Por Ingrid Mayor Murguía.
3% (2011) es una serie web de suspenso y ciencia ficción producida por Netflix. La serie habla de un futuro indeterminado en el que la población está dividida en dos grupos abismalmente distintos: uno minoritario, que representa el tres por ciento del total, y que vive en la riqueza y sin problemas, y el resto, quienes viven en la pobreza y la devastación. Para cambiar esto, los jóvenes enfrentan un exhaustivo proceso de selección, luego del cual podrán vivir en Mar Alto, también mencionada como ‘El otro Lado’, una extraña y mítica isla en altamar que goza del desarrollo y el equilibrio social que no existe fuera de ella.
Esta interesante producción nos presenta una temática distópica, con ciertos apuntes épicos, que plantea una crítica a la dinámica social de la meritocracia, discurso ampliamente difundido en esta época, y que tendría lugar, según su argumento, en un futuro de devastación climática. Según lo que muestra la serie, en un futuro alternativo, los modelos de poder seguirán siendo jerárquicos y verticales.
Las motivaciones metafóricas de la historia, como se ha dicho, reflejan problemáticas actuales como la desigualdad. la meritocracia, la falsa competitividad y la exclusión social. Si bien la postura es crítica de cara a estos temas, dentro de su argumento celebra y remarca la postura hegemónica del poder, en el que el grupo dominante se diferencia fuertemente del dominado, al que se le exotiza a través del refuerzo de diversos estereotipos. Esta diferenciación, y la creación de un grupo de ‘otros’ que desea ser parte del grupo bien, o del grupo ‘civilizado’, hace pensar directamente en las dinámicas coloniales que han tenido lugar en muchos de los países latinoamericanos, por ejemplo.
Para un espectador distraído, o que no tiene la intención de reconocer la crítica que se presenta a lo largo de esta serie, esta verticalización social podría ser entendida como algo positivo, y de hecho podría verse identificado a sí mismo en su búsqueda de ‘éxito’, o de dejar de ser ‘otro’. Estos rezagos de la colonialidad y el eurocentrismo, bien o mal abordados en esta serie, son menesteres complicados de tratar y que, aún cuando se pueda estar dando una crítica o no, corren el riesgo de significar una perpetuación de este pensamiento, sus estereotipos y su imposición histórica.