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El viaje de Chihiro: la obra maestra de Miyazaki

El cineasta japonés Hayao Miyazaki cumplió, el pasado 5 de enero, 80 años de edad, ante este acontecimiento, resulta necesario rememorar una de sus obras más importantes dentro de su vasta filmografía: El viaje de Chihiro (2001), la decimosegunda producción del Studio Ghibli y ganadora de 35 premios a lo largo del mundo, incluyendo el Óscar en el 2002.

La película relata la historia de Chihiro Ogino, quien debe mudarse con sus padres a su nuevo hogar. En el trayecto, la familia se topa con un túnel que da hasta un pueblo abandonado (mundo de los espíritus). Atraídos por el lugar, los padres se verán atrapados y Chihiro deberá pasar por muchos retos antes de recuperarlos y volver al mundo real. .

Esta obra, más allá de los acontecimientos fantásticos y personajes mágicos, nos habla de la búsqueda de la identidad y sus problemas. Cómo una niña temerosa e insegura de sí misma encuentra, en lo desconocido, un propósito para aferrarse a lo que quiere, ejecutar los valores que ha ganado y, sobre todo, probarse a sí misma que es capaz de superar su más profundos miedos.

Foto: El viaje de Chihiro (2001)

Los temas de la película: la identidad y el trabajo, se profundizan en los personajes que presenta el director; Chihiro busca su identidad; Haku ha perdido su identidad; Yubaba quita la identidad si alguien no cumple con su trabajo, etc. Se toma a la identidad como la esencia de los seres y como su motor para tomar decisiones.
Esta fragmentación de los temas nos permite abordar la película de diferentes maneras, a pesar de que la historia es contada a través de Chihiro. .

Por otro lado, el film ejecuta una crítica sutil hacia el consumismo y la modernización desmedida. Un ejemplo de ello, es la escena de presentación y transformación de los padres o la aparición del Dios del río y su contaminación. También presenta personajes degradados y sin retorno, como un símbolo de lo que sucede cuando se pierde la identidad tan tratada en la cinta.

En suma, El viaje de Chihiro es una película redonda que refleja los intereses e ideales de Miyazaki, es una de las cintas más representativas del Studio Ghibli y una de las más importantes dentro de la cultura popular. Una cinta que todo amante del cine tiene que ver.