El miércoles 25 de noviembre argentina dijo adiós a uno de sus mayores referentes deportivos; con 60 años, Diego Armando Maradona Franco sucumbiría ante una insuficiencia cardíaca respiratoria que le propinaría la muerte.
Se aferró a la vida en sus últimos años. Diego Armando Maradona también llamado “el Pibe” nació el 30 de octubre de 1960 en Villa Fiorito, partido de Lomas de Zamora, localidad ubicada en el primer cordón de la zona sur del conurbano bonaerense. Su afición por el fútbol lo llevaría a convertirse en, para muchos, el mejor jugador de la historia y en uno de los mayores referentes para la juventud argentina; lastimosamente, su vida fuera del futbol no sería tan admirable, por el contrario, desencadenaría muchas de las causas que producirían, más adelante, su pronta muerte.
Atrapado por las drogas, Maradona no solo sirvió de referente deportivo, también se convirtió en el reflejo de uno de los mayores problemas sociales que enfrenta Argentina; desde 2016 el Observatorio Argentino de Drogas (O.A.D) vaticinaba las consecuencias de esta problemática, así mismo, el gobierno le daría el carácter de emergencia nacional; lastimosamente, aún con todas las medidas realizadas, a la actualidad no se ha registrado una baja significativa en el consumo de drogas.
En una entrevista realizada por infobae a Gabriela Torres (licenciada en Trabajo Social y titular de la Secretaría de Políticas Integrales sobre Drogas de la Nación Argentina) sobre las posibles razones del consumo de estas sustancias, ella señaló: “El mundo adulto que se empieza a angustiar más, empieza a necesitar ‘tapar’ algunas cuestiones”. Esto en relación al uso de estas sustancias como forma de escape a la dura realidad nacional.
La muerte de Maradona, mas allá de ser el final de un ídolo del fútbol, es motivo de reflexión por cuanto se está haciendo para reducir los casos de adicción en Argentina y el mundo, su vida y triste desenlace fueron consecuencia de las adicciones y malos hábitos. Maradona no pasó sus últimos días en una cancha de futbol, sino encerrado en su casa con atención médica, peleando contra la abstinencia y con su familia dividida; ese fue el final del “Dios del Fútbol”.
