Marcelo Bielsa es un revolucionario del fútbol. A pesar de los pocos títulos conseguidos, está dejando ‘escuela’ y es emulado por entrenadores de la talla de Josep Guardiola, Klopp y Zidane.
Corría el año 1955, era una tarde fresca y tranquila de invierno, en la ciudad portuaria de Rosario. La familia Bielsa veía venir al mundo a un hombre que, años después, revolucionaría el fútbol. Sí, ese hombre era don Marcelo Bielsa. Desde muy pequeño, lo apodaron ‘loco’. Su hermano reconoce que: «en este país (Argentina) llamamos así al que no transita el mismo camino que los demás». Desde ese momento, ya era un incomprendido.
Ya de grande, la abogacía era la profesión a seguir, legado marcado por el abuelo, padre y hermano mayor. Pero Marcelo se propuso torcer lo genéticamente trazado, lo predestinado, porque guardaba otra vocación: el fútbol. Marcelo empezó de manera abstracta su travesía en el fútbol: de su frustración por no haber desarrollado en Primera División sus sueños de ser jugador profesional, pasó a ser el técnico campeón más joven del fútbol argentino con su amado Newell’s. Tras un gran papel en el torneo doméstico, llegando a una final de Copa Libertadores, llegó a la selección argentina. Hizo jugar a la ‘albiceleste’ como nunca antes, llevó de la mano a conseguir su primer oro olímpico. Transformó la expresión futbolística de Chile, implantó un estilo de juego en la selección chilena nunca antes visto. Los jugadores cumplieron tácticamente la disposición de Bielsa; eso conllevó a que sea la selección con más goles de las Eliminatorias rumbo a Sudáfrica 2010 y la clasificación a la misma. Además, sentó las bases para que Sampaoli y Antonio Pizzi ganarán las dos únicas Copa América de su historia.
Hizo competir al máximo nivel a Athletic de Bilbao y a Olympique de Marsella. Con el Leeds United, logró el ascenso de un equipo que hace 16 años no podía volver a la Premier League. Pasaron muchos por el banquillo, pero solo lo pudo lograr el GENIO. No solo ascendió, también salió CAMPEÓN de la Championship. Y en su primera temporada en la mejor liga del mundo quedó en la novena posición, con 30 puntos por encima de la zona de descenso. Sumó 18 victorias, cinco empates y 15 derrotas. Marcó 62 goles y recibió 54. Esos números lo convierten en el ascendido de mejor campaña en la competencia inglesa en todo el siglo XXI y, mejor aún, en el cuarto de mejor rendimiento en toda la historia del certamen. E incluso fue reconocido como el mejor entrenador de la Premier League, por delante de técnicos de la categoría de Pep Guardiola, Ole Gunnar Solskjaer o Jürgen Klopp. Los mismos que son admiradores de Marcelo. Sin duda, una campaña redonda.
Son muy pocos los títulos logrados por Bielsa como entrenador. A él poco le interesa. Por ello, desde que empezó, ha sumado despiadados detractores -casi todos de su país natal, Argentina- que le cuestionan de no ser ‘exitoso’. Pero, ¿qué es ser exitoso? Para ellos, significa conseguir títulos cada temporada. Para otros, es trascender, dejar una idea para la sociedad, alcanzar el reconocimiento y respeto de los demás. Bielsa lo ha conseguido, ya trascendió en el fútbol. Está dejando ‘escuela’ y es emulado por prestigiosos entrenadores. Y todo ello, lo ha logrado con sus dos guías: la disciplina y fundamentalmente, la planificación. Sus ideas rompen el paradigma, lo establecido, el esquema que se está acostumbrado apreciar en el fútbol. Tal vez, por ello, se suman más detractores contra él. Sin embargo, su pensar es firme: «mi decisión siempre conspirará contra algo de todo lo que se pide».
