CulturaDerechoPeriodismoSin categoría

Nueva luz para las trabajadoras domésticas

El día 1 de octubre del presente año se publicó en el diario El Peruano la Ley 31047. Esta ley está dirigida a alrededor de medio millón de trabajadoras del hogar del Perú y ampara el respeto de sus derechos laborales. 

Fuente: https://www.facebook.com/fenttrahop.peru/photos/1810863685738635

Este sector que durante años  ha sido marginado con renumeraciones injustas, explotación , abusos y discriminación laboral, al fin veía una luz en su camino. Pero el el pasado 16 de diciembre, el Ministerio de Trabajo (Mintra) publicó el proyecto de reglamento de la ley de trabajadoras del hogar, ante el cual la Federación Nacional de Trabajadoras y Trabajadores del Hogar del Perú (FENTTRAHOP) expresó su rotundo rechazo al considerar que no se tomó en cuenta las voces de las trabajadoras del hogar.

 “En mis primeros trabajos muchas veces sufrí discriminación, por ejemplo si los acompañaba a un restaurante, me decían que espere en el estacionamiento o en el auto, pero no cerca de ellos. A veces me humillaban, si me equivocaba en algo me insultaban. Me trataban como si no fuese una persona y yo no podía hacer nada más que callar.” cuentan Beny, quien se ha desempeñado como trabajadora del hogar durante 20 años en los principales distritos de Lima.

Uno de los problemas que hoy las trabajadoras enfrentan, es la negativa de sus empleadores a pagar la gratificación de sueldo completo correspondiente al mes de diciembre. A pesar que en la Ley 31047 el Artículo 9 de gratificaciones y compensación por tiempo de servicios indica lo siguiente: Las trabajadoras y los trabajadores del hogar tienen derecho a gratificación por Fiestas Patrias y por Navidad, siendo cada una equivalente al monto total de la remuneración mensual.

El argumento utilizado para negarles este derecho, generalmente es que aún no se aprueba el reglamento de la ley. Por eso la Federación Nacional de Trabajadoras y Trabajadores del Hogar del Perú se ha pronunciado para proponer un reglamento que sí considera la participación de las trabajadoras y que no vulnera sus derechos. 

Beny menciona que si antes se enfermaba la obligaban a trabajar o la mandaban a su casa, y cuando volvía muchas veces ya no le abrían la puerta. Hoy  en cambio si se enferma, cuenta con seguro de salud y sus propios jefes la llevan en su carro a la clínica. Sin embargo no todas las trabajadoras domésticas tienen la misma suerte, muchas conocidas suyas aun son despedidas arbitrariamente, algunas incluso no reciben su pago completo. Otras atraviesan situaciones de explotación y marginación. Por eso esta ley la pone muy contenta, para ella significa un gran logro que va más allá de una cuestión monetaria, es sentir que el país al fin toma en cuenta sus derechos y los de sus compañeras, que su existencia cobra valor al igual que su trabajo.