todo género: pirámide normal o relato cronológico; pirámide invertida constituida por la fórmula de las 7Wh: quién (who), qué (what), a quién (who), dónde (where), cuándo (when), cómo (how) y por qué (why); y la estructura de rectángulos iguales, utilizada para obtener segmentos de textos de similar valor relativo. Por supuesto, existen otras estructuras como las mixtas (yunque o martillo, copa, reloj de arena, etc.).

No obstante, las diferentes partes que conforman las estructuras de un texto podrían comprenderse y jerarquizarse mejor si se las representan como discursos. Al respecto, Teun van Dijk (1990) propone que el discurso periodístico se pueda regir por un conjunto de categorías propias que posibilite la realización de los textos noticiosos, así como de crónicas y opiniones como editoriales y columnas (Dellamea, 1995). 

Estas categorías son el resumen (la macroproposición semántica), conformado por el titular (antetítulo, título, subtítulo) y el encabezamiento (copete y entradas). A través de esta macroestructura, la audiencia puede leer y comprender las noticias, pues se informa, aunque superficialmente, de los contenidos más destacados del texto (orden no cronológico).

En el esquema de van Dijk, una vez presentado el resumen, se desarrolla el texto a través del relato que está compuesta por la situación, que reúne un conjunto de sucesos que ocurrieron posiblemente en distintos escenarios, pero que son presentados de acuerdo a su relevancia. Esta categoría asimismo contempla las consecuencias del acontecimiento. Otro elemento que constituye la situación informativa es el antecedente, el cual diferencia dos tipos: el contexto, que denota la situación actual y la historia, que trata la evolución histórica, no reciente, de lo actual.

Otra categoría central presente en géneros informativos e interpretativos es el comentario, que incluye fragmentos opinativos, evaluativos a través de juicios de hechos, intención o de valor provenientes no solo de los protagonistas sino también de los propios periodistas.

El presente trabajo se enmarca en la tradición de aquellos estudios que se han preocupado de conceptualizar a América Latina y sus problemas a través de discursos y corrientes, fundamentalmente desde sectores populares organizados y movimientos sociales (Loza, 2012). Sin embargo, nuestro tema no ha sido muy trabajado desde el periodismo, menos desde una propuesta que integre en el análisis del discurso periodístico el estudio de lo informativo, interpretativo y juicioso en las historias y reportajes de un medio de alcance global. Tomando en cuenta este vacío en los estudios acerca del mensaje periodístico, formulamos la siguiente pregunta: ¿El periodismo que representa en Internet The New York Times en español se funda en el análisis de causas y consecuencias para comprender la complejidad y la diversidad de la realidad de América Latina?

Método

En primer lugar, se consultaron los libros y los artículos escritos por académicos como Teun van Dijk, Luisa Santamaría y María Jesús Casals, entre otros, quienes escribieron sobre las categorías del esquema periodístico y los juicios que los periodistas han utilizado en sus textos interpretativos y argumentativos. Luego se revisaron los textos que sobre la realidad de América Latina fueron publicados por The New York Timesen internet durante 2017. El método tomó en cuenta el enfoque cuantitativo. Al respecto, hicimos una medición estadística de las categorías del discurso periodístico (propuesto por van Dijk) y de los juicios interpretativos y editorializantes (propuestos por Santamaría y Casals) que llegaron a concretarse en los textos del diario de referencia. La técnica empleada fue la del análisis de contenido.

Resultados

Temática. En el estudio se han registrado un total de 25 textos periodísticos (acompañados de 220 fotografías y siete videos) que trataron sobre distintos hechos en América Latina: salud, belleza, lenguaje y deportes fueron los que concentraron el 40 % de la cobertura, seguido de temáticas donde suelen participar, además de ciudadanos, actores sociales de alta jerarquía (políticos y científicos). Entre estas tenemos las siguientes: desastres naturales, cambio climático y medio ambiente (28 %).


Países. Del conjunto de trabajos, el 57 % estuvo concentrado en México, el 13 % en Colombia y un 30 % en el resto de países de la región, principal sudamericana (Brasil, Perú, Ecuador, Chile, Venezuela, Puerto Rico y Honduras).


Superestructura noticiosaBasándonos en la macroestructura del discurso de van Dijk, hemos encontrado que un 96 % de las notas cuentan con antecedentes, un 92 % con historia, un 84 % con consecuencias y un 100 % con reacciones verbales. Sobre la categoría resumen, hemos hallado que el 76 % presenta titulares de tipo interpretativo. Por otra parte, el 56 % de titulares cuentan con algún complemento (mayoritariamente subtítulos). Los tipos de lead o entrada constituían sumarios más enfocados al qué y al quién (72 %) que al cuándo o dónde (24 %). Finalmente, entre los leads especiales más destacados tenemos el conocido como relieve (84 %).

Juicios. En cuanto a la naturaleza interpretativa y opinativa de estos materiales periodísticos, un 92 % estaba conformado exclusivamente por juicios interpretativos (87 % sintético, 9 % analítico y 4 % hipotético).

Discusión

Desde la perspectiva de la teoría de la mediación, la cobertura periodística de América Latina de este siglo se ha manejado dentro dos criterios. Uno, cognitivo; el otro, en el orden estructural expresivo.

El primero de estos razonamientos, que podemos calificar de ideológico y tensional, ocurrió, por ejemplo, cuando emergieron en Sudamérica gobiernos de izquierda, algunos de ellos de corte populista, como los de Hugo Chávez (1999), Ricardo Lagos (2000), Luiz Inácio Lula da Silva y Néstor Kirchner (2003), Tabaré Vázquez (2005), Evo Morales (2006) y Rafael Correa (2007), acapararon “numerosos episodios públicos y subterráneos de conflicto con la prensa” (Kitzberger, 2009).

Esta tensión se explica porque entre la producción y difusión periodística de estos hechos y la asunción y reproducción de un sistema de valores, generados en la década de los noventa, el giro hacia la economía de mercado se supone había preparado el terreno para asumir en el siglo XXI el poder del capitalismo como el único sistema que reconoce «la naturaleza “racional” del ser humano, y, por tanto, la “libertad”, como exigencia de esta», tal como lo sostuvo la escritora y filósofa, Ayn Rand, en su obra What is Capitalism?, publicado en 1967.

