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COVID-19: Las bicicletas en Lima abren paso a un transporte sostenible

El uso de la bicicleta en Lima ha aumentado notablemente desde el inicio de la pandemia, lo cual ha impulsado a que los gobiernos locales implementen mejoras urgentes en la infraestructura ciclista.

La crisis por la pandemia de la covid-19 ha modificado, entre otras cosas, las necesidades de transporte. El alto riesgo de contagio en espacios cerrados ha originado que muchos países modifiquen sus políticas públicas y opten por la bicicleta como una opción para proteger la salud y el bolsillo de los ciudadanos. ¿Cuánto ha avanzado el Perú en la planificación y el diseño de esta alternativa?

Según el observatorio ciudadano Lima Cómo Vamos, los principales medios de desplazamiento en la capital de los últimos 10 años son el bus, la combi, la caminata, el auto propio y la mototaxi. El uso de bicicletas en Lima ha sido, tradicionalmente, uno de los más bajos en comparación con otras capitales de Latinoamérica, ocupando el último lugar hasta el año 2019, según un reciente estudio del colectivo Actibícimo.

Con la llegada del coronavirus, el ciclismo ha asumido un papel fundamental para muchas personas. Según la Organización Panamericana de la Salud, el uso de la bicicleta guarda el distanciamiento social que se requiere para evitar aglomeraciones en espacios cerrados y paraderos. Este beneficio ha generado un enorme crecimiento en las ventas de bicicletas, que aumentaron en un 284% respecto al 2019, según el portal Mercado Libre.

Ante la deficiencia del transporte público y el tráfico vehicular de Lima, las autoridades han iniciado el mejoramiento de la infraestructura ciclista. Así, se planea construir 374 kilómetros de ciclovías interconectadas hasta el 2022, implementar mayores plazas de estacionamiento, mejorar la seguridad vial de los carriles, instalar semáforos exclusivos, y poner en marcha una red de transporte que permita conectar a los ciclistas con el Metropolitano, los Corredores Complementarios y la Línea 1. La ciudad va en camino hacia un cambio a largo plazo, más allá de la emergencia coyuntural.

El entusiasmo de los ciudadanos hacia este transporte alternativo es alentador. Según CPI, el 97% de limeños valora la bicicleta de forma positiva, y un 40% estaría dispuesto a usarla de forma permanente cuando haya culminado la pandemia. De esta forma, el país apuesta por un enfoque de movilidad sostenible y un desarrollo urbano basado en el cuidado del medio ambiente, la salud y la recuperación del espacio público para las personas.