Leila Guerriero publica la reedición de su libro “Los suicidas del fin del mundo”
Entre 1997 y 1999, una oleada de suicidios conmovió a la pequeña localidad petrolera de Las Heras, situada prácticamente en medio de la nada y perteneciente a la provincia argentina de Santa Cruz, en la Patagonia.Colgados de una viga, o de cables de luz en la calle, disparándose en la garganta con una carabina, atándose el cuello con mangueras o cinturones de pantalón, una veintena de personas decidieron quitarse la vida. La mayoría de los suicidas tenían alrededor de veinticinco años y pertenecían a familias modestas, oriundas de la zona.
La periodista argentina Leila Guerriero viajó a este desolado paraje patagónico, interrogó a los familiares y amigos de los suicidas, recorrió las mismas calles, siempre desiertas, y visitó cada rincón del pueblo. Entrevistó a los vecinos, preguntó a todo el que tenía una respuesta, una teoría que explicara el drama. El resultado es un relato descarnado que reconstruye los episodios trágicos de esos años al tiempo que pinta expresivamente la vida cotidiana de una comunidad alejada de las grandes ciudades.
Leila Guerriera, declaró en una entrevista que “Los suicidas del fin del mundo” habla de un tema presente todo el tiempo: la ausencia de la sensación de porvenir, algo que está en riesgo para mucha gente. Además, añade que “esta idea de futuro, aunque sea una ilusión, es lo que le da un sentido a la vida. No soportamos la idea de que el futuro vaya a ser como este presente, es demasiado doloroso, demasiado insoportable, demasiado incierto. Este libro trae un poco esa falta de sentido, cómo lidiar con esa sensación. Todas las personas que aparecen en el libro hablan de lo chiquito y opresivo que es ese pueblo, lo poco que les ofrece. Todos quieren salir de allí para “ser alguien”, como si estando allí fueran “nadie”. Allí creo que hay una conexión con los tiempos que vivimos, tan asfixiantes”
Este libro, publicado originalmente en el 2005 y que significó para la maestra de la crónica Leila Guerriero su primera obra, ha vuelto a ser lanzado en estos días por la editorial Tusquets.
Es interesante resaltar que esta obra nació por la denuncia de una ONG que se enteró de los suicidios en Las Heras, sumado a los problemas laborales de la actividad petrolera, el desempleo, las altísimas cifras de embarazo adolescente, la prostitución. Todo ello concentrado en un pueblo de 6 mil habitantes cuya población se duplica dependiendo del precio del barril y los nuevos puestos que se abran. Cuando Guerriero se enteró de ello viajó al pueblo e inició este proyecto personal que ni siquiera contaba con un contrato previo con ninguna editorial, incluso luego de escribirlo fue difícil para la autora encontrar un lugar donde publicarlo.
La reedición de esta historia que reconstruye las historias de los ausentes y de los sobrevivientes, resulta especialmente pertinente en estos tiempos de incertidumbre por la pandemia.