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La Ómicron: La variante que ahora tiene el mundo en tensión

La nueva variante de preocupación denominada “Ómicron” activó las alarmas alrededor del mundo por su alta tasa de crecimiento durante el mes de noviembre. Según Louis Jacobson, aunque esta acumula un gran número de mutaciones asociadas a la transmisibilidad, aún se deben realizar estudios para determinar el verdadero nivel de peligro que representa para la humanidad.

Foto: Ojo público

La OMS asegura que la Ómicron o también conocida como B.1.1.529, fue detectada en 57 países y que se empezó a incrementar en Sudáfrica. Sobre eso, de acuerdo a lo publicado por Tulio de Oliveira, director del Centro de Respuesta Epidémica, en menos de dos semanas se ha convertido en el linaje circulante dominante, desbancando a la variante delta mayoritaria hasta el momento en Botsuana (Sudáfrica)”

Además, si la gravedad es igual o incluso potencialmente menor que la de la variante delta, se estima que las hospitalizaciones aumentarán y que habrá un lapso de tiempo entre un aumento en la incidencia de casos y en la incidencia de muertes. Por lo que puede ser una nueva variante de preocupación- señala Fernando González Candelas, Catedrático de Genética en la Universidad de Valencia. 


Candelas también agrega que se tiene que ver qué es lo que sucede con esta variante en los otros entornos. Pues se logró analizar que tiene algunas mutaciones que disminuyen la capacidad de neutralización de anticuerpos concretos. Pero por suerte, con lo que se sabe hasta ahora, según el mismo Candelas, no hay evidencia científica de que pueda afectar la vacunación.

O eso es lo que se estima por los estudios que se han hecho sobre si la variante podría afectar a la efectividad de las vacunas. Porque según responde Iñaki Comas, investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en el Instituto de Biomedicina de Valencia, “No lo sabemos todavía, hemos visto anteriormente alguna de las mutaciones más preocupantes en ese sentido en otras variantes, pero también sabemos que es la combinación de todas las mutaciones, cómo se combinan en una variante concreta, lo que determina su comportamiento”.

No obstante, se precisa que hasta que no se tenga un mejor conjunto de datos, tanto epidemiológicos como virológicos, sería poco riguroso hacer afirmaciones sobre transmisión o protección de las vacunas, aunque para las personas que trabajan en los sistemas de vigilancia cada aparición de una nueva variante merece toda atención y trabajo en conjunto.

Aunque una cosa es vigilar y otra cosa es alarmar. No parece que la situación requiera una alarma, sí una vigilancia parecida a la que se estaba realizando previamente con el resto de variantes. Las vacunas siguen teniendo la efectividad elevada que tienen. Se ha visto que con el tiempo la efectividad de las vacunas va disminuyendo, de ahí las dosis de refuerzo, y no cabe prever que con este variante vaya a ser distinto. Por tanto, los expertos aclaran que solo hay que vigilar y no alarmar.