Entendemos a la virtualidad como parte de nuestro día a día, y con ello se consolidan las nuevas formas que tenemos para establecer contacto con las demás personas. Para nadie resulta extraño leer o escuchar la palabra ‘emoji’, un término que desde hace un par de décadas (y sobre todo desde la aparición de las redes sociales) ha sido parte indisoluble de nuestra cotidianeidad. Su popularidad se encuentra en tal punto que incluso el año 2019 fue considerada por la Fundación de Español Urgente, Fundéu, como la palabra del año.
El papel que cumple el emoji es sencillo: “imitar expresiones faciales y emociones para desambiguar los textos escritos” en las redes sociales virtuales. Pero, valiéndose de su importante rol, los emojis han venido sirviendo, entre otras cosas, a la visibilización de colectivos, minorías, ideas progresistas y de algunos grupos marginados por la sociedad. Whatsapp ha incluido emojis como la bandera del orgullo transgénero, la bandera LGTB e incluso un hombre con velo de novia, enfrentándose así a los estereotipos de género y demás.
Unicode ha aprobado para el 2021 el ingreso de 217 nuevos emojis a los dispositivos. Sin embargo, de entre todos ellos, 200 emojis representan las diferentes tonalidades de piel para los emojis “pareja con corazón” y “beso”. Esto es, evidentemente, una clara muestra de que aplicaciones como Whatsapp tienen entre sus ideales continuar la lucha por la tan ansiada igualdad en nuestra sociedad.
¿Que los emojis tengan diferentes tonos de piel ayuda a combatir la lucha contra el racismo? Es evidente que presentar una “paleta de colores humanos” para cada uno de los emojis presentes en una red social virtual brinda representatividad a cada grupo social humano, en lo que refiere al fenotipo. Es loable que más del 92% de los nuevos emojis para el 2021 estén relacionados de alguna manera con alguna forma de inclusión e igualdad social.
Sin embargo, según el ingeniero norteamericano Adita Mujerkee, hay un problema presente en el caso específico del uso de los emojis con diferentes tonalidades de piel: “por un lado, puede desviar la atención a la etnia (consiguiendo el efecto contrario al deseado) y por otro podría rechazar el hecho de representarla [al momento de usar el tono amarillo, o color genérico]”.
Entonces, por parte del usuario existe cierto temor de mostrar orgullo por su color de piel al hacer uso de un emoji que vaya acorde a su tonalidad, ya que (en el caso de los emojis de tonalidades claras) dicha manifestación se podría percibir como una acción con cierta carga discriminatoria; mientras que si una persona (supongamos, de piel oscura) usa el emoji amarillo –o color genérico- se podría interpretar como que dicha persona se encuentra indiferente a la lucha por la igualdad.
Esta manera de interpretar el uso de las tonalidades de piel de los emojis se presenta más en EEUU que en el resto del mundo, pero ¿qué tan diferente es en nuestro país? ¿Usar un ‘emoji con color de piel’ tiene connotaciones racistas? ¿Usar un emoji de color amarillo o genérico significa ignorar la lucha por la igualdad social?