Poster Tenet
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Nolan lo hizo de nuevo

La más reciente película de Christopher Nolan fue lanzada este año, entre mucha expectativa de la audiencia y una industria golpeada por el covid-19.  Su estreno estaba previsto inicialmente para mediados de Julio, pero fue pospuesto en dos ocasiones, para finalmente ser estrenada el 26 de agosto en Inglaterra y llegó a las salas de USA el 3 de setiembre.

Desde entonces el film de nombre Tenet ha dividido a críticos y público en general, quienes se encuentran ante una obra que reta las capacidades del espectador. Tal como leer un cuento complejo de Borges o ver un film de Lynch, el espectador se halla desconectado del contexto, pero la narrativa llena de sensaciones pulsantes mantiene la atención y la tensión. Pese a su extensa duración, el montaje del film mantiene un ritmo constante y no cae en momentos “lentos”.

El palíndromo tenet (principio o norma en inglés) nos da indicios de la estructura narrativa. La principal premisa científica sobre la que se construye la trama es que la Flecha del tiempo se puede invertir al invertir la entropía de un sistema físico. De esta manera, los objetos invertidos pueden “dirigirse hacia atrás” en la realidad. Pero de forma similar al choque entre una partícula y su correspondiente antipartícula, un encuentro directo entre ellos generaría una cantidad de energía aniquiladora.

El protagonista sin nombre es interpretado por John David Washington, un afroamericano de tez negra, lo que no es un factor central de la trama, a diferencia de otras producciones que cometen el error de señalar sus méritos progresistas (casi quebrando la ilusión de la 4ta pared). La personalidad del Protagonista proviene de sus acciones en la pantalla, no de sus características físicas o su corrección política.

La contraparte femenina del protagonista y su interés romántico, Kat (interpretada por Elizabeth Debicki), es también la esposa del antagonista, pero no se limita al rol de objeto de deseo en disputa, sino va cobrando importancia dentro de la trama. El rol del compañero espía, Neil, es interpretado por Robert Pattinson quien se sacude de sus roles juveniles de galán para buscar un lugar en obras más serias. Por su parte, el antagonista central, el traficante de armas ruso Andrei Sator, es interpretado por el actor británico Kenneth Brannagh, en un papel que podría lucir algo más.

Rodada en Imax, para lograr el mayor impacto y calidad visual posible, sin usar pantallas verdes y echando mano de efectos tradicionales impactantes. Nolan logra que las escenas de acción tengan coherencia desde diversos puntos de vista temporales. Incluso si la coreografiada acción resulta difícil de comprender en primera instancia, los cabos sueltos son atados con maestría (y algo de humor), sin romper la ilusión cinematográfica. A diferencia de otro film de acción como Wonder Woman cuyas acrobacias resultan burdas e inexplicables (aún en su universo fantástico) y contraproducentes para la obra final.

La ilusión cinematográfica resulta efectiva cuando el mundo ficcional es verosímil y cuenta con coherencia interna, sin quebrar el tácito acuerdo que nos permite vivir la experiencia. Nolan ha demostrado que es capaz de construir estos universos complejos, y Tenet no es la excepción.

Tenet combina efectivamente elementos de la ciencia ficción, en especial el viaje temporal, con el cine de acción y espionaje. El resultado es un thriller que podría ser parte de un nuevo subgénero fílmico. Visualmente atrapante y con el toque de complejidad propio de Nolan, el film deleita los sentidos y estimula la actividad cognitiva.