Recientemente la población peruana salió a protestar por la crisis política que el país atravesaba tras la vacancia del ex mandatario, Martín Vizcarra. Este hito dejó a dos fallecidos y una gran cantidad de heridos y desaparecidos; mientras todo esto ocurría en el Perú, la prensa se mantenía ajena y con una visión sosegada por sus intereses particulares.
En Perú, el 9 de noviembre empezaron las marchas y protestas tras la vacancia del ex mandatario, Martín Vizcarra, quien fue redimido de su cargo por incapacidad moral, esta vacancia fue vista por muchos como inconstitucional e, incluso, como un golpe de estado.
Este suceso causó indignación en la población, quienes rechazaban al nuevo presidente de turno, Manuel Merino, y exigían un cambio en la constitución y el retiro de la inmunidad parlamentaria.
Las marchas y protestas iban en aumento conforme pasaban los días, tanto en la capital, Lima, como en diversas provincias del país; e igualmente, la represión policial iba aumentando en violencia a tal punto de dejar dos fallecidos, 94 heridos y 41 desaparecidos.
La “Segunda marcha nacional” fue el 14 de noviembre y se convocó a través de las redes sociales, el horario para la concentración de los manifestantes era las 2:00 pm de la tarde en la Plaza San Martín; sin embargo, diversas agrupaciones se reunían en diversos lugares para finalmente concentrarse en el Centro de Lima.
La marcha comenzó de forma pacífica, las personas marchaban, cantaban y coreaban arengas. Conforme las horas iban pasando y los protestantes se encaminaban al Congreso, la tensión y agitación se hacían evidentes entre los manifestantes.
Ya cerca del congreso, por el llamado parque Universitario, alrededor de las 7:30 pm, la policía empezó a bombardear a los protestantes con gas lacrimógena e incluso, varios testimonios aseguran que el gas pimienta también estuvo presente, como lo mencionaron los tweets que RPP Noticias colocó en su siguiente nota: https://rpp.pe/politica/gobierno/policia-lanza-bombas-lacrimogenas-a-manifestantes-contra-el-gobierno-en-el-centro-de-lima-noticia-1303986?ref=rpp. A los minutos, la policía, reprimiendo de forma brutal, empezó a disparar perdigones en dirección a los manifestantes. Muchos de ellos lograron correr y refugiarse en galerías, otros resultaron heridos gravemente y lamentablemente, dos jóvenes murieron defendiendo lo que creían correcto.
Mientras todo esto ocurría, los canales de televisión abierta pasaban sus programas de humor, dejando desinformados a los peruanos de lo que ocurría en las calles esa terrible noche del sábado 14.
Asimismo, en las marchas anteriores, la prensa peruana no mencionaba los diversos abusos policías que ocurrían, sino, se les defendía y mostraban a los protestantes como el problema, tildándolos de diversos calificativos como “delincuentes” o “terrucos”.
La difusión de las injusticias cometidas y la agresión brutal policial se dio gracias a las diversas redes sociales como Twitter, Facebook, Instagram e incluso, la nueva plataforma, TikTok. Asimismo, gracias a ellas se logró difundir con rapidez información sobre los desaparecidos y heridos.