Las artes escénicas como el teatro, la danza y la música tuvieron que adaptarse a los nuevos cambios que trajo la Covid-19.
El escenario es un lugar que reúne actores, bailarines o músicos con un público que está anhelante por presenciar el inicio de la función. El público que disfruta de forma directa se contagia de las emociones que desprenden del escenario y todos ríen, lloran, cantan, etc. Sin embargo, ahora el escenario ya no tiene más un público presente sino uno conectado.
La Covid-19 tuvo un gran impacto en el espacio cultural, lugares que reunían a una gran cantidad de público tuvieron que cerrar sus puertas para contener el contagio del virus. El escenario se quedaba vacío, actores, bailarines y músicos se quedaban sin trabajo. Solo en el rubro del teatro en los meses de marzo a diciembre del 2020, 453 temporadas y 3239 funciones fueron canceladas, se devolvieron 15 025 entradas cuyo valor ascendía a los S/ 344 919 y se paralizó el movimiento de S/ 4 500 000 por cancelaciones de funciones en un trimestre, según el estudio realizado por la Asociación Playbill. En cuanto al rubro musical, la Asociación Peruana de Managers Musicales dio a conocer mediante una encuesta realizada en el mes de abril del 2020 que el 80% de los músicos afirmaban que no lograrían el pago de sus gastos fijos debido a la ausencia de eventos y que se registraron 2 millones de soles en pérdidas por la paralización del sector en el primer mes de cuarentena.
La situación era crítica y los meses en cuarentena iban transcurriendo. No era una opción sentarse a esperar que el virus desaparezca por lo que tuvieron que lidiar con nuevas ideas para dejar la desesperanza atrás. Anne Bogart, directora teatral, afirma “los artistas son individuos que desean expresarse frente al cambio constante y la transformación. Y el artista que prospera encuentra estructuras nuevas como reacción a las ambigüedades e incertidumbres de hoy”. Entonces como alternativa para seguir con el teatro, los conciertos y las puestas en escena de bailes se comenzó a usar la plataforma virtual. Esta idea fue una forma de volver a los escenarios, pero desde casa, es decir, el público volvería a ver obras teatrales, conciertos y coreografías de danza solo que ahora desde la comodidad de su hogar.
En una entrevista para RPP noticias Julie Freundt refiere que “el pro de hacerlo en vivo en un teatro es esa calidez, el aplauso y el abrazo; sin embargo, por Internet, podemos llegar a más gente, lo podrán ver desde casa siendo más responsables”. Esta nueva forma de llevar el escenario a casa ayudará a contrarrestar el gran impacto que tuvieron las artes escénicas a consecuencia de la pandemia.
El pasado 06 de diciembre de 2020 el ministro de cultura Alejandro Neyra dijo “Estamos contentos porque dentro de la fase 4 de la reactivación hay varias actividades económicas que se están reiniciando y por nuestro lado, en el sector Cultura, estamos contentos que las artes escénicas puedan retomarse”. Proceso que se está dando de forma gradual, pero que ya muchos de los adeptos a estas artes esperan con ansias.