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El poder de los medios de comunicación en la política

Tanto la comunicación como la política están limitadas a ejercerse dentro de un determinado territorio, contexto o cultura para poder lograr un óptimo desarrollo para con sus partícipes, de lo contrario ambos procesos terminarían siendo obsoletos, partiendo de esta premisa podemos observar la relación entre la comunicación y la política siendo ambas aplicables dentro del terreno de la otra y complementándose entre si para lograr sus objetivos.

Como parte de la comunicación los medios comunicativos han constituido una gran fuente de poner y contrapoder dentro del foco social. Esta lucha de poderes se ejerce dentro de la batalla por la opinión pública, ya que la manera en que la gente comprende y piensa delimita el futuro de las normas y valores que se manifiestan dentro de la sociedad. La prensa se ha convertido en una todopoderosa y aún más gracias a la potenciación de la tecnología la cual ha permitido a los medios evolucionar en la práctica.

En nuestra sociedad la política es inevitablemente mediática, el funcionamiento del sistema político se representa en los medios de comunicación con la finalidad de obtener el apoyo o en menor grado el menor desagrado por parte del público participe del mercado político, por ende dentro del sistema político y su relación con la sociedad, los medios de comunicación de masas se han vuelto el nexo más fuerte siendo el principal el medio televisivo y digital.

Aunque el poder no se encuentre realmente en ellos es necesario recalcar la gran relevancia que tienen esto sobre el control de la información que a posteriori genera poder político, puesto que el enfoque principal no es la modelación de la opinión pública que puedan lograr con el contenido que exponen en sus medios, sino la ausencia o en algunos casos censura de mensaje informativos sobre temas determinados que deberían ser conocidos por la población para un mejor entendimiento y comprensión del mismo. Es ahí la cuestión un contenido no existente en los medios no existe en la opinión pública a pesar de su presencia fragmentada en el pensamiento individual del ciudadano. Por lo que se sintetiza que un mensaje político necesariamente es mediático.