Cultura

El mito del “racismo inverso”

El “racismo” hacia personas blancas o también llamado “racismo inverso” es un discurso difundido para legitimar la posibilidad de un racismo bidireccional, que afecta a las personas blancas de igual manera que a otros grupos raciales. ¿Es esto cierto? No realmente,  veamos por qué.

El concepto de “racismo inverso” es usado para explicar el caso de racismo del que son sujetos las personas no racializadas, es decir, las personas blancas o con white passing. Según quienes utilizan este término, el racismo no es un fenómeno unidireccional y así como hay racismo ejercido contra personas afrodescendientes, ellas también pueden ser racistas contra personas blancas. “El racismo es hacia todas las razas” suelen comentar. ¿Es esto cierto?

Yásnaya Elena Aguilar, lingüista mixe y columnista de EL PAÍS indica que “para que el racismo fuera al revés tendrías que tener la situación contraria a la que se ha vivido por siglos: que la población blanca hubiera sido esclavizada, que no hubiera podido tener acceso a universidades, que se hubiera traficado con ellos y que el canon de personas fuera de personas no blancas y que los puestos de poder fueran ocupados por personas no blancas”, expresó al medio digital Verne.

¿Qué sería entonces, el llamar despectivamente a alguien “blanquito” o prejuzgar sus actitudes por su apariencia? Concretamente, serían prejuicios raciales, no racismo.  Es importante establecer una diferencia entre prejuicios y racismo. Muchas veces, las personas optan por recurrir a la RAE para definir lo que es racismo; sin embargo, la RAE no es la fuente más adecuada para esta tarea.

La RAE define al racismo como: “exacerbación del sentido racial de un grupo étnico que suele motivar la discriminación o persecución de otro u otros con los que convive”. Como se observa, esa definición  a pesar de ser parcialmente cierta, aún es incompleta, inexacta y muy superficial para definir dinámicas sociales.

El racismo es un fenómeno social y su explicación más cercana nos la pueden dar las ciencias sociales. El sociólogo Ramón Grosfoguel lo define como un principio organizador o una lógica estructurante de todas las estructuras sociales y relaciones de dominación de la modernidad. Este fenómeno se sustenta en la colonialidad e involucra a un grupo históricamente opresor y una minoría históricamente oprimida.

Mientras tanto, los prejuicios son conductas que podemos tener todas las personas hacia otros, producto de la esterotipación y aprendizaje social. Nadie debería sufrir de ello, por supuesto. No obstante, no es lo mismo sufrir de prejuicios que sufrir de racismo. Tal como explica la activista Una chica afroperuana: “Tener preconceptos raciales nunca va a ser algo bueno. Pero en tu día a día, cuando salgas por la puerta de tu casa esto no te impide ningún derecho”.

Finalmente, se entiende que el “racismo inverso”, “racismo hacia blancos”, “racismo de arriba hacia abajo” como prefiera llamarse, no existe.