¿Cómo es que la Covid-19 llegó para imponer disciplina a los peruanos?
En la ciudad de Huacho, distrito perteneciente a la provincia limeña de Huaura, ha transcurrido ya una cantidad considerable de meses desde que la mascarilla reemplazó una sonrisa en las calles. A pesar que tomó tiempo que los peruanos nos adaptemos a las nuevas normas, para prevenir el contagio en esta emergencia sanitaria, parece haber cambios positivos en los hábitos de la población.
Esta constante, bien sea por la insistencia de nuestras autoridades, por un razonamiento moral hacia el bien colectivo o por el sencillo hecho de estar a salvo; ha brindado un control sanitario en los negocios, tanto por parte del vendedor como del cliente.
En negocios formales
Se observa una mejor aplicación de medidas sanitarias en los negocios formales. Esto es de esperar, ya que se encuentran bajo la constante supervisión del Gobierno Regional de Lima, el cual desde el mes de mayo está desarrollando la primera fase de activación económica, a través de pruebas rápidas y moleculares, según publica la agencias de noticas Andina. [1]
A ello debemos añadir las medidas de sanidad mínimas que debe cumplir para el funcionamiento del negocio y el propio criterio del comerciante al aplicar medidas de prevención. A continuación, algunos de los negocios y las medidas que han tomado. Estas son:
- Puestos en el mercado: Venta de carne, verdura: Aíslan con una pared plastificada los productos y el mostrador.
- Tiendas de repuesto de celulares, peluquerías: Uso de micas y trajes herméticos para una desinfección rápida sin estar alejado por completo del cliente.
- Clínicas y farmacias: Uso estricto de termómetro al ingresar, desinfección constante.
En negocios informales
En la otra cara de la moneda uno podría esperar rebeldía por parte de la informalidad, tal y como es con muchas otras medidas. Sin embargo, los comerciantes han hallado la manera de salvaguardar su seguridad y la de sus clientes, sin necesidad de una presencia hostigadora de la autoridad, estos huachanos han optado por adaptarse.
Entre los negocios y sus medidas que se han podido observar, tenemos:
- Carrito de emoliente: aislar con una capa de plástico sus productos y su espacio de los potenciales clientes, además de una desinfección constante.
- Venta de café al paso: Uso de mascarilla y protector facial, desinfección al recibir y dar dinero.
- Carretilla de dulces: aislar los productos con plástico y una desinfección constante.
Como podemos apreciar, la Covid-19 ha llegado a la vida del peruano para dar un orden, la situación sanitaria amerita que se cumplan órdenes a rajatabla, algo a lo que la mayoría de peruanos no están acostumbrados. Es buen momento para que se sigan las normas sea necesario para el funcionamiento del negocio o no.
