Ocurrió el mismo día; Fado y Mariachi declarados Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por Unesco

Nusa Dua Indonesia, veintisiete de noviembre de dos mil once, ese día el fado portugués fatalista, y el mariachi de fiesta mexicana fueron más aclamados, más aplaudidos además de incorporados al Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

El fado es un género musical portugués conocido a nivel mundial. Sus melodías y letras generalmente son muy tristes, pero de gran belleza, transmiten sentimientos de melancolía muy cercana a la fatalidad, aunque a veces solo de resignación y alegría mezclados con tristeza. A diferencia del fado el mariachi es una expresión musical de un conjunto instrumental  que acompaña a los cantantes de ciertas danzas, música y baile alegres y populares mexicanos procedentes del estado de Jalisco.

El fado de Lisboa -del latín «fatum» que significa «destino»- surge en los arrabales humildes, en los ambientes tabernarios y portuarios de la ciudad que se refleja por su carácter melancólico y nostálgico, se inspiran en relatos urbanos de la clase trabajadora, aunque en algunas canciones también hablan de la vida marítima. Los temas de fado expresan a través de melodiosas voces la vida de la gente sencilla, humilde y sus problemas de amores.

Mariachi palabra que se llegó a aseverar que provenía del francés, lo que afortunadamente se ha ido desmintiendo con los hallazgos documentales actuales, es probable su procedencia de la lengua yuto-azteca. La palabra mariachi no solo definía el ambiente festivo, la diversión desordenada de algunos hombres, sino también al grupo de músicos los cuales eran repudiados por algunos pobladores de Guadalajara, ya que en su momento le llamaron “miserable y ridículo mariachi”, cuando tocaba por las calles allá por 1888.

Algunas de las mejores canciones de fado portugués son: Meu Amor de Longe – Raquel Tavares, Se não Chovesse – Cristina Branco, Desfado – Ana Moura, y Uma Casa Portuguesa – Amália Rodrigues (1920-1999) ésta última considerada la mejor intérprete que ha dado Portugal, además una de las cinco cantantes más importantes del siglo XX. Amalia Rodrigues empezó a cantar composiciones de los grandes poetas portugueses, antes de Amalia el fado tenía una poesía de origen popular.

El considerado rey del Fado es Alfredo Marceneiro  creador de canciones que hoy son clásicos. Otros cantantes reconocidos son; María Teresa de Noronha, Fernando Maurício, Carlos do Carmo todos presentándose en los grandes escenarios de todo el mundo, así como también Mariza, Carminho y Camané quien es conocido como el príncipe del Fado. 

En México compositores como Tata Nacho, Manuel Esperón, Ernesto Cortázar, Cuco Sánchez, José Alfredo Jiménez y algunos más, heredaron canciones en el ámbito mariachero que se siguen cantando tanto a nivel nacional como internacional.  Entre los grupos de mariachi tradicionales (mariachi Vargas) están los de repertorio antiguo al ambiente festivo y ritual en las poblaciones rurales y el mariachi moderno con repertorios de éxito comercial, en medio de una industria de consumo; los dos son un símbolo musical del país.

El fado canta con tristeza lo que ya no existe, la patria que pudo haber sido, al hombre que perdió su gloria. Canta la historia de Lisboa, su alma con cicatrices, interpretada por los grandes poetas Camoens y Pessoa. Canto popular urbano con pasión, machismo, mujer objeto, el fado es introvertido, recogido, íntimo, en esencia, en «saudade» como dicen los portugueses. El fado es símbolo de la identidad portuguesa que permite la interacción creativa con otras tradiciones musicales vivas.

  Siguiendo con el mariachi, es el símbolo de identidad mexicana y herencia del mestizaje, está compuesto por un grupo de intérpretes que ejecutan diversos géneros de la música popular y tradicional, desde jarabes y sones, hasta boleros y canciones modernas, con temas que refieren, principalmente, al amor, la tierra y la mujer.

En la actualidad

El fado ha ganado los salones de clases sociales altas, que sus letras son escritas por los mejores poetas. Se escuchan fados en las «casas de fado», en los barrios lisboetas de Alfama, Mouraria y en Barrio Alto. Rodrigo Costa Félix es uno de los precursores de la nueva generación del Fado y heredero de la gran tradición de los cantantes de Lisboa.

Del otro lado del océano atlántico, está situada en la parte centro norte del Centro Histórico de la Ciudad de México en el barrio de la Lagunilla la Plaza Garibaldi famosa por los grupos de mariachis, grupos norteños, tríos románticos y grupos de música veracruzana que ahí se reúnen, vestidos con su atuendo típico y equipados con sus instrumentos musicales.

Por mucho tiempo ha sido el lugar dónde conseguir a un mariachi quien acompañe una serenata, toque y cante en una fiesta de quinceañera, o en algunos cumpleaños, noches mexicanas, día de la madre, etc. En el fado se imparten tradicionalmente cursos a menudo de generación en generación dentro de las mismas familias.

Un poco de historia

Los primeros registros de esta expresión denominada fado se remontan al siglo XIX. Es un género musical que sufrió muchas influencias: de Brasil y África principalmente. Se cree por tradición oral que la primera cantante de Fado fue una mujer, y se llamaba Marissa. Los instrumentos tradicionales para crear un fado son: una guitarra portuguesa, una guitarra clásica, y un contrabajo. El fado lo suele interpretar un solo cantante, hombre o mujer. Hay dos tipos de fados; los tradicionales y el fado canción.

En cuanto a agrupaciones mariacheras acompañaron a figuras del cine nacional de la Época de Oro, como Jorge Negrete, Pedro Infante y Javier Solís. Además, implantaron el traje de charro o “de gala” a su indumentaria, que se conserva hasta esta época, convirtiéndose en uno de los emblemas mexicanos. Su desarrollo en el medio rural y campesino mestizo, en su invención destacan las aportaciones de los pueblos indígenas de Nayarit, Jalisco, Colima, etc.

En sus orígenes, los mariachis estaban conformados con músicos de cuerda, violín, vihuela, guitarra, arpa, guitarrón de golpe conocido como tololoche y, en algunos lugares, tambora. En el siglo XX se hicieron reemplazos o adiciones de instrumentos, el más notorio fue la trompeta, adoptado por agrupaciones comerciales a partir de los años cuarenta.

Acerca del patrimonio 

El alcalde de Lisboa, Antonio Costa, agradeció en la isla indonesia de Bali el reconocimiento al fado como arte compuesto por cantantes, poetas, músicos y compositores. Por su parte México en compañía de un mariachi conformado por 13 músicos, la delegación compuesta por, Alejandro Cravioto Lebrija, secretario de Cultura de Jalisco; Edaly Quiroz, especialista de la Dirección de Patrimonio Mundial del INAH, y Anna Goycoolea Artis, de la Dirección General de Culturas Populares del Conaculta, recibió el voto positivo y unánime de los 24 países miembros que conforman el Comité Intergubernamental, además del apoyo del grupo de América Latina y de España, así como del de las autoridades anfitrionas indonesias.

La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, Unesco, llamó al “Mariachi, música de cuerdas, canto y trompeta” y junto con el fado portugués, la equitación tradicional francesa, el teatro de sombras chino, entre otros los declaró elementos culturales.