Estabilidad emocional vs rendimiento académico
La batalla contra el covid-19 continúa, se ha sido testigo de que este nuevo virus no solo afectó a la sociedad de manera económica o en la salud, sino que también tiene repercusiones en cuanto a las personas, a las familias. Es normal encontrarse en un estado de incertidumbre o miedo por el contagio de este virus, a esto se le agrega la adaptabilidad de la modalidad educativa de manera virtual, afecta, principalmente, a los estudiantes.
La presión social es uno de los factores que están presentes en la vida de las personas, cada uno de ellos sienten la necesidad de sobresalir, de explotar al máximo su potencial y si no se llega a una meta establecida se tiende a sentirse inseguros. Actualmente, la interacción con otras personas de manera presencial es escaso o nulo, ahora la comunicación se realiza mediante una pantalla.
El ser humano por naturaleza es social, tiene que estar en constante relación e interacción con otras personas. Alejarla o aislarlas puede causar efectos negativos en su persona. La educación es muy importante para que las personas se potencialicen y logren cumplir sus metas. La poca interacción entre alumno y profesor es una barrera grave que dificulta un buen desarrollo entre ambos. Antes se podía conversar directamente, resolver las dudas en clase e incluso quedarse un poco más del tiempo establecido, las tareas o trabajos eran mediante un libro o exposiciones frente a una gran cantidad de personas. Ahora es distinto.
Los horarios de clase son seguidos, en algunos casos no hay un tiempo intermedio, se dificulta la interacción entre alumno y profesor ya que hay una clase de por medio y el tiempo en clase no es suficiente. Se tendrá que esperar a la siguiente clase o hacerse a través del correo electrónico, pese a eso, la conexión se pierde. Con relación a los deberes o trabajos, la carga de trabajo puede llegar a ser excesiva. Estar más de 5 horas frente al computador, cansa a la vista y al cerebro. Las lecturas ya no son mediante un libro, sino a través de documentos tras documentos.
Es cierto que la tecnología ha facilitado el trabajo y en muchas ocasiones, han sido un gran medio para que las personas puedan desarrollar algún tipo de actividad. Sin embargo, encontrarse varias horas frente a la máquina y tener pequeños descansos, causa daños a la salud. Si la mente se encuentra cargada de tantos trabajos y la interacción con tu entorno es nula, es probable que la persona empiece a sentirse más estresada y ansiosa de lo normal. La salud mental no es algo que se deba tomar a la ligera. de hecho, varios estudios muestran que hay una relación importante entre las emociones y el aprendizaje. El estado de ánimo en el que se encuentre el estudiante es indispensable para que pueda realizar una buena labor educativa. Tener una adecuada estabilidad emocional implica tener un buen desempeño laboral.
Ante casos así, identificar cuáles son los factores que intervienen en el desarrollo educativo de los estudiantes ayudaría considerablemente en el rendimiento académico. Organizarse y tener una buena disciplina es fundamental para conseguir buenos resultados. Si es inevitable estar frente al computador varias horas al día, buscar el momento adecuado para distraerse, tomar aire fresco, alejarse de la tecnología por un segundo.
De igual manera, depende del estudiante no acumular los trabajos. Si la carga académica es bastante y pesada, seguir postergando a última hora no solo causa más estrés o ansiedad que afecte a la salud de la persona, sino que el rendimiento académico será escaso. Se ha visto que la mayoría de estudiantes está optando por la entrega y cumplimiento de los deberes, olvidándose del objetivo más importante, aprender.
