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El contexto de la prosperidad falaz y cómo influyó en el Estado peruano de mediados del siglo XIX.

El crecimiento de la agricultura en las tierras europeas significó el inicio de la búsqueda por una mejora en las distintas técnicas de cultivo e incluso el uso de maquinarias, acompañado de la crecida exponencial de la búsqueda de un nuevo fertilizante agrícola. Fue así cómo este impacto fue aprovechado por el pueblo peruano ya que contábamos con este abono natural en abundancia. Incluso el guano peruano se llegó a considerar uno de los más ricos debido a diferentes factores, como sus ricos nutrientes y diversidad ecosistémica.

“Propiedad falaz” como lo conocemos en la estructura actual fue el término impuesto por el reconocido historiador Jorge Basadre, esta connotación representa el relativo y fugaz apogeo económico, político y social en el territorio peruano. Asimismo, en el contexto político en el que se desarrolla el auge guanero se ubica el gobierno de Ramón Castilla. Cabe resaltar los diversos logros que consiguió la prosperidad falaz, uno de los cuales significó el fin de completar el pago de la deuda tanto interna como externa. Trayendo consigo distintas adquisiciones como el primer ferrocarril a nivel de toda Sudamérica, el primer barco a vapor e incluso la inversión en maquinarias de guerra junto con la expansión del ejército nacional. Además, cabe resaltar la eliminación de la Contribución Indígena, controlando de cierta manera el descontento poblacional del sector menos favorecido.

Asimismo, este periodo representa dos sucesos que significaron un cambio imperante en el sesgo de desarrollo económico del Perú. El primero, se basa en la creación del sistema de consignaciones por el cual recibimos una comisión gracias al uso de las islas guaneras; y en segundo lugar, tenemos a la reglamentación señalada en el Contrato Dreyfus donde el estado en conjunto a la empresa francesa se comprometían en la compra de dos millones de toneladas de guano y así cubrir la deuda externa del país a cambio de la exclusividad del guano. Pero lamentablemente la caída fugaz del desarrollo económico a base del fertilizante se debió principalmente al despilfarro fiscal por el mal uso de los ingresos generados, sin contar con la clara corrupción de la época. Empero, la bonanza económica solo era una fachada del problema real, el haber basado la economía en un único producto hizo que cuando, hacia 1870, las reservas de guano se hubieran casi agotado, fue así como el país entero colapsó.

En suma la gran crisis afectó a toda la población, ya que el presupuesto no alcanzaba para pagar los servicios mínimos, incluidos los educativos y los sanitarios. Esto ha traído múltiples consecuencias como la desigualdad social, la pérdida de múltiples infraestructuras y el pago de bastos préstamos solicitados, algunos incluso hasta el día de hoy.

Referencias:

Caballero, J.M. (1980). Agricultura, reforma agraria y pobreza campesina. Lima: IEP ediciones.

Quiroz, A. (2013). Historia de la corrupción en el Perú. Lima: IEP ediciones.