Con la difusión del primer “vladivideo”, entre el excongresista Alberto Kouri y el exasesor presidencial Vladimiro Montesinos, se revelaría una serie de pruebas flagrantes de corrupción en el régimen fujimontesinista.
«Era algo que se decía. Bueno, ahora lo vamos a ver», mencionó el entonces congresista Luis Iberico, mientras sostenía un VHS Sony en la mano derecha. Acompañado de Susana Higuchi, ex primera dama del régimen, y Fernando Olivera, también congresista en ese momento, Iberico proyectó el video que acabaría con los más de diez años —que se proyectaban a quince— del régimen Fujimori-Montesinos desde el Hotel Bolívar.
En el video se veía al entonces congresista Alberto Kouri negociando con Vladimiro Montesinos, asesor de Fujimori, su traslado de Perú Posible a Perú 2000, la bancada oficialista en la denominada salita del SIN (Servicio de Inteligencia Nacional). ¿El acuerdo? Un trato de quince mil dólares para pasarse al fujimorismo. Pese a las flagrantes pruebas del video, Kouri comentó que se trataba de un préstamo para la compra de un camión frigorífico para distribuir alimentos y “continuar con el trabajo social que venía haciendo”.
Días después, con un Congreso totalmente desintegrado y las manifestaciones de la sociedad civil a tope, no había forma de resarcir lo ocurrido. Renuncias vicepresidenciales, fuga de Montesinos, declaraciones suyas desde la clandestinidad, performances de un presidente queriendo ser detective, revelaciones y más revelaciones evidenciarían la corrupción política que había existido en el Perú durante los últimos años.
El 13 de noviembre, Perú amanecía con la noticia de que el presidente Fujimori estaba en el Lejano Oriente. Brunéi sería el destino para participar en la Cumbre de APEC, como presidente de la República; sin embargo, el viaje de representación sería la excusa perfecta para capitular su mandato. El 19, seis días después, desde Tokio, Japón, a sabiendas de lo que le esperaría en su retorno, renunció “formalmente” por fax.
Tres días después inició el Gobierno de Transición presidido por Valentín Paniagua, el cual —entre otras funciones— se encargaría de investigar, a través de comisiones especializadas, las prácticas del régimen. En esta comisión se revelaría la existencia de más “vladivideos” que comprometía e involucraba a muchos más actores políticos y empresarios reconocidos que “apoyaron” (o negociaron su apoyo) a este régimen. Estos videos fueron difundidos en el 2016, de manera pública y gratuita, a través del Centro de Documentación e Investigación Lum.