La Educación Sexual Integral (ESI) es un tema que ha sido desatendido durante mucho tiempo. Un enfoque medicalizado, el cual solo habla de métodos anticonceptivos de manera parcial, no ha dejado que los adolescentes exploren su sexualidad con responsabilidad y como consecuencia se tiene en el Perú todos los años 13 de cada 100 adolescentes entre 15 y 19 años de edad se conviertan en madres o tengan un primer embarazo, según la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar (ENDES) del 2018.
Como respuesta ante esta problemática el Estado ha aprobado el 03 de junio de este año los Lineamientos de Educación Sexual Integral para la Educación Básica mediante la Resolución Viceministerial Nº169-2021-MINEDU. Es por ello que la psicóloga y especialista en salud reproductiva y adolescencia, y directora de Programas del Centro de Promoción y Defensa de los Derechos Sexuales y Reproductivos (Promsex), Rossina Guerrero, nos da unos alcances sobre la situación actual de la ESI.
- ¿Cómo percibe Ud. la Educación Sexual en el Perú?
Yo creo que no podemos hablar de una educación sexual como política pública, lo que hay es un esfuerzo de algunas unidades de minedu por continuar elaborando materiales y de algunas escuelas que sí lo implementan. Es un pendiente, y aún no se logra comprender la importancia de la educación sexual que abona al desarrollo pleno de las personas. Por otro lado, no se logra comprender que la educación sexual ayuda a prevenir sucesos adversos, ayuda a desmontar estereotipos de género, ayuda a abordar el consentimiento y por lo tanto prevenir lo que es la violencia, a tener una vida sexual placentera. Ese entendimiento no se da y se sigue cayendo en mitos, que han sido derribados por investigaciones. La evidencia demuestra que la educación sexual mejora la calidad de vida, retrasa el embarazo, previene la violencia y genera relaciones equitativas de las personas. Sin embargo, en nuestro país esas evidencias no son tomadas y nos seguimos basando en una política de la sexualidad de la iglesia católica y que queda instalada en el punto de vista del pecado, de lo sucio y solamente reproductivo, y es una política sexual fracasada.
2. Justamente he estado viendo eso, que falta bastante voluntad política de parte del ministerio de educación. En pandemia hemos estado viendo que por ejemplo Aprendo en casa no ha tocado para nada el tema ¿Cómo percibe el tema de Educación Sexual en pandemia?
Claro, una de las áreas que ha tenido mayor impacto luego de la salud es el tema educativo. Creo que algunos estudiosos hablan de lo que se ha perdido de los años perdidos en educación, y creo que un país como el nuestro con tantas brechas, por eso toda la educación ha sido difícil. Ha sido muy difícil y duro, porque en estos dos años, hay que mirar que lo no formal ha sido impactada, y por otro lado los niños y niñas adolescentes que viven en un periodo especial de cambios físicos y cognitivos, más que nunca necesitan espacio para hablar de estos temas. Creo que los contenidos no se han dado, incluso los regulares no se han dado, ya que se han priorizado algunas materias, y por supuesto que la educación sexual no estuvo contemplada. Además es complicado porque para hablar de estos temas se necesita un espacio seguro, que es la escuela y a veces en una casa se comparte un mismo celular, es un poco complicado llevar un espacio de tutoría y se pierde mucho y no habido una estrategia consistente para llegar a este tema.
3. Ahora que se han aprobado los lineamientos del ESI ¿Cuáles son los siguientes pasos que debe tomar el Ministerio de Educación para que funcionen?
Una cosa muy importante que tienen que ver los entes rectores, incluso el Minedu, es que cuando uno saca un lineamiento político, tiene que acompañar, fortalecer a quién va implementar al garante de ese derecho. Creo que hay un desfase ahí. Sí, hay las ugeles que se organizan, pero eso tarda un poco. Entonces yo creo que la asociación entre las escuelas y organizaciones civiles es muy beneficiosa. Es muy importante sistematizarlas porque se convierten en evidencia, porque esto al estado se le presenta.
Felizmente los lineamientos si enmarcan una ruta, pero el Ministerio de Educación en su rol de garante deberá garantizar que estos lineamientos se implementen, hacer visitas y monitoreo, capacitar a los docentes. Tiene que armar un plan de implementación y ahí es donde muchas veces se rompe, no se da.
4. ¿Cómo se debe romper este desfase entre la aprobación y la implementación por parte del Estado?
El fortalecimiento de las políticas públicas tienen que tener presupuesto, porque garantizar derechos tiene un costo que el Estado tiene que asumir. Esta política tiene que tener un presupuesto que permita capacitar a los docentes, elaborar materiales, difundir y hacer seguimiento. Por otro lado, está el acceso a servicios de salud. Hay desafíos aún en donde los espacios de salud tienen que ser un servicio, en donde las y los adolescentes tienen derecho a acceder a información a métodos anticonceptivos con una orientación y asesoría adecuada y eso implica también recursos e invertir.
Nosotros tenemos mucha pública, lo que falta es que se haga realidad la política pública. Eso necesita voluntad política, presupuesto, agencia y poner a trabajar realmente en las prioridades que son los niños y niñas adolescentes, que son el futuro.