Autora: Fiorella Lozano
En este artículo nos referiremos al caso de la prensa peruana en los años noventa y, particularmente, al caso de la prensa popular, que se tornó cada vez más importante hacia el final de dicha década. Esta tuvo una relación bastante particular con el gobierno y a menudo cumplió con la estrategia comunicativa de este gobierno, lo que se observó en la forma de presentar de modo positivo al candidato-presidente y difamar a los opositores.
Desde la década de los 90, el gobierno fujimorista hizo todo lo posible para engañar a la población y, sobre todo, distraerla para que no tomara conciencia de lo que el ex presidente Alberto Fujimori y su equipo hacían con el país. El inicio del primer mandato de Fujimori se produce en el marco de una prensa de información dentro de la cual la presencia de la prensa popular es minoritaria. Las reglas del juego habían comenzado a cambiar para la prensa, pues las reformas neoliberales del gobierno modificaron la estructura económica sobre la cual la actividad comercial de los diarios funcionaba con el fin de la excepción fiscal por la importación de papel y materiales de impresión, para los periódicos y editoriales.
En el marco de las distintas reformas económicas de corte neoliberal que caracterizaron este gobierno (reducción del gasto público, privatizaciones, etc.), los medios se vieron confrontados a un cúmulo de deudas que condujo en 1994 (año anterior a la primera reelección de Fujimori) a un acuerdo entre estos medios asociados y la SUNAT para refinanciar su deuda. Este modo de refinanciamiento muestra bien las relaciones de dependencia económica entre los medios (la prensa y la televisión) y el Estado. Los medios endeudados se ven entonces en cada vez mayor dependencia de la publicidad estatal. En este sentido, la tentación de controlar estos medios de comunicación, considerados tan poderosos e influyentes, ha formado a menudo las relaciones que se han creado entre los medios, como instituciones, y los Estados.
Las ambiciones personales y políticas pueden interponerse en el rol informativo de la prensa y, más grave aún, cómo este afán manipulatorio puede llegar a ser exitoso. Se trata de representaciones de la prensa y del público que trascienden la ficción y que son a menudo evocadas cuando se trata del rol político de los medios. El rol político que la propia prensa puede cumplir es así determinado para subrayar su falta de transparencia y el papel determinante que puede cumplir. Partidos de gobierno y opositores llegan así a indicar cómo unos y otros tienen de su lado a los medios. Es esta relación que busca tener el partido fujimorista, Fuerza Popular, con los medios de comunicación, para lograr sus objetivos políticos.
El final del gobierno de Fujimori, con los cambios políticos y sociales que suscitó, significó también cambios importantes en el paisaje mediático del país: las acusaciones de manipulación y difamación han dado lugar a procesos judiciales que han llevado a la sentencia y prisión de dueños de canales de televisión, de prensa escrita y de agencias de comunicación. Un episodio que ha llegado a fines judiciales que no se han conocido de modo similar antes.
Hasta el día de hoy se ha podido evidenciar que la prensa beneficia a la postulación presidencial de su hija, Keiko Fujimori, se menciona que en cada campaña realizada usa fondos ocultos para pagar a los medios de comunicación y periodistas del Perú, situación que hasta ahora el fujimorismo no ha cambiado.