«Gregorio»: La película peruana que refleja la realidad de la migración
Estrenada después de la mitad del siglo XX, muestra los problemas que viven los migrantes al llegar a Lima.
«Gregorio» es una película peruana del año 1984 dirigida por el Grupo Chaski que narra las desventuras de Gregorio, un niño provinciano que migra con su familia desde un pequeño pueblo de los Andes a Lima, la capital. Tras este suceso, vive el choque cultural entre el mundo andino y el mundo caótico y violento de la ciudad. Es así como, bajo la presión social y el prejuicio cultural, se verá obligado a despojarse de sus costumbres. Esto se ve reflejado, por un lado, en su decisión de dejar su lengua materna (el quechua) por el español. De esta forma, nuestro protagonista deberá sumergirse en una serie de eventos que lo llevarán a participar en actos muy graves para alguien tan joven como él, y que desencadenará en una amplia reflexión en base a la condición del migrante.
La migración, como eje central de la película, se nos muestra como un producto que se desarrolla en base a diferentes aspectos, como el social, el económico y el cultural, en búsqueda de una mejor calidad de vida. En la película “Gregorio”, el padre que está en compañía de su familia, toma la decisión de viajar a la ciudad para mejores oportunidades, pero las circunstancias en las que llegan son desafortunadas, esto debido a que Lima resulta ser una ciudad muy avanzada y marginal, un lugar donde los roces sociales entre su cultura con la capitalina traen consigo una variedad de problemas tales como la alienación y la exclusión social, generando en Gregorio un cambio radical en su conducta.
Por otro lado, al generarse esta migración del campo a la ciudad, la invasión aparece de manera resaltante y como parte constitutiva de la vida social. Ya que los personajes al intentar acoplarse a un entorno que los rechaza en su medio, deciden instalarse en suelos que no están aptos para vivir, tales como los cerros o los lugares que luego serían llamados asentamientos humanos, como en el caso de la película. Esto puede generar consecuencias graves si es analizado desde una perspectiva de gestión de riesgos, ya que las personas que viven en lugares así son las más vulnerables ante desastres naturales.
Desde la perspectiva de Gregorio, un niño inmigrante que vive en la pobreza, se narra el conflicto entre oficialidad y marginalidad, tópico planteado también por Julio Ramón Ribeyro en su narrativa escrita. Asimismo como se desarrolla en sus cuentos, el final de la película muestra una conclusión similar, con matices pesimistas y una relación incierta para con el futuro de los protagonistas.
Esta incertidumbre sugiere, de manera implícita, que el devenir de Gregorio no se presenta como una oportunidad mejor en relación a la que vive entonces. Con una situación complicada generada en su hogar y sin más conocimiento sustancial que lo relativo a la delincuencia, salvo que, hipotéticamente, se presente un Deus ex machina, el futuro de Gregorio se proyecta a continuar con los mismos métodos que hasta entonces aplicaba, por más lamentable o frívola que esta afirmación pueda llegar a sonar.