En ese aspecto, los medios de comunicación, en definitiva, mediadores (Gomis, 2008), asumen un ethos profesional que busca como poder preservar normas, valores, justificaciones de un tipo de modelo que puede pregonar o no, por ejemplo, la supremacía del mercado libre y el descrédito de la participación del Estado en la actividad económica.

En cuanto a lo estructural, los medios como titulares en la vida social, no tienen otra alternativa que ajustar el universo sociocultural del mundo que les rodea a un tratamiento que obedezca al modelo mediador que estos han construido en base a las capacidades de la técnica (géneros o esquemas periodísticos) y de la organización que forma (páginas o secciones) y distribuye los productos informativos. Interpretar la sociedad en dicho modelo significaría, en consecuencia, “remitir esas mismas prácticas a las necesidades del sistema de producción” (Martín Serrano, 1985).

El conflicto entre la apertura del medium al acontecer imprevisto, y su cerramiento en una forma comunicativa, pide una mediación estructural. La mediación estructural está destinada a conseguir que aquello que irrumpe sirva para realimentar las modalidades comunicativas de cada medio productor. Es una tarea agónica, en la que el medio se ve obligado a recurrir, para perpetuar su forma expresiva, a aquello mismo que cada día vulnera los marcos formales de la comunicación, es decir, el acontecimiento imprevisible. (Martín Serrano, 1986: 143).

La abundancia de juicios interpretativos sobre América Latina, en The New York Times, nos lleva a exponer, dentro de los parámetros de investigación que estudian los fenómenos que posibilitan la construcción de imaginarios sociales (realidad), la teoría del framing, unas de las más estudiadas, pero también uno de los sistemas más dispersos en definición de conceptos (Entman, 1993).

Desde su aparición, en el campo de la psicología, luego de su paso por la sociología, hasta llegar a la comunicación y las políticas públicas, la teoría del framing se ha encontrado siempre con barreras conceptuales que imposibilitan su desarrollo con una base sólida y líneas de investigación bien definidas (Orozco, 2017).

En ese contexto disperso, la teoría del framing o del encuadre, se ha hecho camino en la búsqueda por entender las estructuras previas, el proceso y las consecuencias que trae consigo la construcción de fenómenos sociales, expresados en los discursos noticiosos. No está de más decir que, el framing, en una de sus definiciones más simples “seleccionar algunos aspectos de la realidad percibida y hacerlos más prominentes en un texto comunicativo, de forma que promuevan una definición del problema, una causa, una evaluación moral y una recomendación” (Entman, 1993), sigue siendo un enfoque que se va expandiendo y a la vez complejizando, no solo por el interés de unificar su definición, sino también por consensuar su metodología, la cual -por muchos años- se ha venido empleando desde el tradicional análisis de contenido hasta las técnicas del análisis del discurso.

En América Latina, el hecho de que la cobertura temática, mas no episódica, del diario neoyorkino se haya concentrado en países como México y, en menor grado, Colombia, es un síntoma cuya causa plantearía, según Tuchman (1978), en preguntarnos cómo el uso de los encuadres de los medios de comunicación transita por una comprensión del contexto y las actitudes de los periodistas, quienes son los responsables de concebir el hecho noticioso mediante el uso del discurso.

Asimismo, queremos señalar que el hecho de que temas vinculados a salud, belleza, lenguaje y deportes merecieran más tratamiento que problemas globales como los regímenes de gobierno (el populismo), la crisis económica, el cambio climático y los desastres naturales, nos lleva a evaluar, para un futuro trabajo, cómo trabaja una determinada organización a través de sus rutinas profesionales para que, dentro de un contexto simbólico determinado, sea consentido por su audiencia, cultural y socialmente (Sádaba, 2008).

Por otro lado, partiendo de la premisa que los discursos noticiosos carecen de objetividad, el framing ha venido aportando en el esclarecimiento del tratamiento informativo, sobre todo, en temas de relevancia política e ideológica. Por lo tanto, se concluye que “el trabajo de encuadre conceptual e ideológico para temas políticos posiciona los significados dominantes en el interior del contenido y presenta el acontecimiento” (Rodríguez, 2015).

Conclusiones

The New York Times, en español, hace una interpretación de la realidad de América Latina desde una postura ideológica camuflada mayormente en reportajes y crónicas de países como México y Colombia. En ella, pone en evidencia el esfuerzo que hacen heroicamente algunas personas por la pacificación en zonas de guerras internas.

Asimismo, denuncia a través del testimonio de distintos personajes, casos de espionaje o la destrucción del medio ambiente.

Sin embargo, el diario neoryorkino valora mayormente temas relacionados a salud (cesáreas, comida chatarra, bebidas azucaradas, obesidad, entre otros) así como algunos más relacionados a actividades deportivas, belleza y lenguaje.

Referencias bibliográficas

Brewer-Carías, A. R. (2000). Reflexiones críticas sobre la Constitución de Venezuela de 1999. Constitucionalismo iberoamericano en el Siglo XXI, 171-194.

Dellamea, A. (1995). El discurso informativo. Buenos Aires: Fundación Universidad a Distancia “Hernandarias”.

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Gomis, L. (2008). Teoría de los géneros periodísticos. Barcelona: UOCpress.

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Martín Serrano, M. (1985). El estructuralismo antropológico y el mito de la postmodernidad. Los Cuadernos del Norte: Revista cultural de la Caja de Ahorros de Asturias6(29), 4-10.

Martín Serrano, M. (1986). La mediación de los medios de comunicación. Sociología de la Comunicación de Masas I. Escuelas y Autores, 141-162.

Orozco, R. (2017). Revisión de la teoría del framing: Análisis del conflicto sirio en el sistema mediático español (tesis de maestría). Universidad de Barcelona.

Rand, A. (1964). ¿Qué es el Capitalismo? Encyclopedia Britannica, 839-845.

Rodríguez, C. (2014). La teoría del framing aplicada al ‘rescate’a España. MARCO (Márketing y Comunicación Política)1

Sádaba, T. (2008). Framing: el encuadre de las noticias: el binomio terrorismo-medios. Buenos Aires: La Crujía Ediciones.

