La llegada de una pandemia provocada por el nuevo coronavirus (SARS-Cov-2) ha tenido grandes repercusiones en el Perú, en sus distintos ámbitos, tales como en el sistema político, social, salud, económico y educativo. Para reducir el incremento constante de casos de COVID-19, el ex-presidente Martín Vizcarra decidió decretar cuarentena obligatoria a partir del 15 de marzo, hecho que afectó al dictado de clases en los distintos niveles de educación, las clases que se dictaban mayormente en forma presencial pasaron a la modalidad virtual.
Universidades, como la UPC contaron con un propio medio para dictar sus clases, mientras que otras universidades decidieron utilizar las plataformas de Meet y Zoom.
El estado había previsto la escasez de recursos que tenían algunos estudiantes en esta modalidad, por lo que destinó un presupuesto de aproximadamente 21 millones de soles, de modo que las universidades se encargaran de administrar y distribuir implementos (servicios de internet) necesarios para aquellos alumnos que no tuviesen fácil acceso a las clases virtuales.
En el mes de septiembre Jorge Mori, funcionario de la dirección general de la Educación Superior, mencionó que alrededor de 144 mil 544 estudiantes habían decidido suspender sus clases por problemas de conectividad; mencionó también que al inicio del 2021 las clases serían semipresenciales.
El pasado 15 de diciembre, mediante una entrevista realizada por RPP, Ricardo Cuenca, ministro de Educación, mencionó que sería adecuado que al menos los primeros meses de las clases del 2021 sean virtuales.
Cuenca también mencionó que esto último sería con la intención de reforzar la educación virtual en la educación superior, ya que el 98% de los estudios superiores se han acomodado a esta nueva forma de trabajo.