La situación actual de los agricultores es un rezago de los intentos legislativos para elaborar leyes que tenían y tienen como finalidad brindar derechos básicos para ejercer dignamente el trabajo.
Sin embargo, estas leyes no fueron elaborados a voluntad propia del Estado, sino por constantes luchas, tomas de carreteras y paros agrarios que se generaron desde los trabajadores agrícolas y arrendatarios.
Una mirada al pasado
El historiador Rolando Rojas recoge el origen de la reforma agraria en el libro “La revolución de los arrendires”. Él menciona que la lucha por un trabajo digno nace del Cuzco, en específico en la ciudad de La Convención.
Los constantes abusos por parte del hacendado Alberto Luque Larrea generaron una impotencia en los arrendatarios de sus tierras, por ello, Víctor Valencia, Eduardo Celis y Tomás Pillco elaboraron una emboscada para darle muerte.
La policía logró descubrir a los que se encontraban detrás del asesinato de Luque, no fue difícil encontrar a los arrendatarios. Sin embargo, no se esperaba que la población se levantara en armas y empezara a revelarse por los constantes abusos de los Luques.
Estos constantes levantamientos llevaron al gobierno de turno a reprimirlos, sin lograr un cambio importante y, al final, lo único que conseguían era que sigan manteniéndose de pie con la idea inicial: sindicalizarse.
Lo único que logró tranquilizar a los pobladores de La Convención fue la Reforma Agraria. La iniciativa nació de la Cámara de Comercio del Cuzco al gobierno de Pérez Godoy. Se exigía una reforma especial para La Convención para abolir a los sistemas anacrónicos de explotación agrícola.
Posteriormente, Velasco utilizó de base el documento de la constante lucha de La Convención para elaborar la Reforma Agraria.
¿Ley Agraria? ¿En qué consiste?
El decreto ley N° 17716 busca disminuir con las desigualdades económicas de los trabajadores agrícolas y los de los hacendados mediante la transformación de la estructura agraria del país, destinado a sustituir los regímenes del latifundio y minifundio. Con esta disminución se quería promover superiores niveles de vida, compatibles con la dignidad humana.
Añadiendo a esto, se relaciona el derecho de la propiedad, se garantiza la adecuada conservación, uso y recuperación de los recursos naturales.
Por último, el Estado formaba parte de este proceso, dado que indemnizaba a los predios expropiados y esto lo hacía mediante bonos.