Las batallas de rap llegaron al habla hispana de la mano de Red Bull en 2005. A partir de allí, el freestyle plantó su semilla en diferentes ciudades hispanohablantes. Lima incluida. La semilla ha dado frutos en forma de colectivos o agrupaciones de freestyle.
El freestyle y las competencias de rap son cada vez más populares. En nuestro país la audiencia consumidora -y participante- de este arte se ha multiplicado. Dentro del Perú, la ciudad de Lima es el principal exponente en cuanto a rap improvisado, por la cantidad de colectivos que existen en ella.
Los colectivos son una expresión artística paralela a la profesionalización de este arte, que recuerda el origen y la esencia del freestyle y forma a las futuras caras del rap hispano. Lima no ha sido ajena a este movimiento y desde hace varios años alberga una cantidad enorme de colectivos.
Los más conocidos son Raptonda, ubicado en San Miguel; Plaza de Reyes, ubicado en Comas y Soporte Alterno, en Miraflores. Aunque populares, no son los únicos. En distritos de Lima Sur, como San Juan de Miraflores, existen también colectivos de freestyle que -ya sea con mayor o menor cantidad de años a sus espaldas- buscan ganarse un espacio en la escena.
Un parlante y una memoria USB parecen suficientes, pero gestionar la realización de un colectivo no es sencillo, se requieren varias manos y sobre todo apoyo del público. Sí, al final, que el colectivo crezca depende directamente de su audiencia, del público que abriga a los raperos que se presentan a competir y demostrar su talento.
El colectivo P09, ubicado en San Juan de Miraflores, entiende esto a la perfección y, por ello, busca la forma de estar conectados con su público. Ya sea a través de las redes sociales o mediante dinámicas como los sorteos. Esto era, por supuesto, antes de la pandemia.
Lamentablemente todo este movimiento que se encontraba en pleno crecimiento se paralizó de golpe. Las plazas y parques están vacías. Ya no resuenan rimas ni bases de rap. En el caso del colectivo P09, ellos han fomentado un formato plenamente virtual, a través del uso de Discord, una aplicación de servicio de llamadas. No es lo mismo.
Al menos en las batallas realizadas en lugares abiertos, el calor del público, sus reacciones o sus ánimos a los participantes son irremplazables. Según cuenta el staff de P09, “no podíamos hacer nada más en ese momento”. Es así que, durante meses, las batallas de rap que no discriminaban por posición económica, por género o por edad, e incluían a todo aquel que quisiera entrar en ellas, se convirtieron en lo opuesto, pues una buena conexión a internet -algo que no muchos disponen- se volvió necesaria.
Si bien, esta solución fue mejor que paralizar por completo las actividades -como sí tuvieron que hacer otros colectivos con menos recursos-, ni los participantes, ni el público (que solo podía escuchar como si de un vídeo pregrabado se tratara), ni los organizadores estuvieron plenamente satisfechos.
Por suerte, la Municipalidad ha trabajado con ellos de muy cerca y en este último mes se han realizado eventos presenciales, eso sí, a puerta cerrada. No es lo óptimo, pero es un gran avance. Actualmente P09 se encuentra organizando el mayor evento de sus últimos años. Se trata de una competencia donde el ganar representará al Perú en otro país donde el freestyle ha calado hondo: México.