La llegada de la navidad y fiestas de fin de año traen consigo regalos, luces, brillosas decoraciones, etc. Si bien todos estos elementos ya son parte de la tradición peruana y los podemos encontrar fácilmente en tiendas y los grandes supermercados, alguna vez nos hemos preguntado ¿de dónde vienen esos adornos?
Aquel lugar de donde provienen todas aquellas decoraciones que buscan exaltar el espíritu navideño se encuentra en uno de los más grandes mercados mayoristas del continente asiático: el mercado de Yiwu, ubicado en China. Según la agencia de noticias Xinhua, el 60% de de todos los adornos provienen de esta gran feria navideña que dura todo el año. La ciudad de la eterna navidad puede llegar a atender a 40.000 visitantes por día entre locales y extranjeros
Sin embargo, detrás de todo aquel brillo y las decoraciones de “Feliz Navidad” se esconde un escenario no tan alegre. Aproximadamente 600 fábricas de la ciudad de Yiwu tienen a sus trabajadores de todas las edades laborando cerca de 12 horas por día por un sueldo de 300 dólares mensuales en condiciones precarias y expuestos a peligros.
Todos aquellos adornos que desechamos cuando apenas termina la Navidad se llevan consigo el esfuerzo y arduo trabajo por parte de niños, jóvenes y familias enteras que tratan de obtener ingresos. Los cientos de esferas y gorros navideños que se pueden adquirir a un precio muy económico son el resultado de aquel trabajo no automatizado que mantiene los costos de producción más rentables porque el trabajo manual es mucho más barato que usar máquinas.
“En el piso de más arriba se moldea el plástico. Allí el personal es exclusivamente masculino: jóvenes con el torso desnudo para sobrellevar el calor. El aire es denso, está lleno de gases y huele a sustancias químicas. Los obreros arrojan bolas de plástico dentro de máquinas que las derriten y luego llenan los moldes que darán forma a los muñecos de nieve y los Santa Claus”.
Así describe el periodista Ben Carter uno de los tantos puestos de producción que se encuentran en este gran mercado. Aquel escenario “navideño” sin duda alguna puede llegar a cambiar aquella forma de ver la Navidad desde la comodidad de nuestro hogar con los árboles decorados y las ventanas llenas de luces que tienen en sus cajas el sello de “Made in China”.