Santamaría, L. & Casals, M. J. (2000). La opinión periodística. Argumento y géneros para la persuasión. Madrid: Fragua.

Tuchman, G. (1978). Making news: A study in the construction of reality.

Van Dijk, T. A. (1990). La noticia como discurso: comprensión, estructura y producción de la información. Barcelona: Paidós

Velásquez Ossa, C. M. (2011). Una aproximación a los géneros periodísticos. En: V. M. García & L. M. Gutiérrez (editores) (2011). Manual de géneros periodísticos. Bogotá: Ecoe Ediciones y Universidad de la Sabana.

*Gonzáles-García, C. R. (2020). Análisis de reportajes publicados por el diario The New York Times en redes sociales sobre la realidad de América Latina en 2017. Socialium4(2), 1-10.

Noticias falsas como amenaza para el conocimiento y la democracia

Este artículo forma parte de nuestra serie sobre desinformación en tiempos de pandemia.

#ContraLaDesinformación

NewsGuard, una organización de clasificación de sitios web, identificó 34 páginas que compartían información “materialmente falsa” sobre la Covid-19. Los datos revelaron que los 34 sitios web recibieron más de 80 millones de interacciones, una cantidad enorme a comparación de los 6,4 millones de interacciones recibidas por la OMS, durante el mismo periodo.

Esta investigación de #NewsGuard se vincula con lo dicho en el estudio de Soroush Vosoughi et al. (2018) quienes descubrieron que, en Internet, la información falsa se propaga más y más rápido que la información precisa, lo que nos lleva a la pregunta: ¿Cómo nos afectan las noticias falsas?

Don Fallis y Kay Mathiesen, en el artículo Fake news is a counterfeit news, consideran que el término noticias falsas (false news) es muy amplio, ya que engloba a los errores no intencionados, prefieren llamarlas noticias falsificadas (counterfeit news) que se presentan como una noticia genuina, con la intención y la propensión a engañar. Por noticias genuinas, nos referimos a historias que han pasado por el proceso periodístico moderno estándar. Siguiendo la línea, los autores mencionan que existen dos tipos de peligro en la noticia falsificada.

El primer tipo se manifiesta en la posibilidad de dañar a las personas que están directamente expuestas al mensaje noticioso. Esto se debe a que existen muchas páginas web de noticias fabricadas que dan la impresión de implementar el proceso periodístico moderno estándar para lograr desinformar a una gran cantidad de personas bajo el supuesto de ser noticias genuinas.

El segundo tipo de peligro es que la gran cantidad de noticias falsificadas genera desconfianza en la población. A medida que aumenta la cantidad de noticias falsificadas en circulación, el valor de las noticias genuinas tiende a disminuir. Y dado que es difícil distinguir las falsificaciones de las noticias genuinas, las personas llegan a tener menos fe en los medios tradicionales (Faulkner, 2018).

Es importante que en el contexto de la infodemia podamos conocer exactamente qué son las noticias falsas o, como en este caso,  las noticias falsificadas para poder comprender los graves daños que pueden ocasionar. El artículo de Fallis & Mathiesen nos ayuda a comprender que la difusión de noticias falsificadas no solo logra que las personas tengan creencias falsas, sino también que pierdan la fe y la confianza con la institución periodística, lo cual generaría un aumento en el escepticismo de las personas hacia los medios de comunicación, un pilar en las sociedades democráticas. Y como dicen los autores “Fake news poses a serious threat to knowledge and democracy”.

Referencias:

Fallis, D., & Mathiesen, K. (2019). Fake news is counterfeit news. Inquiry, 1-20. https://doi.org/10.1080/0020174x.2019.1688179

Faulkner, Paul. (2018). “Fake Barns, Fake News.” Social Epistemology Review and Reply Collective 7: 16–21.

Miller, Carl (4 de mayo de 2020). “Coronavirus: Far-right spreads Covid-19 ‘infodemic’ on Facebook. BBC. Recuperado de: https://www.bbc.com/news/technology-52490430
Vosoughi, Soroush, Deb Roy, and Sinan Aral. (2018). “The Spread of True and False News Online.” Science 359: 1146–1151.

@Genjy Simon Ríos: genjy.simon(at)unmsm.edu.pe 

@MediaLab UNMSM

Precisiones conceptuales en el contexto de infodemia

Este artículo forma parte de nuestra serie sobre desinformación en tiempos de pandemia.

#ContraLaDesinformación

Un análisis del artículo “Disinformation y Misinformation, Posverdad y Fake News: precisiones conceptuales, diferencias, similitudes y yuxtaposiciones«.

En la Academia, la definición de conceptos es la piedra angular que sostiene todos los trabajos de investigación. Esta labor cobra mayor importancia en un contexto de infodemia, cuando la cantidad de información que circula es mayor, no solo la veraz, sino también aquella que desinforma. Además, los prosumidores, a veces sin querer, se convierten en propagadores de confusión

Cuando hablamos de este tipo de acciones nos referimos a desórdenes informativos (Del-Fresno 2019). Pero, ¿qué se entiende por ello?, pues que la estrategia de algún prosumidor consiste en la fabricación de la duda y falsas controversias con el fin de conseguir beneficios económicos o ideológicos. En esta categoría entra la desinformación, fake news, hechos alternativos, post verdad, deep fake, entre otros. Sin embargo, estos términos suelen causar confusiones conceptuales al momento de ser tratados, ya que algunos de sus significados cuentan con bastantes similitudes.

Estrada et al. (2020) abordó esta problemática en un artículo titulado “Disinformation y misinformation, posverdad y fake news. Precisiones conceptuales, diferencias, similitudes y yuxtaposiciones” en el que analiza estos cuatro conceptos en dos partes, disinformation y misinformation, y posverdad y fake news.

En el artículo mencionado se plantea la hipótesis de la existencia de confusiones sobre el uso de estos conceptos pares y, siguiendo con el método científico, se procedió a comprobar si su hipótesis era cierta. La investigación que los autores realizaron fue a través de un enfoque cualitativo. Aplicaron una matriz de consistencia para registrar contenidos relacionados a los cuatro términos a tratar en el Google Scholar. Después de organizar la matriz procedieron a analizar parejas de términos. Los resultados que obtuvieron demostraron que los pares de términos se utilizan indistintamente para conceptualizar uno a otro y se requiere hacer algunas precisiones para quienes estudien este fenómeno.

