LIMA HIPERLOCALS.M. de Porres

Ollas comunes: La lucha contra el hambre

Las ollas comunes son un soporte para las familias más vulnerables que no cuentan con los recursos para satisfacer una necesidad tan básica como el hambre, sin embargo, estas organizaciones no cuentan con el apoyo suficiente de las autoridades.

A pesar de la existencia de la ley 31360, que declara de interés nacional y necesidad pública la emergencia alimentaria a nivel nacional, el incremento del costo de los productos de primera necesidad han puesto en una situación crítica a las ollas comunes y a millones de peruanos que viven en zonas vulnerables. 

En la parte alta del cerro La Milla, ubicada en el distrito de San Martín de Porres, se encuentra la olla común “Señor de los Milagros”, la cual lleva más de un año brindando apoyo a más de 32 familias. 

La dirigente Rosmery Ricaldi no le tiene miedo a nada. Tanta es su fuerza y determinación que desde marzo del 2020 se viene enfrentando a un enemigo invisible que ataca a miles de peruanos desde mucho antes del COVID-19. 

Rosmery es parte de la lucha contra el hambre, al igual que las más de 2200 ollas comunes distribuidas en las zonas más vulnerables de Lima  Metropolitana. Sin embargo, el alza de los precios pone en peligro la importante labor de estas organizaciones comunales.

“Lo que está pasando nos ha chocado a todos, incluso nuestras propias casas también. Nosotros, bueno, cocinamos menestras con arroz, una sopa de avena, sopa de arrocito con un poco de verdura. Ya ni siquiera le echamos pollito porque hasta la menudencia ha subido”. 

Rosmery Ricaldi Meniz , representante de la olla común Señor de los Milagros.

Según la Red de Ollas Comunes de Lima, la mayoría de estas cocinas colectivas se encuentra en situación de inseguridad alimentaria, dos terceras partes son autogestionadas generalmente por mujeres y la mitad usan leña para preparar los alimentos para casi 240 mil limeños. Rosmery, al igual que las lideresas de la Red de Ollas Comunes, exigen mayor apoyo del Gobierno y una mejor fiscalización de la ley de emergencia alimentaria.

Otro panorama similar se ve en la olla común “Señor de Muruhuay”, donde los vecinos de la comunidad Junín 26, en el distrito de El Agustino, también se quejaron por la falta de presupuesto para comprar ciertos productos. Silvia López, Beneficiaria de la olla común Señor de Muruhuay.

‘‘Nosotros anteriormente por 4 soles dábamos entre 10 a 11 platos de comida, pero ahora, como todo ha subido, la misma municipalidad y organización hemos coordinado que mejor sería cobrar por plato, porque ya no nos alcanza. El balón de gas dura solamente para una semana y su precio ronda los 50 soles’’.

Graciela Fernández, representante de la olla común Señor de Muruhuay.
Según datos del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social, el Perú cuenta con 500 ollas comunes en provincia y 2000 en Lima. Graciela y Rosmery  son parte de ese número, quienes coinciden en que a pesar de los pocos recursos y la falta de apoyo por parte de las municipalidades, no se rinden en su intento de llevar un plato de comida a decenas de familias.