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ICPNA San Miguel inaugura exposición “Diseño Agente de Cambio/Festival de Tipografía y Caligrafía de Lima”

La muestra exhibe propuestas de diseño social

La exhibición contó con una numerosa muestra de fotografías, cuadros, dibujos, diseños digitales y proyectos realizados por alumnos y egresados de la Universidad San Ignacio de Loyola en conjunto con otras universidades del mundo entero, tales como China, Singapur, Sudáfrica, Argentina, Brasil, Colombia, etc. 

Rafael Vivanco, director de la carrera de Arte y Diseño Empresarial de la USIL, resaltó que la muestra que ellos llevaron al ICPNA refleja “la filosofía más importante” que tienen los diseñadores hoy en día, que su profesión “[…] sirva para hacer mejoras en la sociedad y para colaborar con ella”.

Vivanco también se mostró contento ya que, según él mismo “[…] hemos mejorado la calidad de los trabajos, eso nos llena de orgullo, nos replantea a que las vallas cada año se tienen que superar y dejarlas cada vez más alta”.

El director de la carrera de Arte y Diseño Empresarial también comentó sobre la muestra de “[…] las mejores tesis de los alumnos de Investigación en Diseño” que son la muestra de “Diseño Social”, que “[…] realmente vale la pena leerlas, para comprender para qué sirve un diseñador hoy en día”. 

Como lo mencionó su director de carrera, la Universidad San Ignacio de Loyola cuenta con un programa de proyectos sociales en los que se realizan actividades que contribuyan a las comunidades que necesitan guías, asesoramiento o cualquier tipo de ayuda que un profesional pueda brindar.

Entre los proyectos realizados, se encuentra el proyecto “esWanka” de la diseñadora Jazmín Alvarado quien comentó sobre su labor realizada, ella explicó que casi la totalidad de los proyectos realizados por sus compañeros se centraban en zonas de Lima, pero que a excepción de un solo proyecto, no había proyectos en provincias. Es por esto que ella decidió realizar su proyecto en el Valle del Mantaro y contribuir con la población.

“esWanka” es un proyecto que consistió en asesorar a una familia de la zona del Valle del Mantaro a poder emprender su propia marca, ya que, según Jazmín Alvarado, el señor que realizaba y vendía mates burilados como artesanía tenía un talento extraordinario que no sabía explotar y que las autoridades nunca supieron asesorar.