Jairo Rodríguez
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Gatos en el antiguo Egipto ¿Simples felinos o animales sagrados?

Fuente: Andy Alvez

Los gatos se han establecido como mascotas de compañía predilecta sin importar el espacio y tiempo. Su perfil curioso, tierno y lindo se ha acomodado para la mayoría de la población, así como entre sus atributos físicos y su comportamiento inofensivo ha destacado para ser una mascota ideal en el hogar.

Por otro lado, es indudable la comodidad que ha tenido este felino en el establecimiento dentro de la cultura actual; y es fundamental resaltar que su estancia y su relación con los humanos no ha sido meramente casualidad. A través del tiempo, el gato ha simbolizado y ha formado parte de la cultura de diversas sociedades, entre las más conocidas, en antiguo Egipto, y es de destacar su rol importante dentro de su sociedad.

Los gatos fueron criados en Egipto hace 4000 años A.C, en la vida cotidiana tenían fines prácticos como cazadores de alimañas pequeñas, de roedores y de pequeñas serpientes, de las cuales algunas atacaban cultivos y generaban pestes. Tenían gran capacidad de disminuir plagas y posibles amenazas de daños a la agricultura, sobre todo entre las costas del río Nilo, zona de gran expansión agrícola debido a sus propiedades fértiles.

Por otra parte, los antiguos egipcios adoraban distintos animales, entre ellos estaban los perros, monos, vacas, leones y buitres. Entre los más importantes se situaba el gato, se pensaba que tenían una conexión directa con sus dioses; así también, los retrataban seguidamente en imágenes y estatuillas.

Fuente: Indra Cat’s

Los gatos formaron parte de la vida diaria de muchos egipcios, no exclusivamente como mascota en su práctica, sino como divinidad. La mayoría de sus representaciones se avistaban en los templos, tumbas y zonas de mayor frecuencia pública; por lo tanto, fueron venerados por los faraones y por el pueblo.

Sin embargo, los únicos que podían tener la posesión o la propiedad de los gatos eran los faraones, puesto que tenían la capacidad de estar acompañados por ellos por su alto poder. Todo poblador no podía criar gatos e incluso era prohibido matarlos, puesto que era penado y condenado de pena de muerte.

Su rol divino se basaba en espantar entes malignos, así también era utilizado como ser de protección. Era un cazador espiritual. En relación a esto, Bastet fue la primera diosa en ser representada por este felino, diosa de la fecundidad, domesticidad y de parto; tenía la capacidad de alejar espíritus malignos y enfermedades.

Fuente: Internet
Fuente: National Geographic

Por lo tanto, el trato de los gatos era de forma honorable, se les alababa como reyes y recibían un trato especial, ya sea en vida o en muerte. Algunos gatos terminaban momificados, eran embalsamados y; en ocasiones, los protegían con piezas de cobre. Además, lucían como ofrendas hacia los dioses.

Finalmente, como dato curioso, y a pesar de su importancia en la sociedad, como lo fue en el antiguo Egipto; en contraparte, a mediados de la Edad Media, la idea del felino se le asoció a imágenes satánicas, por lo que era constantemente amenazado. Se le asociaba como un animal que atraía desastres, también era relacionado con la imagen de las brujas. Por lo tanto, toda persona que tenía posesión de ella era injustamente enjuiciada y asesinada. Sin lugar a duda, el legado del gato ha ido variando según el tiempo y el espacio donde se ha desarrollado, de esta manera llegando como lo concebimos en la actualidad.