A inicios de este año, ocurrió un hecho sin precedente en la historia de la humanidad, la propagación del Covid-19 a todo el mundo. Acontecimiento que obligo a los diversos países alrededor del mundo a tomar medidas para mitigar los contagios y muertes que iban aumentando de manera progresiva. Una de las acciones que se tomaron como una generalidad fue la implantación del ya existente pero no muy promovido modelo educativo virtual o a distancia.
Este nuevo modelo educativo que fue popularizado en el presente año se dio teniendo como principales objetivos 2 aspectos; reducir los contagios que se podrían suscitar en un ambiente de enseñanza presencial, así como evitar que la educación de los millones de estudiantes se vea paralizada u obstaculizada por el panorama que se vive.
Si bien es cierto, en primera instancia, pareció una solución inmediata y con gran posibilidad de eficiencia frente al problema, basto unas pocas semanas para que se aprecien las grandes dificultades que se tendrían que confrontar. Analizando el panorama global, se veía la gran diferencia, ocasionado por la desigualdad de desarrollo, entre los países más ‘’avanzados’’, aquellos con mejor tecnología y poder adquisitivo, en contraparte de los países en vías de desarrollo.
Mientras que en los primeros el sistema virtual era viable de implementar al corto tiempo y con una tasa de efectividad alta, en los países con menos oportunidades ocurría lo contrario, se veía de manera improbable la implantación del modelo virtual como solución educativa al contexto que se vive.
Un claro ejemplo de ello es, lamentablemente, nuestro país. Perú fue uno de los primeros países en tomar acciones económicas y de control social en el mundo, cosa que fue aplaudida por diversas entidades internacionales, sin embargo, no pudo brindar una solución real con la educación virtual. Esto se dio en gran medida debido a la desigualdad de acceso a la tecnología en el país, causada por una desigualdad social, sin mencionar la falta de coordinación y burocracia interna del principal organismo educativo de nuestro país; el Ministerio de Educación. Ministerio que mostro una vez más su lado más ineficaz en la compra y distribución de material necesario para los estudiantes así como la implementación de un silabo y plan de acompañamiento acondicionado a la situación que se enfrenta.
No obstante, se puede rescatar una sola acción positiva en este contexto, el uso de los medios radiales y televisivos para la educación de los escolares de nuestro país mediante los programas de Yo Aprendo en Casa, una acción loable de reconocimiento que se vio opacado por los incontables desaciertos cometidos por el gobierno en el manejo de la educación. Concluyo este articulo resaltando la importancia de la necesidad de una mayor inversión en la educación publica por parte de nuestro gobierno. De haber sido así, se podía haber dispuesto de mayores herramientas y estrategias para garantizar de manera eficaz la continuidad de la educación, la cual es un derecho, de los millones de estudiantes de nuestro país.