El primer par de conceptos, disinformation y misinformation, son términos que hacen referencia a información inexacta, sin embargo ambos se contraponen. Mientras que misinformation se puede definir como información errónea o engañosa que probablemente no hace daño, la disinformation implica una intencionalidad, tiene el objetivo de ocultar la verdad de manera deliberada.

En relación con el segundo par de conceptos, posverdad y fake news, se menciona que ambos tienen tendencias más políticas. Posverdad hace referencia a un discurso que basa su credibilidad en apelar a las emociones y creencias personales. Por otro lado, las fake news no cuentan con una definición exacta, pero puede ser entendida como información errónea, la cual está siendo alimentada por el acceso a una gran cantidad de recursos y la focalización de mensajes. Sin embargo, estos neologismos cuentan con muchas críticas, debido principalmente a que son lingüísticamente defectuosos, innecesarios y políticamente problemáticos.

Debido a esto, una de las conclusiones a las que llegan Estrada et al. es que misinformation y disinformation son términos mejor conceptualizados y tienen un desarrollo teórico más sostenido y preciso que los neologismos posverdad y fake news.

En conclusión, el análisis de Estrada et al. nos ayuda a comprender mejor la dimensión de los conceptos tratados, ya que, de lo que se trata aquí es de tener claro el panorama en torno a un contexto en el que priman los desórdenes informativos.

En cuanto a los términos posverdad y fake news, éstos han conseguido suficiente difusión y protagonismo como para proponer su desuso, sin embargo, coincidimos con el autor en que se les podría dar una mejor conceptualización al aumentar la producción académica alrededor del desarrollo teórico de estos términos.

Este artículo tiene mayor profundización en los términos tratados, además de tocar la ética de la información como respuesta ante los desórdenes informativos, si se desea adentrarse más en el tema, se recomienda leer el artículo completo aquí:

Estrada-Cuzcano, A., Alfaro-Mendives, K., & Saavedra-Vásquez, V. (2020). Disinformation y Misinformation, Posverdad y Fake News: precisiones conceptuales, diferencias, similitudes y yuxtaposiciones. Información, cultura y sociedad(42), 93-106.  https://doi.org/10.34096/ics.i42.7427

@Sergio Crispín Buiza: sergio.crispin(at)unmsm.edu.pe

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Lima, 13 de julio de 2020

Líder de opinión: de medios masivos a redes sociales

Este artículo forma parte de nuestra serie sobre desinformación en tiempos de pandemia.

#ContraLaDesinformación

Usuarios de Twitter, de Facebook, hackers, diarios digitales, ministros y hasta presidentes han difundido, y probablemente seguirán difundiendo, desinformación sobre la Covid-19. Algo que ha mostrado esta infodemia es cómo los líderes de opinión, influencers o líderes políticos ejercen influencia en la formación de opinión de las personas. Un fenómeno reconocido hace más de cincuenta años y que sigue presente.

El inicio

En la década del 40 del siglo pasado, Paul Lazarsfeld y Elihu Katz propusieron el concepto líder de opinión, en su Teoría de dos pasos, para designar a la persona o conjunto reducido de personas con la función de filtrar y tematizar los contenidos de los medios en las conversaciones del grupo de acuerdo con los intereses y la visión que los define (Aguado Terrón, 2004). 

Años después, el mismo autor formuló la Teoría de la Influencia personal, en el cual se mostraba que las relaciones personales eran más influyentes que los medios de comunicación – en ese momento, sinónimo de radio y periódicos – en la formación de la opinión. (Sá Martino, 2018, p. 4). Cabe resaltar que solo ejercen influencia aquellos que se convierten en referencia para otros individuos. 

El “yo decido”

En 1960, Joseph Klapper teorizó sobre el papel de la percepción selectiva y el rol que las industrias mediáticas tienen sobre la formación de opinión pública al momento de adaptarse a sus entornos de conocimiento inmediato (Rodrigo Gonzalez, 2011, p. 9). De esta forma se le otorgaba un papel más activo al individuo, la capacidad de decidir a qué se le prestaba atención. Claro que ello era influido por lo que los medios difundían en aquella época. 

Hacia una concepción actual

Una revisión reciente de La elección del pueblo, libro en el que Lazarsfeld postula el concepto líder de opinión, refiere que la información obtenida de la comunicación mediada únicamente servía como refuerzo ante opiniones preexistentes (Rodrigo Gonzalez, 2011, p. 9). Con comunicación mediada, Gonzales hace referencia tanto a la influencia personal como a los líderes de opinión, pero a su vez reconoce la percepción selectiva: dichos mediadores solo ejercen influencia en aquellas temáticas a las que el individuo les otorga atención.

La idea de “influenciadores digitales” o influencers, es decir, personas que, a través de las redes sociales, “influyen” o “lideran tendencias” podría entenderse como un vástago lejano del “líder de opinión” (Sa Martino, 2018, p. 6). Sin embargo, sería caer en anacronismo al comparar épocas distintas en muchos aspectos: económico, político y tecnológico.

Líderes y redes sociales

Al respecto, autores como Calvo & Aruguete se han encargado de definir dichos conceptos bajo un enfoque mediático actual. Definen a las autoridades políticas y mediáticas como aquellas que cuentan con influencia, ya sea por afinidades ideológicas, demográficas, culturales u otras, y que difunden información en las redes sociales. A su vez, define el concepto de “atención selectiva” según el cual asimilamos o rechazamos determinados contenidos de acuerdo al modo en que valoramos la fuente.

Si bien Lazarsfeld no vivió la infodemia que experimentamos ahora, y realmente sus conceptos estaban más orientados a la comunicación política, su aporte ha sido fundamental para entender cómo la desinformación puede alcanzar niveles de expansión mayores cuando intervienen líderes de opinión en este proceso.

