El cóndor andino amenazado por los micro plásticos
Se han recogido cuantiosos estudios de los desechos humanos y el daño que estos hacen en el entorno animal. La consecuencia de la expulsión de metales, o basura en general, son los paisajes deformados y una cantidad dañina de sus restos en la sangre de los animales que habitan áreas naturales, así, entre los elementos más dañinos y nocivos tenemos al plástico.
Entre los efectos del plástico en los animales silvestres, se pueden detectar cambios en el metabolismo, así como también se advierte que estos restos puedan contaminar la base alimenticia y contaminar a los seres humanos causándoles cáncer e incluso esclerosis múltiple. El plástico de la tierra borda las 7 millones de toneladas y es el causante de la pérdida de muchas especies, entre ellas, el cóndor andino.
Declarado en peligro de extinción por la Unión Mundial para la Conservación de la Naturaleza(UICN) el 2014, uno de los peligros que acechan con mayor insistencia al cóndor andino son los plásticos que terminan adecuando a su dieta. El ornitólogo Víctor Gamarra de la UNSA ha realizado un amplio estudio de los restos alimenticios del cóndor andino (egagrópilas) desde la zona de Pampas Galeras y se han identificado un porcentaje peligroso de plástico-entre materiales como papel higiénico- en la mayoría de los individuos.
Entre las rutas que recorre el plástico para llegar a ser consumido por los animales se encuentran los ríos de agua dulce. Las cuencas amazónicas principalmente son las que se llenan con estos desechos y terminan arrastrando contaminantes como metales que son consumidos por los peces y subsiguientemente por las aves y carroñeros. Estos contaminantes recorren todo el territorio peruano hasta llegar a la costa. Es así que se han encontrado restos de plástico en la alimentación de lobos marinos en las playas.
Otro de los materiales que se han encontrado en los análisis ecológicos han sido despojos de poliéster. Este tipo de material al descomponerse libera una enorme cantidad de microplásticos al medio ambiente un número aproximado de 3000 fibras de descompuestos dañinos. Recientes investigaciones apuntan a que estos son capaces de ser arrastrados por las corrientes de viento y que pueden ingresar a los domicilios de la población a través de las ventanas. La exposición prolongada a restos plásticos también la notamos en nuestra dieta alimenticia, según un estudio “Science of The Total Environment”, estos pueden ingresar a nuestro organismo por la ingesta y el contacto con la piel.
Sin embargo, aún no se tienen suficientes investigaciones del alcance real de los microplásticos y nanoplásticos. Se busca integrar en un proyecto ecológico a la ciencia y la política con el fin de que los daños encausados por las bolsas de plástico puedan ser, mínimamente, aplacados bajo un modelo riguroso de regulación del uso de plásticos. Así como que los organismos involucrados en el reciclaje de residuos para que puedan implementar una mayor cantidad de rellenos sanitarios que permitan segregar residuos solidos como lo es el plástico. De esta manera que se pueda contribuir a la elevación de la conciencia ambiental.
