La violencia contra las mujeres es una preocupación mundial, actualmente es un desastre que afecta a las mujeres, afecta sus derechos básicos, amenaza sus vidas y dificulta el desarrollo de una sociedad democrática inclusiva. La violencia contra la mujer es una cuestión de seguir jerarquías patriarcales, que reproducen una cultura en la que las mujeres son tratadas como únicas y objeto de abuso. Esto prueba que, en tiempos de paz y conflicto armado, nuestros derechos son violados de muchas formas. Esto muestra que las mujeres enfrentan discriminación por parte del estado, sus familias y toda la comunidad.
Nuestro país, Perú, no es ajeno al asesinato de mujeres en la región. En este sentido, sólo entre febrero de 2003 y septiembre de 2005 se denunciaron 265 delitos contra mujeres. En otras palabras, un promedio de ocho mujeres es asesinadas cada mes. Las mujeres siempre enfrentan discriminación y violencia en el país, la comunidad y la familia. Cabe señalar que las mujeres siempre han sido protagonistas, y existen muchos tipos de violencia, siendo la más llamativa la violencia física, sexual, psicológica, económica y autoinfligida. Esta violencia no se limita a ningún sistema político o económico. Lamentablemente, se dan en todas las sociedades del mundo. No existe condición económica, distinción étnica o cultural. Además, la estructura del poder estatal se caracteriza por su arraigo y obstinación, que impide a las mujeres ejercer plenamente sus derechos, libertad y seguridad.
Varios estudios han encontrado que al menos un tercio de las mujeres en su vida son golpeadas, obligadas a tener relaciones sexuales o sometidas a otros tipos de abuso. El abusador suele ser un familiar o un conocido. Además, según un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 70% de las víctimas de asesinato fueron asesinadas por sus parejas. En vista de esto, se han comenzado a establecer comités y organizaciones en todo el mundo. En Perú, según una evaluación realizada por el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), se han verificado los datos más recientes, que indican que en 8 de cada 10 casos de abuso sexual, el agresor es un miembro del entorno familiar. Seis de cada diez embarazos entre víctimas y niñas (de 11 a 14 años) son producto de incesto o violación.
Asimismo, en 2000, el 41% de las mujeres peruanas fueron agredidas físicamente por sus maridos en algún momento, mientras que otras fueron agredidas por un 28%. Con respecto a la frecuencia de la violencia, el 83% de las personas dijo que la violencia a veces ocurre y el 16% ocurre con frecuencia. Lamentablemente, el asesinato de mujeres en Perú en 2018 resultó en 149 víctimas, y en el primer bimestre de 2019 hemos llegado a 22 víctimas; cifras terribles muestran que solo por ser mujeres, no tienen por qué hacerlo. Para la protección, el riesgo es mayor. Según información de la Organización Mundial de la Salud, América Latina es la segunda región (en áreas rurales y urbanas) con las tasas de mortalidad de mujeres más altas por violencia, y que aproximadamente la mitad de todas las muertes de mujeres en el mundo son causadas por mujeres. Sus maridos, cónyuges, novios, parejas, exparejas y amantes.