Finalmente, en un mundo hiperconectado, reconocer la atención selectiva es imperativo, puesto que implica reconocer nuestra actuación activa en el proceso de difusión de información, o en muchos casos, de desinformación.

Referencias:

González R., Rodrigo (febrero – abril de 2011). Personal influence: a 55 años de la irrupción de los líderes de opinión. Razón y Palabra, 75. https://bit.ly/3iqkcZh 

Sa Martino, L. M. S. (2018). Leendo a The People’s Choice en su cumpleanos: De los lideres de opinion hasta los influenciadores digitales. Intercom: Revista Brasileira de Ciencias de la Comunicación, 41(3), 21-32. https://bit.ly/2D4CwHk 

Terrón, J. M. A. (2004). Introducción a las teorías de la comunicación y  la información. Universidad de Murcia. https://bit.ly/3dVGe2P 

@Milagros Otárola Ccochachi: milagros.otarola(at)unmsm.edu.pe 

@MediaLab UNMSM

Lima, 10 de julio de 2020

¿No había visto eso ayer?

Este artículo forma parte de nuestra serie sobre desinformación en tiempos de pandemia.

 #ContraLaDesinformación

“No todo es lo que parece”. Esta frase popular encaja muy bien cuando de desinformación se trata. La desinformación circula por internet y, para llegar a un mayor número de personas, necesita ser llamativa y parecer verídica. Uno de los mecanismos más utilizados para hacer que una noticia parezca real es el de agregar información o imágenes de hechos que sí ocurrieron, pero que son sacadas de contexto para “armar” otra “noticia”.

La descontextualización es “el tipo de bulo que da cuenta de hechos o declaraciones reales en un contexto deliberadamente falso o tergiversado” (Salaverría et al., 2020). Este es uno de los cuatro tipos de bulos en la tipología propuesta por Salaverría y, si bien no es la más grave, si es de las más comunes y por eso consideramos que es importante hacer un abordaje al asunto.

Revisando un caso

Un claro ejemplo de descontextualización es el tópico del video que circuló en las redes sociales durante las últimas semanas en el que se muestra una antena de comunicación digital siendo derribada. El hecho ocurrió en el distrito limeño de Miraflores. El problema radica en que esa imagen estuvo acompañada de una descripción que afirmaba que esa antena había sido derrumbada por ser una “antena 5G”.

Como ya hemos visto en una de nuestras anteriores publicaciones, algunas personas tienen una serie de ideas preconcebidas acerca de la tecnología 5G, y llegan incluso a afirmar que esta tiene alguna relación con la enfermedad.

Imagen de video afirmando que la antena es de 5G (Fuente: Youtube)

Sin embargo, el video fue grabado en noviembre del 2019. Esa antena sí fue desmontada pero, según la página oficial del distrito de Miraflores, esto ocurrió debido a que fue instalada sin contar con la autorización oficial de la Municipalidad de Lima ni el consentimiento de los vecinos. La empresa operadora detrás de esto fue Coar North SAC que, además de instalar la antena de radiotransmisión, también procedió a colocar rompemuelles e hitos en las calles sin autorización de nadie.

“No hay pruebas que determinen que es una antena 5G”

Esta fue una afirmación realizada por el Verificador La República apoyándose en las declaraciones del director del Centro de Tecnologías de la Información y Comunicaciones de la UNI, Alonso Tenorio, quien explica que no hay evidencias visuales que ayuden a determinar que se trate de una antena 5G o 4G. También afirmó que el Perú aún no se encuentra preparado para la implementación de la tecnología 5G.

Fuente: Verificador de la República

La información descontextualizada de que estas antenas son 5G y que fueron desmontadas porque son dañinas para la salud circuló principalmente por Facebook y llegó a contar con miles de personas compartiéndola

Este es un ejemplo de información descontextualizada a la que hacía referencia Salaverría, noticias que se aprovechan de imágenes o información que le otorgan credibilidad, sin embargo, no son exactamente del lugar o la fecha que se le atribuye.

Siempre hay consecuencias

El exceso de este tipo de noticias es alarmante, incluso Bill Gates mencionó, en una entrevista a la BBC Radio 4, que existe una probabilidad de que cuando desarrollen la vacuna, la gente podría negarse a recibirla debido al exceso de desinformación alrededor de esta. La descontextualización es solo uno de los tipos de bulos más vistos en estos días de pandemia, su objetivo principalmente es el de desinformar y no podemos dejarnos llevar por estos. 

Estamos en guerra, una en contra del coronavirus y otra en contra de la desinformación. No podemos perder ninguna de las dos, sin embargo estamos en desventaja. Lo que tenemos que preguntarnos ahora es: ¿estamos intentando ganar alguna?

Referencias:

Salaverría, R., Buslón, N., López-Pan, F., León, B., López-Goñi, I., & Erviti, M. C. (2020). Desinformación en tiempos de pandemia: tipología de los bulos sobre la Covid-19. El profesional de la información (EPI), 29(3).

@Sergio Crispín Buiza: sergio.crispin(at)unmsm.edu.pe 

@MediaLab UNMSM

Lima, 04 de julio de 2020

Publicado el Ranking de Shanghai 2020 en materias académicas

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La Clasificación Mundial de Asignaturas Académicas (GRAS) 2020 ha sido publicada esta semana por el ShanghaiRanking Consultancy.

Ranking de Shangai por materias

El ShanghaiRanking comenzó a publicar el Ranking Académico de Universidades del Mundo (ARWU por sus siglas en inglés) desde 2009. Esta publicación contiene clasificaciones de universidades en 54 materias del ámbito de las ciencias naturales, ingeniería, ciencias biológicas, ciencias médicas y ciencias sociales. En total, se han clasificado más de 4000 universidades. Las casas de estudio número uno clasificadas en cada materia se muestran en la siguiente tabla:

Universidades nº 1, por materias

En esta clasificación, las universidades estadounidenses ocupan los primeros puestos en 31 asignaturas y las universidades chinas en 11 asignaturas. La universidad de Harvard obtiene la mejor puntuación (con 14 coronas), cinco de las cuales son de ciencias sociales, cuatro de ciencias médicas, tres de ingeniería y dos de ciencias de la vida. El Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) encabeza la lista con seis asignaturas, cinco de las cuales son de ingeniería. Otras universidades que encabezan con más de una clasificación de materias son: la Universidad de California Berkeley, la Universidad de Pennsylvania y la Universidad de Colorado (Boulder) Estados Unidos; la Universidad de Oxford del Reino Unido y la Universidad Tecnológica Nanyang de Singapur. La Universidad de París-Saclay encabeza la tabla de la asignatura de Matemáticas en su primera aparición en el Ranking de Shanghai.

