Esta es la historia de una familia acomodada de Buenos Aires durante los años 80´s que se dedicó al secuestro de personas adineradas de la élite argentina.
Arquímedes Puccio es el patriarca de la familia, ex funcionario del gobierno durante la dictadura en Argentina además de ex miembro de la inteligencia del ejército, ya sin ocupar una plaza en el gobierno y dedicándose al negocio de los artículos náuticos en una pequeña tienda en su casa, decide llevar a cabo un macabro plan que estremecerá la sociedad argentina para siempre.
Él junto al coronel retirado Rodolfo Victoriano Franco, Guillermo Fernández Laborda, Gustavo Contepomi, Roberto Díaz y sus hijos Alejandro Puccio y Daniel Puccio alias «Maguila» se encargarán de perpetrar secuestros extorsivos a conocidos suyos, personas de la clase alta bonaerense, y los mantuvieron en la propia casa de la familia Puccio donde también vivían Epifanía Calvo, esposa de Arquímedes, y las hijas de ambos Silvia y Adriana. Su hijo Guillermo escapó a Australia cuando empezó a sospechar de las actividades de su padre y nunca más volvió a Argentina.
Los secuestros sucedieron entre 1982 y 1985, la primera víctima fue Ricardo Manoukian que era amigo de Alejandro Puccio quien ayudo con el secuestro debido a la cercanía con este y sirvió para la distracción. Luego, de 11 días de cautiverio y haber cobrado el rescate de 500 mil dólares que pagó su familia, Ricardo fue asesinado de 3 balazos en la cabeza y sus restos dejados en la orilla de un arroyo.
La siguiente víctima fue el ingeniero industrial Eduardo Luis Aulet, quien fue secuestrado camino de su casa al trabajo. Así después de cobrar la recompensa de 100 mil dólares, que inicialmente había sido de 350 mil dólares, El clan lo mató y lo enterraron en un descampado siendo su cuerpo recién encontrado cuatro años después de su muerte. La tercera víctima fue Emilio Naum un exitoso empresario que casi es secuestrado en mayo de 1984 pero el plan no salió como esperaba el clan y Naum acabó siendo asesinado dentro de su auto en medio de la calle a plena luz del día.
La última víctima fue la empresaria funeraria Nellida Bollini de Prado que fue secuestrada en julio de 1985 la cual fue mantenida privada de su libertad por un mes hasta que la policía, luego de registrar las llamadas hechas a los hijos de Nellida, acabó liberándola de la casa de los Puccio el 23 de agosto de 1985 además de atrapar a todos los miembros del Clan mientras hacían la entrega de la recompensa.
FUENTE: El clan Puccio la historia definitiva de Rodolfo Palacios