La explotación laboral es un tema continuo. La informalidad es uno de los factores que más influye y los porcentajes que se presentan son cada vez más alarmantes. Según un reciente informe del Instituto Nacional de Estadística e informática, un 75.2% de trabajadores peruanos son informales. Este contexto laboral se da en plena emergencia sanitaria. Se estima que el 50.9% de los trabajadores informales solo estudiaron hasta secundaria, el 22.6% solo hasta primaria y 14.6% tiene estudios no universitarios.
Según la Organización Internacional del Trabajo, el trabajo forzoso afecta a gran parte de la población mundial, cerca de 21 millones de personas. De este número total 14.2 millones son víctimas de explotación forzada. Se calcula que en en América latina se encuentran cerca de 1.8 millones de víctimas.
La explotación laboral es un tema social y político aún pendiente en diferentes partes del mundo, incluido nuestro país, en el cual se van dando poco a poco ciertos pasos hacia su control, como lo realizado por la Superintendencia Nacional de Fiscalización Laboral, encargada de promover, supervisar y fiscalizar el cumplimiento del ordenamiento jurídico correspondiente al sector laboral. Este organismo emitió hace una semana los lineamientos para la fiscalización de las medidas de seguridad y salud en el trabajo en el sector agrario y agroindustrial.
Actualmente no existen cifras exactas sobre esta mala práctica laboral debido a que estos casos se dan más en el ámbito privado.