Las clasificaciones por materias del Ranking mantienen el uso de una metodología transparente y datos de terceros. Los indicadores de clasificación incluyen medidas de calidad de la investigación, grado de colaboración internacional, investigación con la más alta calidad y los más altos reconocimientos académicos. El premio académico es un indicador destacado de las clasificaciones globales de Ranking de Shanghai. En la clasificación de 2020, se han utilizado 30 premios de profesores de las 100 mejores universidades del mundo identificados a través de la Encuesta de Excelencia Académica, que cubren 25 asignaturas clasificadas. La Encuesta de Excelencia Académica también genera 151 revistas principales con alto índice de impacto en 47 materias, y 22 conferencias académicas principales (alta indexación) en Informática e Ingeniería.

En el GRAS 2020, el indicador ‘PUB’ se reemplaza por el ‘Q1’, definido como el número de artículos escritos por una institución en un tema académico en revistas con Q1 Journal Impact Factor Quartile para alentar la investigación con alta calidad.

La metodología detallada y los resultados completos del Ranking Global de Materias Académicas 2020 están en el ShanghaiRanking y también en el sitio web oficial www.shanghairanking.com

Fuente: Cultura de Red

Julio 02 de 2020

La innovación docente, como elemento catalizador para nuevos tiempos educativos

Libro resultado de proyecto de innovación docente (UCM, 2007)

La formación y aprendizaje del Periodismo en las aulas universitarias, se ha desarrollado, durante décadas, bajo un modelo basado en las clases presenciales. La teoría general de la comunicación, se ha transferido a través de clases magistrales impartidas por expertos de la comunicación.

En la actualidad, el modus operandi de docencia y aprendizaje del periodismo, sigue siendo a través del modelo que durante tanto tiempo ha venido funcionando, pero, a ello se antepone un nuevo recurso que se basa en el uso y aplicación de las Tecnologías de la Información y Comunicación, concretamente, de Internet y los Campus virtuales.

Desde que en 2000 publicara el artículo titulado “La enseñanza a través de la red” en el periódico Estrella Digital (disponible en Academia), el modelo formativo, emergente en los primeros años del milenio, no ha hecho más que consolidarse como enseñanza en linea (online) siendo cada vez más las instituciones educativas las que adoptan este modelo en sus objetivos de acceso al conocimiento. Si en los últimos años, las universidades se han abocado en promover e incluir modelos docentes innovadores, tanto metodológicas como tecnológicas, la situación actual motivada por el Coronavirus COVID-19, conllevará a adoptar métodos y nuevas formas en la impartición de cursos y asignaturas.

En los tiempos actuales, como consecuencia de la pandemia, es posible que estemos asistiendo a un modelo de enseñanza-aprendizaje basado en lo híbrido o semi-presencial, como apuntaba en 2009, en una entrevista publicada en el diario El País (01-09-2009) en donde afirmaba: «El nuevo modelo en el que se basa la educación online conllevará una transformación de las instalaciones de las facultades, igual que con la filosofía del espacio europeo. ¿Para qué queremos aulas para 140 personas, si el modelo online no las necesita y el modelo europeo apuesta por un número limitado de 25 a 40 alumnos por clase? Desde luego que todo esto implica una transformación».

Desde 2005, he venido experimentando e investigando las plataformas virtuales como complemento de la docencia presencial. En 2007, un grupo de profesores innovadores de la facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid abordamos una investigación cuyos resultados se plasman en esta obra. Los objetivos del libro Innovación y métodos de aprendizaje en el EEES (descargable AQUÍ) consisten en promover nuevos usos docentes con las plataformas virtuales de aprendizaje. La plataforma e-Learning Web CT de la Universidad Complutense (en 2007), ha sido el objeto central de este análisis que aquí presentamos y que corrobora la transferencia del conocimiento a través de contenidos virtuales.

Competencias transmedia

El impacto tecnológico, industrial, cultural y social que produce la actual, variada e híbrida circulación de contenidos reconfigura el consumo de los medios, el papel de los consumidores, el poder de lo popular y el modo de hacer ciudadanía (Jenkins 2008; Jenkins, Ford, Green 2015). Esta “convergencia” ha permitido notar que surgen nuevos relatos, en los que las historias se unen a otras para crear y expandir mundos narrativos a partir de la participación de los que consumen, recolectan, producen y reproducen estas historias, sea a través de impresiones, sonidos, imágenes, audiovisuales, textos, códigos y demás alternativas para contar algo, a esta narrativa se le conoce hoy como “transmedia” (Jenkins 2008, Scolari 2013, Corona, 2016) y a las aptitudes operativas que se despliegan en su ejercicio, en su experiencia, se les sigue tratando como “competencias transmedia”.

Para Carlos Scolari (2013, 2015, 2018) las competencias transmedia son las habilidades que se poseen y desarrollan para hacer, compartir y consumir contenidos en espacios donde se colabora con otros interesados en los mismos mundos narrativos; espacios digitales o no digitales, vinculados o no a los nuevos medios, pero que sí cumplen con el requisito de la interacción, ya que estas competencias son reconocidas, usadas y potencializadas en las interfaces, en esos espacios donde unos interactúan con otros (Scolari 2015; Winocur, Pereira y Barreneche 2018).

Revisando la historia de nuestra alfabetización, se sabe que la necesidad tradicional lingüística (leer y escribir) fue fortalecida por la alfabetización mediática (apreciar de manera crítica lo que emitían los medios), y que la mediática requiere ser acompañada de una alfabetización transmedia (producir, distribuir y consumir contenidos interactivos). De lo mediático a lo transmediático pasamos de agregar fortalezas analíticas a fortalecer también el aspecto operativo, transformándose al consumidor pasivo de antaño al prosumidor (productor + consumidor) de hoy, activo, creador, que genera y comparte contenidos (Scolari 2018; et al. 2018).

