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Homosexualidad y sodomía: ¿Son lo mismo?

Fuente: elperiodico.com

La sodomía, un pecado y delito durante la época clásica, medieval y moderna, una clasificación que se generalizó en la homosexualidad, orientación sexual en la que una persona siente atracción física y sentimental por alguien de su mismo sexo.  

Durante las épocas anteriores, se consideraba a la sexualidad como un impulso natural que debía regularse para garantizar el funcionamiento del “cuerpo social”, de esta manera, todo lo que estaba fuera de esta “naturalidad” era considerado como patología. Posteriormente, en la sexualidad del siglo XIX, la teología moderna-medieval, calificó al coito homosexual como contra natura; recalcando que la religión influyó notablemente en la cultura y el sistema jurídico, esto se evidencia en que, además de que la sodomía era considerada un pecado, también fue un delito. El sodomita, practicante de la sodomía, era considerado un esclavo de la lujuria, es por esto que solo buscaba satisfacer sus necesidades sexuales, pero esto no significaba que tuviera una subjetividad sexual.

El gran problema ocurre cuando se le atribuye a la homosexualidad el carácter sodomita, con esto referimos a que la homosexualidad contemporánea sirve como modelo interpretativo de las prácticas sexuales en las sociedades modernas, clásicas y medievales. En este sentido, se limita al coito homosexual a lo formal, es decir, a que solo se le considera como un acto sexual, dejando de lado el significado emocional y cultural que posee.

Algunos estudios especializados en la homosexualidad, o también llamada gay culture, han determinado que existe una identidad gay desde tiempos inmemorables, pero el reconocimiento de esta esencia homosexual permitiría sustentar la sodomía en el pasado, este es un motivo más por el que se suele confundir, ya sea adrede o no, a estos dos términos. La sodomía era únicamente considerada un acto delictivo; en la actualidad, algunos historiadores y teóricos buscaron enfatizar la errónea relación entre la sodomía y la homosexualidad, pues se le ha atribuido a esta el carácter delictivo y pecador con el que se le consideraba a la sodomía en la antigüedad.