Todo esto ha permitido que quienes antes no tenían acceso a los medios hoy puedan participar de ellos, gozar de “ubicuidad”, y también crear y cooperar en la extensión de narrativas transmedia con las que se representan (Islas 2009; Jenkins, et al. 2015; De Salvador y Martínez 2015). Ya sea casual o deliberadamente, cada vez van circulando más narrativas que corresponden a las culturas minoritarias y a pueblos en situación adversa; desde narrativas de tipo recreacional hasta de tipo político, sujetos como los migrantes, afrodescendientes, campesinos andinos, o los indígenas amazónicos, y otros más son también ahora registrados prosumidores, que experimentan la transmedia, y que poseen y desarrollan sus propias competencias transmedia (Rincón 2013; Terena, Morosov y Maciel 2014; Drehera, McCallum y Waller 2015; Ramasubramanian 2016; Oyarce; Medina y Maier, 2019).

Allí también se encuentran las personas nacidas en la amazonía peruana, que se identifican a sí mismos como indígenas, que desde algunos años residen en la capital del país (Lima), y que, aprovechando las habilidades que le otorga su cosmovisión castellana-amazónica y su motivación para ser mediadores entre estas culturas (Andrade, Howard y de Pedro Ricoy 2018; Quiroz y Astete 2018), se formaron y ahora laboran oficialmente como traductores e intérpretes de sus lenguas nativas.

Así como a la prosumisión y a la transmedia se le confunde como algo novedoso y propio de nuestra era digital, encasillando la experiencia de consumir narrativas y producir nuevos narrativas a partir de lo consumido en un reduccionismo tecnológico, sin percatarse de que la humanidad lo hizo desde las cavernas compartiendo, en piedra y barro, historias que unos y otros escuchaban, veían, olían, palpaban, y degustaban (Scolari 2013; Corona 2016). De la misma manera se confunde si se cree que la prosumisión de los traductores e intérpretes de lenguas indígenas está limitada a este tiempo y espacio, o desligándolos de aprendizaje formal e informal, desarrollo y auto-desarrollo, de competencias transmedia.

Referencias

Corona R., José. (2016). ¿Cuándo es transmedia?: discusiones sobre lo transmedia(l) de las narrativas. Icono 14. 14(1), 28-48.

Drehera, T., McCallum, K. & Waller, L. (2015). Indigenous voices and mediatized policy-making in the digital age. Information, Communication & Society. 19(1), 23-39, http://dx.doi.org/10.1080/1369118X.2015.1093534

Islas, Octavio. (2009). La convergencia cultural a través de la ecología de medios. Comunicar. 33(17), 25-33.

Jenkins, H.; Ford, S. y Green, J. (2015). Cultura transmedia. La creación de contenido y valor en una cultura en red. (Xavier Gaillard, trad.). España: Gedisa, primera edición. (Obra original publicada en 2013)

Jenkins, H. (2008). Convergence Culture. La cultura de la convergencia de los medios de comunicación. (Pablo Hermida, trad.). España: Paidos, s/e. (Obra original publicada en 2006)

Oyarce-Cruz, J.; Medina, M; Maier, M. (2019). Indigenous Amazonians on air: Shipibo–Konibo radio broadcasters and their social influence in Peru. AlterNative. 00(0), 1-8. https://doi.org/10.1177/1177180118823561

Plataforma digital única del Estado Peruano. (2020). Ministerio de Cultura lanza convocatoria para el XIV Curso de Intérpretes y Traductores de Lenguas Indígenas para servicios públicos. Ministerio de Cultura. [Nota de prensa]. Recuperado el 23 de enero de 2020 de https://www.gob.pe/institucion/cultura/noticias/77704-ministerio-de-cultura-lanza-convocatoria-para-el-xiv-curso-de-interpretes-y-traductores-de-lenguas-indigenas-para-servicios-publicos

@ Lebniz Diaz Suárez: lenbiz.diaz@unmsm.edu.pe

Maestria de comunicaciones. Facultad de Letras y Ciencias Humanas. UNMSM.

Lima, 29 de junio de 2020

El lenguaje de la radio

Una revisión del concepto a partir de la lectura de los clásicos.

En términos generales el lenguaje de la radio no ha sido tan explorado como el de otros medios de comunicación. Los académicos señalan que tienen como objetivo general de sus estudios la temática tecnológica, las repercusiones de la transposición a internet del medio sonoro y en menor medida sobre su narrativa y drama, pero con la presencia de los podcast se acrecienta el interés de esto último en el mediano y largo plazos (Piñeiro y Pena, 2018).

Las investigaciones sobre la radio en el último siglo, centran sus objetivos específicos en los “estudios de contenido”, relegando a las temáticas de tecnología o de audiencias y recepción, y están “directamente relacionados con la relevancia que adquieren determinadas temáticas como periodismo, nuevas manifestaciones sonoras, publicidad, e incluso educación o audio y drama” (Piñero y Pena, ibídem).

Aun así, y en ese marco de interés por la radio, es evidente que los investigadores no se afanan por marcar diferencias entre las ideas de “discurso radial”, “lenguaje radiofónico” o “mensaje radial”, sobre todo entre los estudios de los 80 y 90. Se preocupan más que por el concepto por la “estructura”, “componentes” o “elementos” de dicha narrativa. Ubicamos más elementos y componentes comunes del lenguaje radial que conceptos en sí. Autores  clásicos como Arnheim y Moragas buscan diferenciar bien las ideas de “expresión” y “contenidos” del lenguaje radial para un análisis riguroso de los mismos.

Para Moragas, por ejemplo, “los discursos de la comunicación de masas son, siempre, el resultado de un complejo proceso de producción” (Moragas, 1980), y desde su contexto de la crítica al poder omnipotente de los medios de comunicación y el campo semiótico de la comunicación señala que el lenguaje radiofónico: “es una ´semia sustitutiva´ del lenguaje verbal” (Moragas, Ibidem), en referencia sobre todo a su componente hablado, pues, el mismo Moragas, señala que: “en la estructura semiótica de la emisión radiofónica intervienen, por los menos, dos modalidades que no pertenecen al lenguaje fónico: los efectos sonoros y la música” (Moragas, ibídem) y que ese lenguaje sería incompleto sin la “aportación contextual” del receptor que es esencial para su análisis de contenido y que además añade la “dimensión afectiva” del lenguaje radial. El medio ya no es el mensaje, “sino que las estructuras semióticas del medio, materia y forma de la expresión y el contenido, como ha precisado Hjelsmlev, constituyen estructuralmente el mensaje” reafirma Moragas (I980).

Mientras que desde la psicología del arte Rudolf Arnheim le da una mayor valor al “sonido” (intensidad, volumen, intervalo, ritmo), que al sentido de las palabras: “Sobre la gente sencilla, influye más la expresión de la voz de un orador que el contenido de su discurso” (Arnheim, 1980). Ello en el marco de que a Arnheim le interesa analizar más la radio como “medio de expresión” que como “medio de transmisión y divulgación” (Arnheim, ibidem).

Sin duda un concepto  central al cierre del siglo pasado lo plantea Armand Balsebre en una especie de compendio de lo avanzando al respecto y como inspiración para los futuros análisis. Él define el lenguaje radiofónico como “el conjunto de formas sonoras y no sonoras representados por el sistema expresivo de la palabra, la música, los efectos sonoros y le silencio, cuya significación viene determinada por el conjunto de los recursos técnicos-expresivos de la reproducción sonora» (Balsebre, 1994, citado por Camacho, 1999). Se destacan pues de manera consensual la importancia de cuatro elementos básico del sonido radiofónico: palabra, música, ruidos o efectos sonoros y el silencio. “Elementos que al interactuar requieren del manejo de los planos y desplazamientos sonoros y de la relación espacio-temporal sonoro”(Camacho, 1999)

Profundizando un poco más sobre la relación y características de esos elementos del lenguaje  radial Ana María Lalinde señala que en el discurso radial la técnica misma es un “recurso retórico” que actúa como un “lenguaje” paralelo al lingüístico. También habla de un “eje espacial” como “contexto situacional del hecho” que tiene un primer plano que corresponde por lo general al locutor o locutores que realizan la transmisión; un segundo plano representado en la voz mediada por teléfono o transmisión en cinta (diferido), etc. Fondo: lo que arriba llamamos ´contexto situacional´ referido en este caso a esos ´otros´ discursos que atraviesan el discurso central (voces, gritos, aplausos, etc.),(Lalinde, 1987)

Romo-Gil manifiesta que el lenguaje radiofónico es flexible y permite expresar cualquier cosa porque apela a la imaginación y a la buena voluntad del que escucha. De ahí que el elemento más importante sea el habla, la palabra, la voz, sin perder de vista que va acompañada de la música y el ambiente sonoro (Romo-Gil, 1997). Aunque parezca un perogrullada ésta autora reafirma la contundencia de que a un locutor “realizativo” no le basta con decir algo sino que es consciente que al decirlo “realiza una acción”, por eso, reitera que el “lenguaje radiofónico es por naturaleza un lenguaje oral” (Romo-Gil, ibídem).

En una postura más o menos de consenso otros autores señalan que en la radio existen dos discursos muy diferentes: el natural y el preparado (Jiménez, 2007). Además de esos discursos el relato radiofónico exige otros dos niveles de análisis, por ejemplo la dimensión estética y la atención a los contenidos. En la radio conviven de forma permanente las características formales con el relato de los hechos y, ese doble planteamiento afecta a los programas informativos y a los dramáticos” (Soengas 2005).

Este es un resumen conceptual del llamado lenguaje radial que nos permitirá ahora continuar con la investigación sobre el tema y situar el aspecto de la información radial como el producto central que nos interesa analizar, el producto-mensaje de este medio de comunicación social con tanta trascendencia en el Perú.

Referencias

Arnheim, Rudolf (1980). Estética Radiofónica”. Barcelona. Editorial Gustavo Gili.

Balsebre, Armad (1997). El lenguaje radiofónico”. Madrid: Ediciones Cátedra.

Camacho, Lidia (1999). La imagen radiofónica. México: MacGraw-Hill Interamericana Editores

Jiménez, Silvia (1999). Información audiovisual. Los géneros.Madrid: Paraninfo.

–, (2007) “Hacia la radio digital; tecnología versus creatividad”, en “Presente y Futuro de la Comunicación Digital”, texto del 8vo. Congreso de Periodismos Digital, Huesca, pág.  91-99), España.  https://www.researchgate.net/profile/Ana_Serrano_Telleria/publication/260592213_DISENO_NAVEGACION_Y_USABILIDAD/links/00b4953aff31933639000000.pdf#page=91

Lalinde, Ana María (1987). Análisis del discurso radial: aproximaciones a un modelo de análisis. Revista Signo y Pensamiento de la Pontificia Universidad Javeriana, Facultad de Comunicación y Lenguaje, Setiembre, pág. 79-84. Colombia. https://revistas.javeriana.edu.co/index.php/signoypensamiento/article/download/3781/3406

Moragas, Miquel De (1980). Semiótica y comunicación de masas. Barcelona: Ediciones Península.

Piñeira Otero, Teresa y Pena, Martin (2018) “Los estudios sobre radio: Un balance desde la academia iberoamericana”, Revista Comunicar Nro.57. Vol. XXVI, pág. 101-111. España https://www.redalyc.org/jatsRepo/158/15856696011/15856696011.pdf

Romo-Gil, Cristina (1997) “El lenguaje radiofónico”, En Revista Renglones Nro. 39, pág. 64-71 del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente – ITESO, México. https://core.ac.uk/reader/47244320 Xoengas, José (2005) “El discurso radiofónico: particularidades de la narración sonora”, Revista Prima, págs. 101-127. Madrid. https://estudosaudiovisuais.org/web2018/wp-content/uploads/2018/08/el-discurso-radiof%C3%B3nico.pdf

@ Miguel Rojas Bautista: miguel.rojas6@unmsm.edu.pe

Maestria de comunicaciones. Facultad de Letras y Ciencias Humanas. UNMSM.

Lima, 29 de junio de 2020